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Habían pasado semana y media desde que YoonGi lo había follado sin ninguna pizca de suavidad.

El dolor de su trasero se había ido después de 2 días de que el mayor lo jodio hasta que se canso y lo agradecía ya que en ocasiones no sabía ni que hacer para soportar tan agonizante dolor.

A Taehyung se le había ido el tiempo como agua con tantas tareas, jamás pensó que como fin de año los maestros pusieran exámenes para recuperar lo aprendido y mucho menos el tanto de tareas que le dejaban.

Había ocasiones en las que se sonrojaba, no podía creer que había tenido ese tipo de sexo, es decir, la primera vez fue demasiado lindo pero después, cada vez se tornaba más placentero y le hacía querer más.

Tenía la idea de que YoonGi lo mirara siquiera un poco con otros ojos pero eso no debía suceder.

Ahora el pálido ni siquiera lo había tocado, ya había pasado un tiempo considerablemente largo y tan solo llegaba a la gran casa a cenar y a dormir, a veces lo abrazaba y otras veces solo decía que tenía calor pero era algo no coherente pues ahí no hacia mucho calor, incluso otras noches ni siquiera llegaba a dormir a la habitación, algunas noches las paso en el despacho y otras sabrá dónde porque a la mansión...nunca llegó.

Por cierta razón Taehyung no quería que se comportara así, nunca se explicó ese sentimiento hacia YoonGi es como si quisiera tenerlo siempre con él y cuidarlo, tenerlo solo para él, y sí parecía un niño que quería su capricho a la fuerza.

Más no sabía que el que se tenía que cuidar era él.

Taehyung le había contado todo a Jimin, ¿se había enojado? Sí, pero su mejor amigo siempre respetaba sus decisiones.

Taehyung no era nada más que el sumiso de YoonGi y YoonGi solo era su Daddy, la persona que paga todo lo que él quiera y necesite a cambio de dejarse follar.

Y estaba seriamente preocupado, él sabía que no debía encariñarse, claro que lo sabía pero exactamente eso no se le daba muy bien.

El timbre del receso sonó por toda la escuela, todos los gritos comenzaron pues todos estaban emocionados, hoy, Min YoonGi visitaría las instalaciones de la escuela para donar y reclutar algunos alumnos para hacer las prácticas en su empresa.

Y no es como que quisiera asistir pero tenía que hacerlo por obligación, todos tenían una imagen de él extremadamente incorrecta.

Sí, incorrecta.

YoonGi sonrió de lado mientras pasaba por la entrada a la institución viendo a la izquierda el jardín lleno de flores y después un gran espacio solo con pasto donde algunos alumnos se encontraban en grupos diciendo seguramente algo de él, porque sí, todos lo miraban.

Entre esos alumnos estaba Mark, uno de los chicos que molestaba a Taehyung precisamente golpeado en el rostro y no se podía ver lo mal que estaba por debajo de la playera pero tenía muchos hematomas.

—YoonGi Hyung... ¿qué está haciendo aquí? —Dijo Taehyung de repente apareciendo algo apresurado.

—Sí, estoy bien Taehyung, ¿Y tú? —Preguntó con ironía.

—Lo siento...—Murmuró con las mejillas rojas, había sido un grosero.

—Ven aquí.—Dijo abriendo sus brazos tomando sus caderas para después besar sus labios.

Taehyung sintió sus mejillas acalorarse, estaban frente a todos los estudiantes y sin embargo a YoonGi no le importó,  un suspiro escapó de sus labios cuando el mayor apretó sus caderas.

—Hace mucho...que no me besaba. —Murmuró Taehyung cuando se separaron.

—También extrañe tus labios. —Suspiró YoonGi.—Pero créeme que he estado algo...ocupado.

❝KITTEN❞  |  YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora