Serendipia || Showhyung

~ Vigésimo Quinto

Enero comenzaba a despedirse en el calendario que colgaba decorativamente al lado del refrigerador de la cocina. Podía verse en el una sola semana sin tachar, llegando casi a su fin para dar paso a un nuevo mes, Febrero, el más corto del año y que, a su vez, daba paso al lento y cálido paso de una nueva estación, la primavera.

Pero fuera de las ventanas del departamento, aún podía verse la capa brillante e impoluta de nieve decorando los jardines y la calle con su pálido color y gélida sensación. Hyungwon dejó de lado la vajilla que estaba guardando y se quedó unos minutos mirando por la ventanita que conectaba con su pequeño patio, la vista que se encontró allí le hizo sonreír casi sin darse cuenta, decidiendo mentalmente si buscar o no su teléfono para capturar ese momento.

Hyunwoo descansaba contra el semi muro que hacía de galería donde solían pasar tardes enteras disfrutando de un café y charlas mundanas, con sus ojos cerrados, disfrutando del suave sol que se escapaba de las frías nubes dando vueltas, con un dormido Jooheon entre sus brazos y sobre su regazo, su rostro descansando apaciblemente contra el torso del moreno.

Como ese domingo había amanecido con un agitado Jooheon entre ellos, por una nueva pesadilla, y notaron el frío en el ambiente, prefirieron quedarse dentro para encargarse de los quehaceres mientras cuidaba del pequeño. Pero luego de almorzar notaron como el sol intentaba entibiar y alegrarles el día, por lo que el mayor llevó al pequeño a divertirse con la poca nieve que quedaba fuera en tanto hyungwon se encargaba de limpiar y guardar las sobras de lo que habían comido.

El castaño no había tardado tanto, pero al parecer el sueño del bebe fue más fuerte y repentino que sus ganas y curiosidad con la nieve, la cual últimamente era mucha y demasiada tierna. Y en cuanto al mayor, Hyunwoo tenía una nueva afición, muy adorable si se lo preguntaran al castaño, y era la de amasar y juguetear con los rollitos de Jooheon.

En ese instante, el moreno lo estaba haciendo; con una mano en su espalda sostenía al bebé contra su cuerpo y con la otra, apretaba suavemente y luego soltaba una de sus piernitas, a pesar de que el pequeño estaba fuertemente abrigado por un monito de invierno para exteriores.

Minutos después, Hyungwon se les unió con dos tazas de café recién hechas, y una adorable sonrisa de labios cerrados que hacían resaltar más sus mejillas. Cuando el mayor escuchó la puerta del patio abrirse, uno de sus ojos le buscó con una tonta sonrisa al saberse descubierto de lo que estaba haciendo, pero le importó poco cuando Hyungwon se le unió a su lado y depositó un besito sobre una de sus mejillas, ya tibia por la exposición al sol.

- ¿No quiso jugar?

- Oh, si jugamos un poco... Pero Jooheonie ya tenía sueño de antes - Explicó el moreno, con su voz pesarosa y profunda por el propio cansancio.

Con el comienzo del nuevo año, Hyunwoo había comenzado a preparar nuevamente todos los preparativos y materiales de estudio para los alumnos de último año de secundaria en busca de tutores que les ayudaran con el CSAT, el test de aptitud escolar universitaria anual que aterrorizaba a tantos adolescentes con su futuro. Tanta responsabilidad también recaía en aquellos adultos que les enseñaban durante todo el proceso, por lo que Hyunwoo estaba dando su mayor esfuerzo, una vez más, y Hyungwon sabía cuán estresante podía llegar a ser eso, pero confiaba y respetaba las capacidades de su pareja.

Alzó su mano derecha y acarició con dulzura la mejilla del mayor, acto que le hizo inclinar más su cabeza para recibir sus mimos con soltura y Hyungwon sonrió levemente.

- Ve a dormir una siesta, cariño... Te la has ganado.

- Estoy bien, solo será un instante... Llevo a Jooheonie a la cama y te ayudo con el papeleo - Sus ojos se mantenían cerrados y su ceño ligeramente fruncido por el constante sol, pero su tono de voz era suave y calmado, mientras sus manos seguían frotando el cuerpito de Jooheon.