~ Sexto

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Temprano en la madrugada, Jooheon se removió en sus sueños infantiles. Sentía como las caricias de unas manos cálidas recorrían sus mejillas con dulzura, haciéndole cosquillas por el tacto suave en ellas, y con una sensación de tranquilidad, despertó lentamente. Sus ojitos no estaban aún acostumbrados a la oscuridad, por lo que pestañeó varias veces con su ceño ligeramente fruncido e, incorporándose un poco, miró a su alrededor.

¿Dónde estaba? Esto no era la casa de la abuela, ni tampoco su casa. Miró a su alrededor mientras se incorporaba sobre sus rodillas, Y al no poder reconocer donde estaba, por que la oscuridad de la habitación no se lo permitía, empezó a sentir miedo y angustia porque esas formas cercanas le asustaban. Entonces, a su lado reconoció a Hyungwon y recordó un poco, pero este no se movía y eso hizo que el bebe terminara por sollozar preocupado.

Hyunwoo empezó a escuchar un leve llanto entre sus ensoñaciones, no comprendía muy bien pero tardó en reaccionar, hasta que despertó sobresaltado y vió al pequeñito allí en mitad de su cama. Tardó unos segundos en darse cuenta y reaccionar, se giró a prender la lámpara sobre su mesa de noche para iluminar la habitación, tomó sus anteojos para ponerselos y luego buscó con la mirada al menor.

— ¿Jooheonie, qué sucede? — Preguntó en un bajo murmullo, su voz sonaba grave y rasposa propia de haberse despertado hacía poco, mientras se sentaba con cuidado para acercarse un poco más al infante.

Frente a él, Jooheon le miraba como sobresaltado y con gruesas lágrimas recorriendo su rostro, marcando un gran puchero en sus apretados labios y negando suavemente. Un poco inseguro, el menor elevó sus bracitos hacia el moreno y los estiró, esperando por él, Hyunwoo frunció el ceño, momentáneamente confundido, pero rápidamente se le acercó para alzarlo con cuidado. Ya en la protección de sus brazos, el bebé se aferró a su camiseta de dormir y ocultó su rostro contra el pecho del adulto.

— ¿Qué ocurre, pequeño? ¿Por qué lloras? — Hyunwoo intentó de nuevo, mientras le acariciaba la espalda suavemente para calmar un poco sus nervios.

— Won... Hyundwon — Murmuró el menor suavemente.

Hyunwoo frunció nuevamente el ceño y le dió una breve mirada a su pareja, quien dormía profundamente a su lado. Evidentemente, el agotamiento que tenía era tanto que no se había percatado del llanto del bebe, por lo que se recostó nuevamente y con cuidado, esta vez con el menor descansando contra su cuerpo, y para mostrarle que el castaño estaba bien, se le ocurrió una idea.

— Wonnie está durmiendo, bebé, mira... — Le pidió, llevando su mano izquierda hasta los despeinados cabellos de su novio. Cuando Jooheon descubrió su rostro y giró para verlo, Hyunwoo siguió hablando con voz tranquila — Vamos a jugar con él, así despertará.

Conociendo bien el sueño pesado del contrario, Hyunwoo comenzó a tirar suavemente de sus cabellos, luego a tocar su nariz, rozar sus mejillas lentamente, apretar su labio inferior y después bajar hasta la piel de su cuello para apretar ligeramente y tirar de ahí varias veces. A los pocos minutos, Hyungwon, cansado de sentir sus molestas caricias, abrió sus ojos con dificultad y le dedicó una mirada de enojo.

— Deja dormir, Hyunwoo — Rogó con su voz rota y pesada, sus párpados batallando por no cerrarse.

Pero entonces, la tímida vocecita de Jooheon diciendo su nombre le hizo reaccionar y sus ojos se abrieron por completo, recordando súbitamente todo lo ocurrido en la noche anterior y prestando atención al infante sobre el pecho del moreno.

— Buenos días, Wonnie — Hyunwoo habló suavemente con una ligera sonrisa, mientras que Jooheon le veía con sus ojitos brillante por el llanto y una manito en su boca.

Serendipia || ShowhyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora