Hyungwon sintió una suave caricia sobre la mejilla y alzó la vista rápidamente, parpadeando con dificultad y sueño sus ojos para mirar a su lado, donde Hyunwoo ocupaba el asiento del conductor.
Su pareja mantenía su vista sobre la carretera, pero en su rostro se dejaba ver una tierna sonrisa, gesto que confundió un poco al castaño, hasta que recordó haber estado hablando con él mientras viajaban hasta la casa de los padres de Hyunwoo.
- ¿De que te ries? - Bromeó el menor de los dos, con su voz pesada y frotando sus ojos con las manos.
Hyunwoo negó suavemente con la cabeza, su mano libre subiendo hasta su mentón para acariciarlo pensativamente como siempre hacía, y luego dijo simplemente: - Nada, solo... me dejaste hablando solo, cariño.
Hyungwon rió avergonzado y se dejó caer contra el asiento, cerrando los ojos un momento antes de disculparse con un puchero infantil en sus labios. Volvió a ver a su pareja y la sonrisita de Hyunwoo se había extendido, ahora mostrando sus dientes, y luego inclinó un poquito su cabeza hacia un lado.
- No fuiste el único - Dijo entonces, dando una rápida mirada por el espejo retrovisor y luego al castaño a su lado.
Intrigado por saber a qué se refería su pareja, Hyungwon se giró a ver al pequeño que también viajaba con ellos, en la parte de atrás del auto.
Cuando vió a Jooheon allí, cómodamente sentadito en la butaca que les había prestado Hoseok, abrazadito al señor Kun y profundamente dormido, su corazón se derritió de ternura al notar como el menor descansaba su cabecita contra la del peluche y su mejilla abultada se deslizaba sobre el.
Quien pudiera pensar que aquél pequeñín tan adorable y tranquilo, pudiera haber estado en cualquier otro lado en este preciso momento, siendo que era la mañana del 24 de diciembre y ellos se dirigían hacía un pueblito perdido en medio de otra provincia de Seúl, con varios kilómetros por recorrer todavía. Hyungwon se sentía en paz al estar así con ellos, de poder pasar tiempo juntos así... como una familia.
"¿Podría pasar en algún momento?" Se imaginó el castaño, casi inmediatamente tras regresar sobre sí para mirar otra vez hacia el frente. Miró a su pareja por un segundo en silencio, admirando su bonito perfil contra los débiles rayos matutinos del sol. Habían salido de casa muy temprano, aún siendo de noche fuera, y luego de varias horas viajando, por fin el dorado astro empezaba a alzarse por el horizonte para aclarar a su alrededor. Hyungwon siguió viéndole tan perdido en su interior que no notó como la mano del moreno envolvía la suya en un cálido apretón, hasta que éste ejerció un poquito de presión sobre sus pálidos dedos.
- ¿En qué estás pensando, cariño? - Le preguntó, dándole un breve vistazo antes de regresar sus ojos al camino. Pero fue el tono con que dijo su pregunta lo que sorprendió al menor de los dos. Hyunwoo había hablado con una tranquilidad y dulzura como si él ya supiera sus pensamientos más profundos, y como si él también tuviera las respuestas a sus dudas.
Y era exactamente eso, lo que le había hecho enamorarse tan profundamente de él. Este hombre lo volvía loco de tantas maneras diferentes...
Sin embargo, no quiso hacer reales sus pensamientos en ese momento. Ya tendrían otro momento donde poder hablar sobre ello con más seriedad.
- Pensaba en tus padres, ¿Cómo crees que reaccionen a Jooheon? - Preguntó entonces, queriendo centrarse en algo que también ocupaba espacio en su cabeza, pero con menor intensidad.
Hyunwoo lo pensó durante un instante, su ceño fruncido ligeramente en el proceso, pero luego solo se encogió de hombros y sonrió, llevando la mano del castaño con la suya entrelazadas hasta la palanca de cambios.
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Serendipia || Showhyung
FanficHyungwon es enfermero, con especialización en emergencias y catástrofes. Una noche, luego de un llamado inesperado que solicitan de su ayuda, regresa a casa con un pequeña y llorosa bolita bajo su abrigo. Su pareja Hyunwoo, quien le recibe al llegar...