Capítulo 12

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A Jennie le temblaron las piernas

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A Jennie le temblaron las piernas. Cayó de rodillas. Dejó resbalar la pistola por su mano, hasta el frío suelo. Lisa la miró, sorprendida. Luego miró a Ariana. Le tomó el pulso, que cada vez iba a menos. Estaba muerta.

- Dios mío... - Jennie empezó a llorar. - he matado a una mujer... La voz le temblaba y la respiración se le empezó a entrecortar. A Lisa parecía que ese estado no le sorprendía. Ella había matado demasiado. Y parecía que, para la morena era la primera vez. Lisa se arrodilló a su lado.

- Shh... tranquila... - le frotó los brazos y la abrazó. - Eeehh, lo tenía merecido.

- ¿Por... qué... no te... sol... taste... de su bra... zo? ¡Es u... na mu... jer! Eres... mu... cho más... fu... erte... - dijo sollozando. Casi no se le entendía, pero Lisa sacó conclusiones de sus palabras sueltas.

- No sabes lo entrenada que está Ariana. Además, estaba desarmada, si me libraba de su brazo, me dispararía igualmente. - Jennie la abrazó fuerte.

- Nunca... más... - murmuró contra su hombro.

- ¿Nunca más qué? - dijo besándole la frente.

- Nunca más me des este susto... - le cogió la mano y se la puso sobre un pecho. El corazón le iba a mil. Después de unos minutos más tarde, Lisa se dio cuenta de lo que estaba tocando. Y no tardó en reaccionar. Le acarició la teta.

Su respiración se agitó. Aún en una situación así, a Manoban le hubiera gustado tranquilizar a Jennie con caricias, besos... y mucho más. Sintió como el pezón se le erectaba entre sus dedos. La morena se apartó. Aun con la respiración más parada.

Tenía las mejillas húmedas, los ojos color pardo inundados en una capa de lágrimas y... a pesar de ello, un precioso rubor le cubría la cara.

- Lisa... - murmuró. Quería levantarse pero sus piernas aún no le respondían. La mencionada la miró apenada.

- No te creas nada de lo que Ariana ha dicho.

- No lo he hecho... yo no pienso eso de ti.

El corazón de Lisa se aceleró. ¿Por qué mierda siento esto? Jennie no era una de esas chicas malas... Jennie no era una cualquiera. La gatita era dulce. Pero... ¿Y si volvía a suceder lo de Sunmi? Estaba claro que ella no pertenecía a la mafia coreana.

Pero... ¿Y si se volvía a enamorar? No... no, joder. Lalisa Manoban nunca había estado enamorada. Nunca. Y Nunca lo estaría. Sunmi solo había profundizado algo más. Unos cuantos te amo sin sentido... que no significaban nada, ni para la agente, ni para su ex. Miró a Jennie no se parecía nada a Sunmi... ella era diferente. Era... Especial.

𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻 𝑯𝑬𝑹                JENLISA GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora