Capítulo 13

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Entraron de nuevo al chalet de Lisa

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Entraron de nuevo al chalet de Lisa. Ella se quitó el jersey de licra, dejando ver sus músculos, tensados.

- Son las tres de la mañana, deberíamos estar durmiendo. - Dijo Lisa fastidiada - como te vuelvas a intentar escaparte, te tendré que castigar - dijo con un tono más pícaro.

Jennie arqueó las cejas. Preparándose un vaso de leche caliente, porque había perdido el sueño, la miró descarada. Aunque no estuviera excitada, los pantalones de licra negro se apegaban a los fuertes muslos de Manoban... a los ejercitados gemelos... y a su potente miembro.

- ¿Castigarme, tu a mí? - Dijo ella riéndose - te queda bien este traje negro. - murmuró sonriente. Lisa le devolvió la sonrisa.

- Te pone. - le masculló, sin ningún escrúpulo.

- Yo no he dicho eso.

- Lo digo yo. - Lisa se sentó en el sofá.

Jennie cogió el vaso de leche de dentro del microondas. No quiso seguir discutiendo.

- Auch. - se quemó y dejó el vaso en la encimera. Fue a sentarse al lado de la castaña, a mirar de nuevo el televisor, hasta que se enfriara un poco. Pero la castaña la cogió sentándola a horcajadas encima de ella.-

Le dio un rápido beso a la boca.

- A mí sí me pone está Jennie enfadada.

- ¿Estás muy necesitada, verdad? - masculló alzando las cejas. Intentó levantarse pero Lisa la apretó más hacia a ella.

- ¿Qué fue lo de antes?

- ¿El qué?

- Que te marcharás de esa manera. - La miró a los ojos - no me digas que no quieres que te folle, cuando escuché que días atrás te masturbabas después de que intentara saborear tu dulce co...

- ¿Puedes ser algo más fina? - dijo Jennie más sonrojada que nunca.

- Eres adorable cuando te sonrojas.

Jennie bufó. Esa mujer la sacaba de quicio.

- ¿Entonces? - reprendió Lisa.

- Digamos que mis anteriores experiencias no fueron muy buenas. - mintió y fue sincera a la vez.

- Pero conmigo sería distinto.

- ¿Cómo puedo saberlo?

- Probándolo.

- ¿Tantas ganas tienes de acostarte conmigo? - Puso los ojos en blanco -Ahora, va en serio Lisa... eres una mujer que podría conseguir a cualquier otra chica... ¿Por qué yo? ¿Por qué te rechazo y eso te pica?

- No. Por el simple hecho de que eres especial.

Lisa tumbó a Jennie en la cama de la habitación de invitados, donde se había instalado ella. La besó con tanta fuerza que se quedó hasta sin aliento. Hambrienta, parecía hasta desesperada. Deseaba tanto a Jennie y si, especial... diferente.

𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻 𝑯𝑬𝑹                JENLISA GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora