Siete

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—¿Entonces me citaste aquí solo porque no sabes donde hacerte un corte?— él asiente repetidas veces con una expresión de pura inocencia.—

—Si estás libre, claro. No quiere interrumpir en nada de tus asuntos, supongo que debes de estar muy ocupada.— Hablaba mientras se rascaba su nuca, causando una ligera risa de mi parte, que me fue imposible guardarla.—

—Para tu suerte y la de tu cabello, conozco una buena barbería donde te podrían hacer un gran corte— sonrío sin evitarlo, causando que imitara mi acción—

Salir a este tipo de cosas tan aleatorias era imposible, teniendo en cuenta que con quien más hablo es con SooA, y ella mantiene ocupada. Normalmente solo me enfoco en mi trabajo y, aunque sé que puedo sacar de mi tiempo para el ocio, no lo hago para no distraerme o relajarme tan fácil. Una excusa tonta, pero así es.

—¿No te interrumpo nada?— niego lentamente, creando un suspiro de alivio por su parte— te juro que no te llamaría por esa bobada, pero el barbero de mi padre solo hace cortes militares y mis amigos se hacen sus cortes solos ¿por qué crees que tengo cabello así de largo?— ¿por qué para hablar parece nervioso todo el tiempo? Debe de ser cosa de él— Normalmente no me importa, pero sé que para DalMi le será importante el evento y se cuanto esas personas que asisten, critican hasta la minúscula molécula de polvo, entonces espero hacer las cosas bien. —hablaba a la velocidad de la luz— ¿te imaginas presentarme allí con un corte militar?— esconde su rostro con sus manos en un intento de vergüenza con solo pensar en el hecho—

—Ya, deja el drama. Ya te di la solución, no hay que pensarlo más como un problema— la situación me generaba gracia, no lo negaré. Ver al Nam Do San que en cartas transmitía un Aura de seguridad, pareciendo un cachorro perdido era sin duda gracioso—

— Al menos si no sale bien el corte, podré decirle a DalMi "todo fue culpa de tu hermana"— en su rostro se veía un aire bromista mientras hablaba, regalándole una mirada fulminante de mi parte—

— Ven, damisela, te llevaré a que te hagan tu corte para que te dejen como una princesa y dar una buena imagen— comienzo a caminar en dirección a la barbería que tenía en mente pero él se quedó quieto en su lugar, abriendo sus ojos y boca en una O redonda.—

— Me tomó desprevenido ¡no me dejes atrás!— a paso rápido se posa a mi lado.— a primera vista no pareces ser del tipo que hace esas bromas—

— No lo hago, se me escapó en el momento— si bien, lo único que pensé fue en bajar la cabeza un poco avergonzada—

No era de hacer bromas, menos a alguien mayor, así fuese por unos pocos años. Nunca sabes que tan bien se tomaría la broma la otra persona, y una pequeña bromita podía terminar bastante mal. Pero de alguna manera, en ese momento sentí un ambiente de confianza como para decir lo que pensaba.

— Oh no, no me malinterpretes. Siéntete libre de hacer las bromas que quieras— alzo la cabeza mirando al frente, escuchando a lo que decía— que hayas sentido la confianza de decirlo me relaja un poco— el chico miraba para otro lado, perdido en sus pensamientos—

—Está bien, Blanca Nieves— suelta una risa por lo bajo sin bajar el paso—

—Me gusta más cenicienta— sin duda aquel comentario había causado una carcajada de las dos partes—

No demoramos en llegar a la barbería, puesto que estaba cerca del parque donde nos encontramos. En cuestión de unos poco minutos ya estábamos ahí, pidiendo la cita de Do San.

— Yoona, querida. Que gusto verte por aquí ¿traes a tu novio a mis manos?— a lo lejos veo a Song IlSoo, uno de mis primeros clientes, el cual genera un pequeño sonrojo por parte del mayor y yo—

START UP||| Nam DosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora