Cuatro

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Aria

Estábamos en la casa de Chaz y Cody había traído a Susan para poder estar con nosotros en la celebración del cumple de Paula. Nosotras habíamos ido a la cocina intentando tener un poco de privacidad para poder comentar la visita sorpresa.

— ¡Madre mía! —exclamó—. ¿De dónde la han sacado?

Jennifer bufó. — De alguna revista —se cruzó de brazos—. ¿Has visto como miraba a Cody y a Jared? Como si fuera a comérselos.

— Espero que no lo haya hecho ya —murmuré.

Las chicas me miraron y Jennifer jadeó.

— No digas eso —me tiró un paño—, no creo que hayan

sido capaces- su voz disminuyó a medida que acababa la frase. Hice una mueca y Paula suspiró mientras echaba el café en tazas—. Confío en Cody.

Cogí dos tazas de café y las llevé al patio con mucho cuidado de no caerme. Mordí mi labio mientras las tazas temblaban en mis manos. Alguien me quitó una taza y sonreí al ver a Christian.

— Gracias —besé su mejilla

— No hay de que señorita —salimos al patio y dejamos

las tazas en la mesa, donde ya había de todo.

Me senté mientras que suspiraba. Me cubrí la boca con mi mano y bostecé. Jared dio unas palmadas a mi pierna.

— ¿Estás bien? —preguntó.

Asentí. —Solo algo cansada.

Christian cogió asiento al lado de Susan y sonreí, la tendría entretenida un rato. Bebí de mi taza de café mientras que Jared entrelazaba sus dedos con los míos.

— ¿Cuándo vamos a tomarnos unas vacaciones? —

preguntó Paula.

— Cuando termine todo esto —suspiró Cody.

— Si es por mí - dijo Susan - Hablaré con mi padre y que

busque a otro para "protegerme" —hizo comillas con sus dedos—. Ni siquiera sé de qué corro peligro.

— Bueno, eso está bien, supongo - dijo Jennifer. Todos

nos quedamos callados sin saber que decir.

Abrimos la puerta y un olor a cerrado inundó mis fosas nasales haciéndome arrugar la nariz. Cody entró, después le siguió Jennifer y seguida de ella entre yo. Cody encendió la luz y sonreí al ver la casa hogareña que tenía Cody.
Había un salón, comunicado a una cocina, con barra americana, una puerta, que quizás daba a un baño y unas escaleras que subía a las habitaciones.

— ¿Hay habitaciones para todos? —preguntó Ryan

dejando las maletas en el suelo.

— Claro —sonrió—. Podéis coger la habitación que

queráis.

— ¿Vamos nena?

Jared llamó mi atención y asentí siguiéndolo escaleras arriba, cogimos una de las ultimas habitaciones. Entramos y pude observar las paredes pintadas de amarillo yema, una cama de matrimonio en medio, cubierta por una colcha blanca y unos cojines rosa pálido. El suelo era de madera, como en toda la casa y alguna de las maderas crujían. Dos mesas estaban a los lados de la cama con unas lámparas viejas encima. Un armario estaba en la otra parte de la habitación. Solté la maleta que llevaba.

— ¿Tenemos baño propio? —miré la puerta que estaba

cerrada en la habitación.

Fui corriendo a mirar y Jared rio. Abrí la puerta y vi un pequeño baño.

2. Saga Cree en mi -Recuerda DiciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora