2. Saga Cree en mi -Recuerda Diciembre

Trece

Aparqué a las afueras del puerto y bajé del coche. Abrí el maletero y después de asegurarme de que no había ningún policía, saqué el pasamontañas y me lo puse, tapando hasta mi frente. Cogí mi sub-metralleta air bullet glun. Cerré el maletero y cerré el coche. Miré hacia donde estaban los contenedores. Respiré hondo y bajé mi pasamontañas entero por si alguien me veía para no ser reconocido. Apunté hacia el frente mientras miraba hacia todos lados, entré pasando por dos contenedores rojos. Puse todos mis sentidos alerta.

Anduve con cuidado para no hacer ruido.
No sabía lo que me iba a encontrar, y eso hacía que mi corazón fuese a cien. Lamí mis labios secos y escuché varios pasos a mi derecha. Miré y el chico moreno me miró para después apuntar su arma hacia mí. Hice lo mismo y ambos disparamos mientras nos echábamos hacia un lado para ponernos a cubierto.

Maldije en voz baja y disparé a los focos que alumbraban la parte donde estábamos. Ellos no tenían que verme. Corrí para después encontrarme con alguien apuntándome. Retrocedí apoyando mi espalda en uno de los contenedores rojos. Respiré agitado y me asomé lo suficiente para poder disparar y ver caer su cuerpo al suelo. Corrí de nuevo escuchando como gritaban que me mataran, cosa que no iba a suceder.

Subí a un contenedor cuando escuché disparos. Mis pasos en el contenedor se hicieron presentes y empecé a correr mientras me disparaban. Disparé hacia abajo cuando llegué al borde del contenedor para ver a algunos caer. Salté y rodé en el suelo para no hacerme daño. Me levanté y miré hacia mi derecha, antes de encontrar a Alice tenía que matar a todos, no quería poner a mi hija en peligro, más de lo que ya lo estaba. Miré de nuevo hacia el frente y disparé mientras me ponía detrás de un barril de metal que había. ¿Con qué estaba cargado? Olía a gasolina. Oh mierda, salí corriendo de allí mientras escuchaba disparos seguidos de una explosión. Mi cuerpo cayó hacia delante debido a la intensidad de esta.

Cubrí mi cabeza con una mano y después cuando creí oportuno levanté mi cabeza mirando lado a lado aturdido. Me levanté con un poco de dificultad y miré hacia atrás para ver todo en llamas. Los trozos de maderas de las cajas estaban ardiendo esparcidos por el suelo. Un chico salió gritando mientras que se quemaba. Lo miré correr y tirarse al suelo para empezar a rodar.

Me acerqué a él y le disparé. Levanté mi mirada y me dediqué a escuchar más allá de la madera quemarse. Miré de reojo hacia la izquierda, y después hacia la derecha. Escuché unos pasos detrás de mí y me giré rápidamente para disparar. Él también disparó y sentí un roce en mi brazo mientras que veía el cuerpo del chico caer.

Me giré y seguí caminando hasta adentrarme en un almacén que había para guardar la mercancía que llegaba del puerto. Lamí mis labios, ni siquiera miré la herida de mi brazo. El dolor no era nada comparado con la sensación que sentía ahora. Saqué de detrás de mis vaqueros mi arma y tiré la metralleta a un lado. La cogí con las dos manos y miré a todos lados mientras avanzaba en guardia. Pendiente de cualquier sonido o movimiento.

Me paré y saqué la navaja que tenía en mis bolsillos. La abrí con una mano y me quedé quieto. Me concentré y después me giré lanzándola al cuerpo que había a mi derecha, haciéndolo soltar el arma y tirarse al suelo mientras que se retorcía de dolor. Me acerqué a él y le quité del pecho la navaja llena de sangre. Respiré hondo y caminé hacia una especie de cristalera, donde estaba la oficina.

Me puse delante de la puerta y la abrí lentamente y asomé primero el arma y después la empujé levemente para ver a Alice atada a una silla y con los ojos vendados. Prácticamente me quedé sin aire. Miré hacia todos lados y al ver que no había nadie corrí hacia ella y me puse el pasamontañas levantado hasta mi frente. - Alice - le quité la venda y pude ver sus ojos llorosos. Ella intentó acostumbrarse a la luz.