2. Saga Cree en mi -Recuerda Diciembre

Nueve

— Jared- dije nerviosa.

— Tranquila cariño estoy aquí - cogió mi mano.

Estábamos caminando por los pasillos del hospital mientras mi mano estaba puesta en el bajo vientre. Estaba sangrando. Miré a Jared, que lucía tranquilo mientras agarraba mi brazo y caminaba lentamente.

— Ayúdenme – rogué. .- Jared.

Me flexioné ante el dolor que sentí en mi vientre y grité. Caí al suelo de rodillas y Jared se puso frente a mí, de cuclillas, mirándome, sin hacer nada.

Abrí los ojos con dificultad viéndolo todo borroso. La imagen se volvió más nítida y vi a Jared sentado en un sofá con un bebé en brazos. Él le sonreía mientras lo miraba. Quise acercarme a ellos, pero algo me lo impedía. Una mujer se acercó a Jared, miró al bebé sonriendo. Ellos se miraron y la mujer tocó su nuca para después besar su mejilla.

Ella tocó su nuca y besó su mejilla. Quise gritar que estaba allí, pero mi voz no salía de mi garganta. Intenté salir de donde estaba. Pero ni siquiera podía respirar. Jared me miró y le aguanté la mirada, después él sonrió y besó a la chica.

Me desperté sobresaltada, casi hiperventilando y sudando. Miré a mi lado para ver a Jared plácidamente dormido. Me incorporé en la cama, estaba asustada. Limpie el sudor de mi frente y me levanté aún un poco aturdida. Abrí la puerta de la habitación con cuidado de no despertar a nadie y salí. Entré en el cuarto de baño y recogí mi pelo en una cola.

Abrí el grifo y con agua fría mojé mi rostro varias veces, para después mojar mi nuca y mi pecho. Apoyé mis manos en el lavabo y me miré al espejo mientras que el sueño volvía a revivirse una vez más en mi cabeza. Toqué mi vientre y mi labio inferior tembló.

Solté un pequeño sollozo, me arrodillé delante del inodoro y abrí la tapa echando toda la cena. Cuando me sentí mejor, tiré de la cadena y lave mis dientes. Me senté en el suelo, apoyando mi cabeza en la fría pared del baño limpiando mis lágrimas. No era la primera vez que tenía una pesadilla como esa.

Cuando me encontré mejor fui a beber un vaso de agua y después me senté en el sofá, incapaz de dormir de nuevo. Solo eran las cinco. Suspiré. Aún sentía la impotencia en interior de no poder hacer nada cuando vi a Jared y al bebé con esa mujer.

El único sentido que le pude sacar al sueño fue que yo moría en el parto y después de eso, Jared volvería a hacer su vida. Cuando recordé la mirada sin expresión de Jared me estremecí.

— ¿Nena? - escuché murmurar a Jared.

¿Cuánto tiempo me había llevado pensando? Miré hacia la puerta del salón y vi a Jared aparecer adormilado. - ¿Qué haces aquí? - pasó una mano por su pelo desordenado.

— No podía dormir - susurré. Jared se acercó a mí, sentándose a mi lado.

— ¿Otra pesadilla? - pasó su brazo por mis hombros y me acercó a él.

Apoyé mi cabeza en su hombro desnudo y apoyé un poco mis piernas en él y puse uno de mis brazos en su pecho.

— Si - murmuré. Jared me estrechó más contra él y suspiró pasando sus dedos por mi brazo, de arriba abajo.

— ¿Qué ocurría en tu pesadilla? - me preguntó.

— Nada importante - murmuré.

— Es importante, o si no, no estarías aquí, sin poder dormir. Sé que todo esto te preocupa, solo estoy pensando que es lo mejor para nosotros.

Me levanté - ¿Y qué es lo mejor para nosotros, Jared? ¿Sentarnos aquí a esperar que nos maten por el maldito territorio?

— No tienes derecho a opinar sobre nada de esto- se levantó y cerró la puerta del salón para no despertar a Kristen y Ryan.