Olivia Manheim, después de ser aceptada en la universidad de sus sueños junto a sus mejores amigos, se adentra a la vida de una universitaria experimentando el amor, desamor y el amor propio.
Al fin viernes, al fin vacaciones, hoy viajaba junto con Joe, Sofia y Ethan de regreso a casa, mi familia me hace tanta falta. Había tomado una decisión y hoy hablaría con Joshua, lo llamé para verlo en las gradas del campo de futbol.
Caminaba por el lindo jardín que tenia la Universidad, recordaba como hace meses pasaba mi tiempo con Joshua siendo mi mejor amigo, ambos recostados bajo la sombra de los árboles.
Llegué a las gradas y a lo lejos lo vi, sentado en la ultima grada. ¿No podía elegir una más cerca? Con mi pésima condición pude llegar, con falta de aire, pero llegué. Lo saludé agitando mi mano y me senté junto a él.
—Que bonita te vez hoy – me sonrió
—Gracias – reí un poco y sentí mis mejillas tomar color – lastima desperdiciare un buen Outfit sentada en un avión
—No necesitas un buen outfit para verte bonita – vuelvo a sonrojarme
—Oh vamos, Josh, deja de hacer eso – ambos reímos
—Estos lugares me traen buenos recuerdos, cuando empezábamos a conocernos – asentí con la cabeza sonriendo
—No lo hagas más difícil – sonreí débilmente
—¿Qué pasa? – me miro confundido
—Josh, creo que deberíamos tomarnos un tiempo, para pensar sobre nuestra relación, las cosas no van bien últimamente y creo que eso sería lo mejor – dije seria mientras veía como su sonrisa desaparecia de su rostro
—¿Un tiempo? – dijo viendo a la nada
—Si, solo las vacaciones, regresando podemos volver a intentar y ver... - me interrumpió
—Pero Liv, yo te amo – lo mire sin saber a dónde quería llegar
—Yo igual a ti, Josh, pero sabes que hemos peleado últimamente y nuestra relación no va por el mejor camino – él asintió sin mirarme
—Esta bien, si así lo quieres, respeto tu decisión – yo asentí y me puse de pie
No sabia como despedirme exactamente, sentía un hueco en el pecho, como si algo de mi se hubiera arrancado en ese momento.
—Nos vemos, Josh, ten buen viaje a casa – le sonreí y me giré para regresar por donde vine
—Espera – dijo sosteniendo mi brazo delicadamente
Me giré y él me tomó de las mejillas acercando su rostro al mío, sin dudarlo más unió nuestros labios en un beso profundo y lento, deslizo sus manos hasta posarlas en mi cintura y mis manos enrollaron su cuello jugando con sus pequeños rizos de la nuca, no quería que este momento acabara, pero la falta de aire se hacia presente. Nos separamos y nos dimos un corto abrazo
—Llámame cuando llegues a tu casa, te amo – me dio un corto beso y ambos nos marchamos en distintas direcciones.
...
Llegamos a casa, mamá paso por nosotros al aeropuerto y después de dejar a Sofia y Joe en su casa mamá, Ethan y yo llegamos a comer a un pequeño restaurante local cerca de mi casa.
En unos días Milo y Meg vendrían a casa, ya quería ver lo mucho que había crecido la barriga de Meg, la imagino preciosa y estoy segura de que así se verá.
Decidí aun no contarle a mi familia sobre los problemas entre Joshua y yo, así que cuando mamá preguntó por él le dije que estaba bien, que lo vería regresando, no mentí, simplemente omití algunas cosas.
...
Hoy llegaba Milo, escuché un auto estacionarse, apuradamente me levanté de mi cama y me asomé por la ventana y efectivamente eran ellos. Bajé emocionada a recibirlos, abrí la puerta y pude ver a milo tomando la mano de Meg, ella con un lindo vestido que dejaba notar su ya abultada panza, se veía tan tierna, me emocionaba saber si tendré un sobrino o una sobrina, estaba llena de ternura.
—¡Hola! – corrí a abrazarlos
—Hola, linda –Meg me recibió con un cálido abrazo
—Hola, pequeña –Milo me abrazo también
Me detuve frente a Meg y me agaché un poco para quedar a la altura e su barriga, tome su pequeña panza con ambas manos y le hable como si el pequeño ser que la habitaba fuese a escucharme.
—Hola, pequeñito o pequeñita, en realidad aun no se, solo se que aun no te conozco y ya te amo con todo mi corazón y ya eres mi sobrino favorito – ellos me miraban con ternura y yo solo era feliz
Después de eso entramos a esperar a mamá que aun no llegaba de trabajar, aunque para mi eran vacaciones ella aun tenia trabajo.
Milo salió a comprar cosas para preparar la cena y me quede sola con Meg.
Aun sentía que debía contarle a alguien mi pequeño problema con Josh, decidí hablar con Meg, ella ya esta casada, algún consejo podrá darme, así que me arme de valor y le conté mi situación, ella me miraba atenta y asentía con si cabeza indicando que esta comprendiendo todo, algunas veces así preguntas para aclarar ciertas cosas y yo proseguía contándole.
—¿Crees que hice bien en cuanto al tiempo? – dije refiriéndome al tiempo que nos tomamos Joshua y yo
—Creo que fue la mejor decisión – Meg me sonrió – todas las parejas tenemos problemas – yo asentí – Escucha, si él vuelve es porque le interesas y si él ya no vuelve, tomaste la mejor decisión de tu vida
Escuchar a Meg me daba tranquilidad, tenia una muy buena relación con mi familia, pero esa conexión con Meg era poderosa, sentía que ella me entendía y comprendía lo que yo pasaba.
...
Estaba hablando con los chicos en un grupo que tenemos Sofia, Joe y yo, hablábamos de cosas sin sentido, hasta que llego un mensaje. Un mensaje que provenía de Joe, quien se encontraba de visita en casa de sus abuelos que viven en Oceanside, donde también vive Joshua.
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Leer ese mensaje rompió todas aquellas esperanzas de volver con Joshua. Al ver esa foto, sentí una presión en el pecho, un nudo se comenzó a formar en mi garganta, mi pulso se aceleró, no supe que responder a ese mensaje.
