ɪ ᴛʜɪɴᴋ ɪ ᴋɪɴᴅᴀ, ʏᴏᴜ ᴋɴᴏᴡ (ᴊᴏsʜᴜᴀ ʙᴀssᴇᴛᴛ)

Capítulo 22: Game over.

Desperté y vi a las chicas a mi alrededor, me levanté para tomar una ducha rápido y cuando salí, Julia fue la que entró después de mí y así hasta que todas estuvimos listas y partimos a nuestras respectivas clases.

Las clases pasaban algo lentas y aburridas, me la pasaba atenta a lo que dijeran los profesores, pero de la nada me perdí en mis pensamientos.

Hoy era el segundo partido de Matt, iría a verlo y me pondría la camisa que él me regaló, cada vez tenía más claro que era Joshua con quien quería estar, pero ahora entraba mi miedo ¿y si el solo me ve como su mejor amiga? No quería perder su amistad, no estaba segura de arriesgar nuestra amistad por una relación que no sabemos si va a funcionar. Todo esto del amor era tan complicado. Mis pensamientos se vieron interrumpidos por una voz que me sacó de mi trance.

–¿Verdad señorita Manheim? – para cuando pude reaccionar toda la clase me miraba y yo no entendía nada de lo que estaba pasando.

–Lo siento profesor, no estaba poniendo atención – dije siendo sincera.

–Bien, salga de la clase, Manheim – dijo, él era muy estricto.

–Pero profesor, no hice nada – dije pidiéndole que no me sacará de la clase.

–Exacto, le pido que salga y la próxima vez que entre a mi salón que sea con la disposición de aprender y no venir a desperdiciar mi tiempo – dijo elevando un poco la voz y yo solo asentí y tomé mis cosas.

Salí del salón y decidí ir a mi habitación y ponerme la camisa para el partido de Matt, así que me dirigí a mi habitación, ya cuando estuve ahí, tomé mi ropa y me cambié. Iba camino a la cafetería ya que en 20 minutos era el almuerzo y cuando pasé por un salón pode ver a Joshua sentado en su clase, me quedé observándolo unos minutos, se veía tan lindo poniendo atención, sus rulitos desordenados caían por su frente mientras él anotaba lo que estaba en la pizarra, podría pasar horas viendo lo lindo que es, pero nuevamente una voz me sacó de mi trance.

– ¿Qué haces ahí? – dijo esa voz familiar, me giré para verlo y efectivamente era él.

–Babe, hola – dije y lo abracé.

–Que linda te queda la playera, amor – dijo dándome un corto beso en los labios.

–Gracias, lindo – dije viéndolo.

–¿No deberías estar en clase? – dijo mientras caminábamos para la cafetería.

–Si, bueno, me sacaron de clase – dije con una risa nerviosa.

–Pero ¿Por qué? – dijo mi novio preocupado.

–Tranquilo, te prometo que no vuelve a suceder, solo estos días he estado un poco distraída – dije haciendo una mueca.

–¿Todo bien, amor? – nada estaba bien.

–Si, babe, todo bien – dije mientras entrabamos a sentarnos en una de las mesas.

Seguimos platicando durante unos minutos, hasta que la campana sonó, indicando que era la hora del almuerzo, la cafetería comenzó a llenarse de alumnos, yo miraba constantemente a la puerta esperando verlo entrar.

–¿Esperas a alguien? – dijo Matt frunciendo el ceño.

–No – dije sin despegar mi mirada de la entrada.