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Tzuyu tenía sus manos entrelazadas bajo su barbilla, miraba fijamente a su pequeño hijo en el sofá de su oficina mientras el bebé regordete jugaba muy entretenido con el viejo conejo de peluche. 

Eunwoo se veía como cualquier bebé inocente, abrazaba y mordisqueaba al peluche soltando balbuceos, risitas y grititos de emoción, toda una escena verdaderamente tierna. 

Sin embargo, Tzuyu aún no lograba procesar todo lo que su bolita de algodón había hecho horas atrás acompañado del pequeño Yoo Jungkook.

El pequeño Yoo era conocido en la estancia infantil por romper cualquier cosa que estuviera en su paso, definitivamente herencia de su madre, Jeongyeon. 

Pero aún así, solía ser bastante cariñoso y tranquilo, gracias a Nayeon. 

Cuando SoHye, la chica a cargo de los bebés había llegado hasta ella para " devolver " a Eunwoo, Tzuyu llamó a Jeon y pospusieron la reunión para tres horas más tarde, ella esperaba recibir una negativa pero se alegro al escuchar que Jeon aceptó de inmediato, alegando que necesita buscar quién cuidara de su hijo, Tzuyu se sorprendió porque a su buena amiga también le habían devuelto a su bebé así que entonces se les ocurrió sería buena idea investigar lo que había pasado a través de las cámaras de seguridad.

Una ventana rota, pintura derramada, comida esparcida por el suelo, el estante de juguetes estaba vacío y todos los juguetes regados por todas partes, talco de bebé flotando en el aire, y como cereza del pastel, vomito de bebé sobre la pobre chica. 

Eunwoo y Jungkook habían hecho de las suyas, incluso los demás  pequeñitos estaban asombrados de ellos, celebrando cada una de sus travesuras con risitas y aplausos.

Eunwoo se estiraba y se ponía de puntitas, intentando alcanzar una bola con figuras geométricas que estaba sobre el estante de juguetes, al no alcanzarla comenzó a escalar pero rápidamente su pancita regordeta lo llevó de vuelta al suelo, rodando por el piso acolchonado.

El pequeño Kook se había acercado a Eunwoo para ayudar, el hijo de Jeon tenía dos años por lo que le era más fácil alcanzar el juguete, pero se le ocurrió la gran idea de subirse al muele, su camisita había quedado trabada de una esquina y al bajarse, hizo tambalear todo el estante provocado que todos los juguetes cayeran al suelo.

Lo demás había sido cuestión de berrinches, Eunwoo quería volver con su madre y estaba furioso, su ceñito fruncido mientras lanzaba el control contra la chica era una clara señal, también le había devuelto sobre el vestido la papilla de pera que tuvo acumulada en sus mejillas. 

Jungkook había sido el responsable de la ventana rota y del talco en todo el lugar, a Eunwoo le pareció divertido cuando Kook aplastó sin querer la botella que contenía el polvo blanco y al pequeño Yoo le había gustado tanto la risita de Eunwoo que siguió presionando la botella, cuando se acabó el contenido seguido con otra y así sucesivamente hasta que la chica estaba casi llorando sin ningún éxito al tratar de controlarlos y cuidar al resto de los bebés. 

— Wooah. 

— ¿ Es todo lo que dirás ? 

Jeongyeon se encogió de hombros a su lado, ambas han visto la cinta de grabación y estaban considerablemente asombradas.

— ¿ Compraré la ventana ? 

— Claro que lo harás, Jungkook la rompió. 

— Bueno, tiene bastante fuerza. 

— Y muy mala puntería en el fútbol. 

— Al menos hay que ver el lado bueno. 

— ¿ Acaso hay algún lado bueno ? 

– A Jungkook le agrada Eunwoo. 

Las adultas giraron la mirada, hasta los niños en el sofá. 

Jungkook estaba dormido abrazando la pierna regordeta de Eunwoo, a quien parecía no importarle y seguía jugando con su peluche viejo. 

Tzuyu y Jeongyeon rieron, hasta que se dieron cuenta de que las carpetas con las hojas para la reunión han sido utilizadas para hacer barquitos de papel, pintados con marcadores que el mismo Jeongyeon le había pasado a los niños para jugar mientras ellos veían la grabación. 

Jeongyeon se acercó a su hijo que seguía dormido en el sofá, lo tomó en brazos bajo la atenta mirada de ceñito fruncido que le daba Eunwoo acompañado de balbuceos que muy probablemente eran insultos en su idioma infantil, y se giró para ver a Tzuyu. 

— Bueno Tzu, tienes dos horas para hacer de nuevo las estadísticas, te veo en la reunión. 

Estuvo a punto de negarse, claro que si, pero recordó que el día anterior no había asistido al trabajo y bueno, aunque Jeon era su amiga también era su jefa.

Lo principal sería encontrar una solución para poder trabajar y al mismo tiempo cuidar a Eunwoo, una extraña sensación de que algo saldría mal se instalo en su pecho, pero decidió ignorar la alarma.

Cuando Eunwoo iba con Sana al trabajo siempre era una bolita de ternura y buenos modales.

Así que no podría ser tan difícil cuidarlo ¿ Cierto ?

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𝐔𝐍𝐀 𝐒𝐄𝐌𝐀𝐍𝐀... ¿𝐂𝐎𝐍 𝐌𝐀𝐌𝐀?  |「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora