→ Segundo Pucherito ←

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— ¿ Recordarás todo amor ? 

— Claro que si amor, no te preocupes. 

Tzuyu y Sana se encontraban en la central de autobuses, despidiéndose antes de que el autobús rentado saliera rumbo al bosque. 

Sana le había dado una enorme lista de consejos y recomendaciones para cuidar al bebé de mejillas suavecitas.

No lo dejes sólo. 

No le des tanta azúcar. 

No dejes que juegue con marcadores. 

Claro que no habría más marcadores para Eunwoo, no de lo sucedido con sus canciones.

La esperanza que había tenido en el USB también desapareció cuando reviso los archivos y solo había fotos y vídeos de Eunwoo, obra de Sana por supuesto. 

Revisa su pañal cada hora. 

Definitivamente haría eso porque no quería lidiar con un bebé apestosito y llorón.

Siempre ponle zapatos y calcetas. 

No le des tantas galletas. 

Besa sus mejillas antes de dormir. 

Bañalo solo dos veces al día. 

Su leche debe estar a temperatura ambiente. 

Lleva siempre un chupete

Manten cerca al señor conejo. 

No dejes que se lleve nada a la boquita. 

Nunca le quites la vista de encima ni sueltes su manito. 

Vigilalo cuando este caminando. 

Tzuyu ni siquiera estaba segura de haber entendido todo o de si esas eran todas las recomendaciones, pero mantendría a Eunwoo cerca todo el tiempo, claro que si. 

Media hora después Sana había subido al autobús sin que Eunwoo se diera cuenta, pues el bebé comenzaría a llorar si la veía irse. 

Tzuyu la vio alejarse y suspiro, esa iba a ser una semana entretenida. 

Beso las mejillas de su bebé que seguía enfocado en quitarle la envoltura a una paleta y caminaron rumbo a la pequeña tienda que estaba dentro de la central, le puso crédito a su teléfono para hablar con Jeongyeon y se encaminó a la salida, afortunadamente Eunwoo iba bastante tranquilo recostado en su hombro. 

Tzuyu estaba a punto de salir de la central cuando un policía lo detuvo. 

— Señora deténgase un momento por favor. 

La pelinegra lo miró confusa pero se detuvo. 

— Muestreme lo que lleva en su mochila. 

Tzuyu frunció el ceño. 

𝐔𝐍𝐀 𝐒𝐄𝐌𝐀𝐍𝐀... ¿𝐂𝐎𝐍 𝐌𝐀𝐌𝐀?  |「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora