→ Décimo Pucherito ←

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— Ya, ya Eunwoo tranquilo. 

El llanto y los gimoteos del bebé parecían no querer detenerse. 

Apenas algunos minutos atrás Eunwoo estaba en perfectas condiciones jugando como siempre con su viejo peluche sobre la alfombra, incluso había estado arrojándoselo a Tzuyu a propósito cuando estuvo cocinando, pero de un momento a otro cuando quiso comer la galletita de vainilla comenzó a llorar y desde  ese momento no se había detenido. 

— ¡ Mami ! 

Gruesas lágrimas se deslizaban por las rojas mejillas rellenitas de Eunwoo, su diminuta nariz estaba completamente roja, incluso sus ojitos se estaban poniendo irritados a causa del llanto. 

Tzuyu se encontraba de pie balanceando su cuerpo de un lado a otro, luchando por calmar a su pequeño bebé quien estaba recostado sobre su pecho aferrado a su camisa, la cual ya estaba húmeda de tantas lágrimas. 

Ya había hecho de todo, pasearlo por el departamento, ponerle dibujos animados en la TV, darle papilla de diferentes frutas, ponerle el biberón con leche de colate sobre sus delgados labios para que lo probara, hizo extrañas muecas para tratar de animarlo, incluso había  hecho una voz ridículamente infantil para jugar con el desgastado peluche de Eunwoo, pero absolutamente nada lo tranquilizaba. Rechazaba la comida y se negaba a alejarse de su pecho, sin embargo a quien llamaba entre gimoteos era a Sana. 

Pero ni siquiera la nota de voz de Sana cantando logro tranquilizarlo.

— Ya cosita bonita, deja de llorar ¿ quieres volver a pintar sobre mi ? – Tzuyu agarró unos marcadores que estaban sobre la mesa y se los puso en las manitos a Eunwoo – anda amorcito, pintame. 

El bebé la miro un momento sin dejar de gimotear pero negó y los dejo caer al suelo para esconder su carita en el cuello de Tzuyu y seguir llorando. 

La Chou mayor, mordió sus labios frustrada y triste, se sentó mal por su bebé, ya no sabía que hacer para tranquilizarlo había intentado llamar a Sana, pero la llamada no entró. 

— ¿ Qué pasa cielito ? ¿ Te duele algo ? 

— M-mami. 

— ¿ Extrañas a tu mami ? Ella vendrá pronto no estés triste. 

Tzuyu camino hasta su habitación una vez más y busco su teléfono entre sus cosas, iba a llamar a Sana una vez más cuando la pantalla se iluminó mostrando la vídeollamada entrante de Sana, inmediatamente pulso el botón verde para recibirla. 

— Dios Sana estaba por llamarte, necesito que me ayudes, ya no sé que hacer. 

Sana borro su sonrisa y una expresión llena de preocupación inundó su rostro al ver y escuchar a su pequeñito llorar. 

— ¿ Tzu qué sucede con Eunwoonie ? 

— No lo sé, simplemente empezó a llorar y no quiere detenerse.

Eunwoo levantó su cabecita rápidamente al escuchar la voz de su mamá Sana, la vio en la pantalla del teléfono y se lanzó hacia el móvil pensando que su madre podría atraparlo en brazos. 

— ¡¡ Eunwoo !! 

El grito asustado de la rubia sonó en la habitación a través del teléfono al lograr ver a su bebé rebotar sobre el colchón de la cama. 

La pelinegra mayor logro tomarlo de las piernitas antes de que volviera a rebotar y terminará en el suelo, se sentó sobre la cama y sostuvo al bebé llorón sobre su regazo. 

Tzuyu le contó lo que había pasado a Sana, desde que se levantaron, hasta que Eunwoo había empezado con su interminable llanto. 

— Y ya no sé que hacer ¿ debo llevarlo al doctor ? 

— No lo creó – Sana lo pensó un momento – ¿ revisaste su boquita ? 

— ¿ La boca ? 

— Si, es muy probable que su llanto sea porque le piquen o le duelan sus encías, a Eunwoo le están saliendo los dientes ¿ recuerdas ? 

Eunwoo se había mantenido quieto, sollozando pero quieto mientras observaba la pantalla del teléfono, Tzuyu aprovecho el momento y metió dos de sus dedos en la pequeña boquita de Eunwoo para abrirla y revisarlo.

Y justo como Sana había dicho, a Eunwoo le estaba saliendo un nuevo y pequeño diente, su encía estaba roja, probablemente le picaba pues pasaba su lengüita repetidas veces por la zona. 

Casi una hora más tarde, el bebé regordete estaba brincando sobre el abdomen de Tzuyu, Sana le había dicho como hacer que la hinchazón y la comezón se detuvieran, así que el bebé dejó de llorar y ahora estaba tan activo como siempre mordiendo todo aquello que llamara su atención, su madre Tzuyu era la víctima principal, ya tenía los brazos marcados y su abdomen estaba igualmente marcado, pero no precisamente por músculos. 

Mientras seguía en la vídeollamada, Eunwoo se acercó dando saltitos hasta Eunwoo, balbuceo para Sana y luego sonrió tan feliz que la rubia temió por Tzuyu. 

En un momento de distracción por parte de Tzuyu, los pequeños dientes de Eunwoo fueron directos a su cuello y la mordió con todas sus fuerzas haciéndola casi llorar. 

— Lo importante aquí es que estas viendo quien esta dejandome marcas. 

— Lo sé, estará así por un largo tiempo. 

— Ay dios. 

— ¡ Mami ! ¡ Mami ! 

Eunwoo soltó una risita adorable, beso las mejillas de Tzuyu y lanzó pequeños besitos a la pantalla del móvil para Sana.

☆

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𝐔𝐍𝐀 𝐒𝐄𝐌𝐀𝐍𝐀... ¿𝐂𝐎𝐍 𝐌𝐀𝐌𝐀?  |「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora