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- Porque me gustas...

Los ojos de T/N se abrieron como platos y saltó por encima de la mesa para sostener las manos del chico.

Sus ojos hacían la pregunta por ella.

- Sí, es muy en serio.- Respondió nervioso con el rostro acalorado y serio.

Los ojos de T/N volvieron a llenarse de lágrimas y rodeó la mesa para abrazarlo otra vez.

- Creo que te emocionaste demasiado.- rió ligeramente.

"También me gustas."

Shinsou retiro el cabello de T/N de su cara colocándolo detrás de su oreja y ella recargó su mejilla en la palma de la mano del chico cerrando los ojos y disfrutando de su calor.

Él se acercó y besó su frente con extrema ternura.

Ella lo jaló del cuello de la chamarra y poniéndose de puntitas lo besó en los labios.

Shinsou se mostró sorprendido al inicio pero rápidamente cerró los ojos para corresponder a ese beso tan dulce rodeando su cintura.

Al acabar el festival la llevó a casa de la mano, T/N se mostraba nerviosa y feliz, sus emociones se leían en sus ojos y eso llenaba de ternura a Shinsou.

***

Para Shinsou siempre había sido muy evidente que esa extraña chica le seguía a donde fuera, estuviera donde estuviera si prestaba la suficiente atención la encontraría.

Desde el primer día cuando ella se sentó cerca de él y le saludó supo que había algo extraño con ella y al principio sospechaba de algo turbio ya que ella lo seguía a todas partes.

Se calmó al notar que vivían en el mimo barrio y pensó que sería coincidencia que tomaran la misma ruta para volver a casa.

Fue entonces que se dió cuenta de que estuvieron en la misma secundaria.

El día en que esa carta llegó a su pupitre fue obvio que era suya, el "no hablo nunca" y su postura nerviosa lo hacían muy evidente.

A lo largo del día sintió curiosidad, le hacía feliz lo que ella había escrito pero no paraba de pensar que quizá sólo quería burlarse de él y durante el almuerzo fue a esconderse en un lugar tranquilo para pensar en lo que haría con aquella chica, si debía creerle o confrontarla.

Al volver a casa, como todos los días ella le seguía a distancia, la llamó de buena gana pero ella no se acercó ni respondió, no pudo evitar sacar conclusiones apresuradas y fue muy grosero, pero al arreglar las cosas con ella se alegró de que le regresara la carta, era la muestra de que al menos una persona creía en él.

No paraba de avergonzarse por juzgarla de ese modo cuando simplemente ella no podía escuchar y decidió darle la oportunidad como compensación, jamás se arrepentiría de aquella desición porque rápidamente se dió cuenta de que era una chica linda por dentro y por fuera y sus gestos y señas llenos de energía eran tan adorables que no podía evitar curvar ligeramente la comisura de sus labios.

Ella estaba siempre ahí para él, ayudándole con sus entrenamientos y dándole sus palabras de aliento y se odió tanto a sí mismo por decirle que que se alejara y dejarla plantada en los pasillos de la escuela que no se atrevía ni a pedirle perdón.

Cuando más enamorado estaba y creía que la había perdido ella le demostró una vez más que su corazón era enorme.

Cuando la vio correr a sus brazos desde aquel túnel supo que no importaba si había perdido la batalla, si había perdido su oportunidad de transferirse ese año o si nunca lo lograba porque sabía que ella siempre sería su soporte y su animadora.

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