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Harry después de salir de clases, salió del aula y se dirigió hacia la cancha de Futbol.

Eran las siete y quince. Su próxima clase comenzaba a las ocho y Louis aún estaba entrenando, así que aprovecharía para acos- verlo aunque sea una media hora y tomar su desayuno.

Cuando llegó, lo vio corriendo alrededor de la cancha con la pelota en sus pies.

Todo equipo de la universidad estaba ahí, pero el solo tenía ojitos para su bebé como él solía llamarlo.

El ojiverde se sentaba en las últimas filas de las bancas, por la esquina, donde nadie lo notaba. Abrió el empaque de galletas y comenzó a comerlas con su juguito.

No supo cómo pero su media hora de acoso terminó muy rápido cuando recibió un mensaje, haciendo que su teléfono vibrara en sus manos.

No supo cómo pero su media hora de acoso terminó muy rápido cuando recibió un mensaje, haciendo que su teléfono vibrara en sus manos

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Ah, su mejor amigo...

Guardó su teléfono en el bolsillo de su short y dando una última mirada a Louis, quien conversaba con un chico, salió de la cancha corriendo hacia su aula

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Guardó su teléfono en el bolsillo de su short y dando una última mirada a Louis, quien conversaba con un chico, salió de la cancha corriendo hacia su aula.

Narra Louis:

Estaba todo sudado y respiraba de manera agitada.

- Muy bien, buen trabajo por hoy. Los veo el lunes.

Entre a la regadera y gire la llave de la ducha. Me "bañe" con el uniforme puesto.

- Wow, parece que te esforzaste mucho hoy.

- El partido está muy cerca y quiero que este termine mejor que el anterior.

- Bueno pero no te explotes tanto, Lou.

- No te preocupes, Zayn.

- Lo hago, te veo en la próxima clase.

El morocho fue a bañarse y prepararse para su próximo curso.

Y Louis iba a hacer lo mismo, pero de repente recordó a cierto chico. Tal vez le hablaría más tarde al niño. Aunque le sorprendía no haber recibido un mensaje esta mañana.

Salió rápido de la ducha, se secó y cambió con un pantalón jean negro, una remera color rojo suelto y una chaqueta delgada.

Lavaría su ropa de entrenamiento más tarde.

Eran las ocho y cuarenta y tres, debía ir a su clase.

Anónimo Enamorado - L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora