Anónimo Enamorado - L.S

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- Espera, aún no me has dicho tu nombre -dijo Louis con una cara de asombro y preocupación.

El ojiverde se empezó a reír a carcajadas cubriéndose la cara con la palma de su mano

A los ojos de Tomlinson era la risa más hermosa que podría tener.

Ya habían recibido su orden y el menor se vio muy feliz comiendo sus papitas. Louis apenas lo conocía pero ya sentía que quería protegerlo de todos y todo.

Era como un niño cuando estaba feliz, cuando estaba molesto se veía lindo y cuando estaba avergonzado sus mejillas color carmín eran hermosas.

- Que bueno que te acordaste de ese pequeño detalle - dijo soltando una pequeña risita y acomodando su mechón a un lado de su rostro. Transformó su rostro a uno coqueto y con una sonrisa de lado dijo - Harry Styles, es un placer...

Extendió su mano por sobre la mesa hacia Lou, quien la tomó y con la misma coquetería que el chico sentado frente a él dejó un corto beso en esta.

El ojiverde se sonrojó y Louis sintió su corazón correr más rápido por dicha acción.

- Harry...- se tomó un tiempo para mirar con atención los ojos verdes del menor - espero que no sea un atrevimiento de mi parte pero tengo que decir que eres muy lindo.

Styles estaba perdido en los ojos de este también.

Se estaban mirando como si fuera lo más interesante que hayan hecho nunca. Pero es que así era.

Ellos se sentían tan bien y cómodos juntos. No querían apartar la vista del otro.

Y si esto no es flirtear, no sé lo que sea.

- Eres más amigable en persona que por mensajes, Lou.

Dice y desvía su mirada hacia la pata de pollo, la agarra y da un mordisco.

- ¿Eso es bueno o malo? -pregunta y le da un sorbo a su taza de café.

- Depende, ¿actúas así con otros chicos o chicas?

Lo miró atentamente esperando su respuesta. No creía que lo hacía, pero quería escucharlo de sus labios.

- Solo con mocosos molestosos y lindos como tú.

Una sonrisa se dibujó en la cara del menor.

- Dime, Harry, ¿qué estudias?

Quería conocerlo más.

En verdad quería que fueran amigos.

Y tal vez algo más, pero eso ya lo vería más adelante.

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- No debiste pedir tanta comida, no sé qué haré con tanta chatarra en mi casa. Ni siquiera suelo comer esto.

Estaban caminando por la calle, era una noche tranquila y las tiendas aún seguían abiertas para ser las diez.

Louis estaba sujetando en su mano izquierda una bolsa con la comida que Harry no había terminado. Mientras el menor caminaba a su derecha con una enorme sonrisa, balanceándose de un lado a otro mientras caminaban.

No tenían una dirección específica a donde se dirigían, solo disfrutaban de la compañía que se daban.

- Me la quedare yo.

- Harry, ¿tienes algo que hacer este sábado por la tarde?

El ojiverde sintió su corazón latir deprisa.

Louis lo estaba invitando a salir.

Se sentía el ser más afortunado en el mundo.

Una sonrisa se quería extender en sus labios, no quería verse tan emocionado, pero no podía controlar la inmensa felicidad que sentía en ese momento.

- Mmh, no...

Tenía un ligero sonrojo en sus mejillas.

- ¿Quieres ir al museo conmigo? Es para el curso de historia, pero sería más entretenido ir con alguien.

- No hay problema -dijo con una gran sonrisa.

Louis se había girado hacia él, poniendo sus piernas en la banca en la que se sentaron, cruzándolas.

Harry imitó la acción del mayor.

Terminaron mirándose a los ojos y se sonrieron.

- Bien, ¿te parece si a las tres de la tarde te paso a buscar?

- Te mando mi dirección por mensaje entonces. Este es mi Instagram.

Louis se puso de pie frente al menor.

- Oh, no, te acompaño ahora. Me aseguraré de que llegues sano y salvo a tu hogar.

- Es usted un caballero - dijo con una gran sonrisa que derritió al mayor.

El ojiazul se inclinó y le ofreció su mano, siguiéndole el juego.

- Si me permite.

- Por supuesto - tomó la mano del mayor y se levantó de la banca.

Pasó la pequeña mano por debajo de su brazo, reposándola ahí y emprendieron el camino.

- Lo llevaría en mi caballo, pero me temo que lo dejé aparcado frente al McDonald's.

La carcajada de Harry se hizo escuchar, fuerte y encantadora.

- La verdad es, mi señor, que mi hogar no se encuentra muy lejano. Permítame guiarlo – dijo Styles.

- Como usted guste.

Siguieron con su pequeño teatro hasta llegar al edificio donde vivía el menor, el cual no quedaba muy lejos del de Louis.

- Sano y salvo, como le aseguré -tomó la mano, la cual aún se sujetaba a su brazo, entre sus manos y le sonrió cálidamente.

- Gracias por su compañía, ha sido de mi agrado - Harry lo miró a los ojos tiernamente y le sonrió dulcemente.

- Para mí también lo fue y mucho, créame.

- He de decir, desafortunadamente, que me tengo que ir ya.

Aunque no quería. Deseaba quedarse más tiempo con Tomlinson y hablar de mil y un cosas sobre cada uno.

- Hasta mañana - Louis se inclinó y dejó un pequeño beso en la mano del menor.

Este se sonrojó y cuando el había soltado su mano, la guardó en el bolsillo de su campera de algodón.

Con una sonrisa se dio vuelta y se dirigió a la puerta del edificio.

Antes de entrar, el mayor le dijo.

- Harry, te veo mañana en la cafetería.

Él solo asintió en su dirección y finalmente ingresó a su casa.

Louis se fue segundos después de que haya perdido de vista al menor.

Con una sonrisa y sintiendo su corazón latir cálidamente.

Esa noche ambos jóvenes se fueron a dormir teniendo como último pensamiento a esa persona que les alborotaba el gallinero.