- 20 -

764 114 295
                                    

Sus caderas se movían lentamente mientras lo miraba a los ojos.

La humedad y tibieza que sentía le hacían ver estrellas.

Se contenía para no tomar entre sus dedos los cabellos negros del menor y hacerlo profundizar en su tarea.

La boquita de Harry se sentía malditamente bien y apretada alrededor de su pene.

Los dos eran nuevos en esto, pues al no haber tenido pareja nunca, no sabían cómo hacerlo.

Pero diablos, que el menor parecía haber nacido con la habilidad para hacer excelentes mamadas. Tanto que sentía que se vendría en cualquier momento.

No sabía cómo habían llegado a esta situación. Él sentado en el sofá, en el departamento del menor, y este entre sus piernas, arrodillado y sujetándose de sus muslos para poner chupársela mejor.

Cuando el duro miembro salió de la boca de Harry, emitió un sonido como un 'pop'.

Endemoniadamente caliente.

- Lou... -tomó el falo entre sus manitos e inició un bombeo lento.

- Dime, bebé -dijo apenas entre ahogados gemidos.

- Loui... -dijo mirándolo con ojos suplicantes.

- ¿Sí? -lo tomo de la barbilla, dispuesto a besarlo.

- Louis, Hey.

- ¿Qué pasa? -frunció el ceño.

- ¡Louis, despierta!

Una sandalia calló en su cabeza, despertándolo al instante.

- ¡¿Qué te pasa?! -preguntó, sentándose en el sofá y llevando la manta consigo.

- Pasa que no me dejas concentrar con tus gemidos. Cocinar requiere de una gran concentración para mí, así que si vas a seguir con tus sueños mejor ve a tu casa.

Se veía un poco irritado. Y, si no lo conociera bien, diría que hasta se había enojado con él; sin embargo, lo hacía.

Detrás de ese falso enojo podía ver lo avergonzado que se encontraba.

Aunque llevaran muchos meses siendo pareja, no habían cruzado la línea roja, esa que decía "sexo". O como lo llamaba Louis, "hacer el amor".

Porque la primera vez para ambos debía ser mágica. Debían disfrutar el conocer el cuerpo del otro, besarlo y apreciarlo.

Sin embargo, era él quien también se encontraba avergonzado por haber tenido un sueño húmedo con su pequeño en su sofá.

Y ahora se encontraba con una erección bajo las mantas.

- Uh, no sé de qué hablas.

Sus mejillas estaban un poco sonrojadas.

- No te hagas el tonto, Lou - dijo dando la vuelta y pasando el trapo por la mesa de madera, donde se encontraba un libro grande cerrado.

Louis quería hacerse una paja.

Harry se inclinaba un poco sobre la mesa, exponiendo su lindo trasero cubierto por ese pantalón de pijama.

- Ya terminé con el postre de limón. En unos minutos estará listo, así que mejor ve al baño y resuelve eso.

- C-claro. – dijo Louis.

Se puso de pie, dejando caer la manta al suelo. Y cuando estaba a punto de dar el primer paso en dirección al baño, Harry le dijo:

- Y Loui, piensa en mí.

Anónimo Enamorado - L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora