***Estoy tan feliz, aunque no se llegó a la meta en las 24 horas, lo terminamos logrando. Sé su muchas dirán, ¿te pones así por 15, 18 estrellitas? Y la respuesta respuesta sí, porque a pesar de que no sea la mejor historia ni escritora, me siento feliz por tener su apoyo. Ojalá todos los capítulos fueran así. SPOILER: quizás el capítulo sea un poco largo***
Capítulo dieciocho
Tabaco y Tequila.Liam jugaba con el cigarrillo sin prender entre sus dedos, mientras yo me dedicaba a contemplar los dos retratos que adornan la habitación. Era la misma persona, y aún así, era diferente; en uno a pesar de tener resolución digital y su alrededor fuese más estético, no se comparaba con la alegría que se refleja en el portaretrato de la pared.
—Te ha pedido que intentaras sacarme la sopa, ¿verdad? — suspiró Liam con una sonrisa irónica.
Sonreí ligeramente y con un suave movimiento de cabeza, asentí un poco.
—Esta preocupado, se ve que te quiere un montón.
Levantó una ceja, dejando salir un largo suspiro. Lo mire un poco más a detalle, claro, intentando ser lo más discreta posible; vestido así, da la impresión de ser un chico lleno de misterio, uno atractivo y peligroso. Okey, estoy de acuerdo que tal vez debería dejar de leer tantos libros de esos, pero no puedo evitarlo. Es una adicción.
De nuevo, caemos en un silencio bastante incómodo.
—¿Te gusta mucho Bon Jovi, ah?
Detiene el sus manos y vuelve a colocar el cigarrillo en el lóbulo de la oreja para mirarme fijamente. Al principio parece no saber de lo que hablo, luego escucha "story of my life" repitiéndose por quinta o sexta vez y esboza una sonrisa de niño pequeño.
—Ni siquiera noté que se repetía. —confiesa de manera que da gracia.
—La canción es buena, bastante buena. Al menos, mucho mejor de las actuales.
—Así que te gusta el rock, Sheccid.
Para mí, Bon Jovi junto con otros cantantes de la época eran clásicos, ¿a quién no podría gustarle semejante canción?
—Pues, claro. Acabo de decirlo. — rodé los ojos y él comienza a reírse.
¿Por qué lo hace? ¿Se está riendo de mí? Intentó enviarle una indirecta, pero no deja de hacerlo, sólo aumenta mi enfado, lo peor de todo es que parecía ni siquiera darse cuenta. Frunzo el entrecejo y sin medir las consecuencias, tomo una de las almohadas de la cama y la estrello contra su cara. ¿Quién se cree para reírse tan deliberadamente de mí?
—Ya, ya... lo siento, Sheccid. — se disculpa sin dejar las risotadas ni enojarse por el almohedazo. —Es sólo que jamás creí que te gustará el rock. Apostaba que tendrías gustos por el pop o la balada, tienes más pinta de ello.
Y ahora me está juzgando. Es un idiota.
—No entiendo porqué. —sueno más molesta de lo que pretendía mierda. — Digo, no soy fanática de todas las canciones de rock, pero me puede gustar cualquier canción, ¿no? Dudo que sea una ley el tener que elegir sólo un género musical eso es como tener que elegir una opción entre muchos tipos de comida que te gusten. Simplemente si me gusta una canción, me gusta. No hay más.
Pues claro, si te gustaba la comida picante y la comida dulce, o la comida mexicana y la China no tendrías que elegir forzosamente. Todos podíamos tener gustos variados, ¿no?
—Ya, ya Sheccid, ya entendí. —alza las manos a modo de paz —Ya no te enojes.
Ruedo los ojos.
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DESASTRE CON "L"©
أدب المراهقينPor una mala jugada, Alex Peñaloza (la chica buena del instituto) se verá obligada a entregar la tarea a nada más ni nada menos que al chico malo del colegio. Tareas que hará que Liam Hamilton centre toda su atención en ella, y ocasionará que el atí...