❝not like you❞

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ninguno de los dos entendía por qué la presencia del otro les resultaba desagradable e incómoda, tal vez había sido aquel rostro que hizo cuando comentaste algo gracioso en el restaurante o quizá esa risa burlezca que le salió por accidente al ver...

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ninguno de los dos entendía por qué la presencia del otro les resultaba desagradable e incómoda, tal vez había sido aquel rostro que hizo cuando comentaste algo gracioso en el restaurante o quizá esa risa burlezca que le salió por accidente al verte tropezar. y aún sin saber el porqué ni siquiera te veías cruzando más de dos palabras con él.

caminaste hasta la hielera y pusiste un par de cubos a tu bebida para volver a sentarte en las sillas plegables a seguir tomando el sol. cerraste los ojos y disfrutaste el calor que brindaba a tu piel, a veces amabas las temporadas de calor.

—¡sooyoung, pasame el balón— abriste los ojos al oír el grito de wooyoung que señalaba el balón que había caído fuera de la alberca a tu lado, te levantaste y lo tomaste para acercarte a la orilla y se lo extendiste recibiendo las gracias de su parte.

—sooyoung, ¿quieres jugar? nos falta uno— mingi quien estaba dentro de la alberca te llamó mientras jugaba con el balón que ya le había arrebatado a woo.

—¿quién es tu equipo?

—seonghwa hyung, eunji noona, yunho, y yeosang— miraste ligeramente a donde estaba yeosang y en el rostro ambos apareció una ligera mueca.

—de acuerdo...— desganada te deshiciste de sandalias y entraste al agua a jugar con los demás.

—¿quieres ir en frente o atrás?— yunho te preguntó mientras terminaba de colocar la red para jugar.

—mmm, en frente— te sonrió y te dio espacio para que te colocaras a jugar para así quitarle el balon a yeosang y mingi quienes se peleaban por el e ir hasta atrás con el balón en manos.

de pronto viste cómo yeosang se colocaba a tu lado, evitando por completo tu mirada y esperando a que yunho golpeara el balón para poder empezar a jugar.

después de muchos puntos anotados contra ustedes, y muchas disputas de puntos ilegales en el juego que acababan de inventar te habían dejado golpear el balón, que por primera vez se había mantenido más de cinco minutos en el aire causando presión sobre quién perdería este punto decisivo.

de pronto hongjoong sacó una fuerza que no había usado en todo el juego que hizo que el balón llegará desde la parte trasera de la alberca y que parecía dirigirse hacia a ti, intentaste avanzar pero te detuviste al ver que debías acercarte más a yeosang y que por obviedad, a él le tocaba golpear, pero había decidido quedarse inmóvil a verte acercarte dispuesta a golpear el balón y al final ninguno de los dos hizo nada con tal de no acercarsr entre ustedes, perdiendo así el balón y dándoles el punto ganador al equipo contrario.

—¡yeosang!— los cuatro miembros restantes comenzaron a gritarle a yeosang mientras le aventaban agua.

—¡paren! ella iba a golpear pero se detuvo— notaste el tono exagerado de su voz y con el mismo respondiste.

—pues iba hacía tu lugar— te volteó a ver confundido mientras peinaba hacía atrás su cabello.

—pero tú estabas acercándote.

—pero era obvio que iba a tu lugar.

—¿y si sabías que venía a mi lugar por qué te acercas?

—porque creí que no serías capaz y tuve razón— rodaste los ojos.

—pues tampoco te vi muy capaz durante todo el juego.

—¿y acaso tú serviste de algo? o se te olvidaron todos los puntos que perdiste, que también iban a tu lado.

—¿y todos los que fallaste tú?— rodaste los ojos pues no estabas dispuesta a seguir esa pelea sin sentido que se había vuelto el centro de atención del lugar y decidiste mejor salir de la alberca.

—ahh, vamos soo, juguemos otro— san comentó desde la orilla de la alberca con un puchero en los labios al verte sentarte nuevamente en la silla para asolearse.

—no quiero jugar con personas que no saben hacer algo tan sencillo como golpear un balón— escuchaste la risa de los chicos y volviste a cerrar los ojos dejando que el agua de tu piel se evaporara y decidiste ignorar las maldiciones que yeosang posiblemente estaba lanzando.

te habías aburrido de estar sentada y la noche ya casi acababa, así que decidiste entrar nuevamente a la alberca para nadar un poco, pasaste la última hora simplemente nadando y platicando junto a tus amigas, riendo de cualquier cosa que pudieran decir así como de las cosas que hacían los chicos, sin duda pasar una tarde con todos ellos te sentaba bien, poco a poco fueron saliendo de la alberca pero al final, tú junto a yeosang eran los únicos ahí.

nadabas intentando ignorar el hecho de que yeosang estaba sentado en la orilla de la piscina, ni siquiera habías notado cuando se sentó pues sólo tratabas de evadir su presencia yq ue no te arruinara los pocos minutos que te quedaban disfrutando del agua.
en cambio él te miraba atentamente dando vueltas y vueltas a la piscina preguntándose qué era lo que tenías que lo volvía loco, aunque lo ignoraras él no paraba de mirarte y verse embobado por minutos, aunque tampoco eras de su agrado tenías ese algo que llamaba su atención.

te acercaste a la orilla y te recargaste de esta con tus brazos para descansar un poco —ya tenemos que irnos— yeosang te habló y le miraste, sin darte cuenta un pequeño puchero salió de tus labios y al darte cuenta paraste de inmediato y sólo asentiste para dar una última vuelta a la piscina, mientras él intentaba ocultar su sonrisa al ver tu puchero.

—¿te gusta mucho nadar?— asentiste ligeramente confundida al ver cómo intentaba tener un tema de conversación contigo, una sonrisa se marcó en sus labios —deberías ir a un río que está a un par de horas de aquí, el agua es fría y clara— te dio una sonrisa y se levantó para caminar y tomar una toalla para secarse el cabello.

no entendías porqué aún después de esa pequeña pelea él había hecho como si nada hubiera pasado, como si no te hubiera mirado incontables veces mal o haber hecho gestos de disgusto hasta al verte reír, o incluso reírse de cuando algo se te caía o tropezabas.

salistste de la piscina y miraste cómo aparecía nuevamente frente a ti y dejaba una toalla seca en la silla donde te habías sentado, sin siquiera mirarte o esperar un agradecimiento de tu parte, sólo volvió a desaparecer.

cuando para él aquellas pequeñas acciones de atención iban a ser la única forma de intentar agraderte. sólo sonreíste por su gesto y tomaste la toalla para comenzar a secar tu cabello.

𝐲𝐞𝐨𝐬𝐚𝐧𝐠 𝐫𝐞𝐚𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora