te encontrabas sentada en el sofá de la casa que compartía tu novio con los chicos, estabas aburrida viendo una película, la lluvia había arruinado tus planes para salir con yeo. pero sus ganas de verse eran más fuertes que la tormenta que se llevaba a cabo afuera de la casa.
—tengo frío—. le dijiste a yeosang quien te miró serio, pasó un brazo por encima de tus hombros abrazándote y apegandote a él, pasaste tu brazo por encima de su abdomen para estar más cómoda, no querías decir nada porque parecía que tu novio disfrutaba verla ya que se veía tan concentrado en ella.
un relámpago seguido de un trueno se produjo afuera y segundos después las luces y la pantalla se apagaron.
—creo que se fue la luz.
reíste por el tono obvio que uso yeosang—. eso creo.
—de cualquier forma estaba aburrida la película—. le miraste al rostro.
—creí que te estaba gustando, por eso no dije que estaba aburrida—. te separaste de yeo para tomar tu celular y prender la linterna—. iré por unas velas—. te paraste a la cocina y regresaste con un par de velas y un encendedor.
yeosang se levantó y te ayudo a encenderlas colocándolas lejos de ustedes. —así no veremos nada cariño—. le viste cómo encendía la otra algo alejada de ustedes.
—se verá romántico—. dejó la vela en su lugar y caminó hasta ti para abrazarte por encima de tus hombros.
—¿ahora qué haremos?
—disfrutaré de tu compañía mientras te doy mimos acostados en el sofá—. se separó de ti y tomo tu mano para que caminarán juntos hasta el sofá.
se sentaron juntos y movió tu cuerpo para recostar tu cabeza sobre sus muslos. veías sus ojos que te miraban tiernamente mientras peinaba cabellos rebeldes que perdían su rumbo, entrelazaba sus dedos con tus cabellos y acariciaba tu cuero cabelludo con las yemas de sus dedos. sentiste cómo se inclinó sobre ti y dejó un beso sobre tus labios, seguido de una en tu frente y en tus mejillas.
—creo que me gusta más esto que la película—. le dijiste viéndole a los ojos y te sonrió.
—tú me gustas más que cualquier película, o que cualquier canción.
le sonreiste y cerraste tus ojos ante en contacto de sus dedos nuevamente contra tu piel.
yeosang tenia razón. aquellas velas le daban un toque más romántico a lo romántico que ya era yeosang.
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