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NARA EVA

*Cinco meses después*

-Area cariño, ya sabes que no puedes dormir con nosotros aún.-Escucho susurrar a Hugo.

-Pero yo quiero a mami...- Dice la voz quebrada de mi pequeña.

-Ya lo sé cariño, pero sabes perfectamente que no puedes dormir con mamá todavía.-

-Mami...- Empieza a llorar.

-Area amor, vamos al comedor e intentamos dormir ¿vale?- Dice Hugo levantándose de la cama.

-Noooo, quiero a mamaaaa- Llora cada vez más.

Me parte el alma escucharla llorar y tener que reprimir las ganas de levantarme, cogerla entre mis brazos y acostarla junto a mi, hasta que cayera rendida. Pero eso últimamente se hace imposible y ella cada vez quiere estar más conmigo.

Noto como Hugo se levanta, Area intenta subir a la cama, pero los brazos de su padre se lo impide, ya que la coge antes de que pusiera un pie en ella. Area empieza a llorar más fuerte.

-Cariño, ven aquí.- Le digo sin poder evitarlo.

-Eva tienes que dormir y ella tiene que hacer lo mismo en su camita, no aquí.- Dice saliendo por la puerta.

Me levanto como puedo y bajo con cuidado las escaleras.

-Princesa mía, no llores más.- Dice acariciándole la espalda, ya que la tiene cogida como un koala. -Por favor Area.- Empieza a darle besos en su cabecita.

-Amor.- Llamo la atención de los dos.

-Mami...- Mi niña estira sus bracitos para que la coja.

-Eva, vuelve a la cama.- Me dice Hugo acercándose a mi.

-Amor dame a la niña, tu ves a la cama, hoy has trabajado y estás cansado.- Acaricio su espalda esperando a que me dé a la nena.

-Pero amor, tu no puedes cargar con peso.-

-Ven aquí princesita mía.- Digo ignorando sus palabras. -Sube, en cuanto se duerma subo, no te preocupes.-

-Me quedo aquí con vosotras. Venga vamos al sofá.-

Me siento en el sofá con Area en mis brazos y Hugo a mi lado.

-Sabía que era cabezota como su madre, pero no pensaba que llegaría a esos niveles.- Susurra él.

-¿Me estas llamando cabezota?-

-Sí, y no me lo niegues, porque deberías de estar acostada en la cama y estas aquí.-

-Amor, sabes a la perfección que hace estas cosas para llamar la atención, esta celosa.- Digo acariciando la espalda de mi pequeña.

-Pues no debería de estarlo, ella misma pidió un hermanito, y ahora que lo va ha tener se comporta así.-

-Hugo, es una niña pequeña.-

-Ya lo sé, pero no me gusta que se porte así.- Me dice dándome un beso en la cabeza.

-Te quiero.-

-Y yo mi amor, y yo.- Y de inmediato besa mis labios.

*Al día siguiente*

Estaba ya de tres meses y todo me pesaba, esta era una de las consecuencias por las que tenía que pasar, nos costó bastante que quedase embarazada pero después de un par de meses lo logramos, cuando fuimos al medico, la doctora nos informo de que todo iba bien y que no habían riesgos de perderlo, pero que el cansancio y los llantos se harían más propensos en mi. Hugo y yo tomamos la decisión de que no diríamos nada hasta los tres mese, ya que es el tiempo que más problemas puede tener el bebé, etc. Hoy tres meses después de que nos enterásemos de que íbamos a ser papás por segunda vez, hemos querido comentárselo a Sam, Flavio y a los amigos que teníamos en la zona. Con Area las cosas se complicaban, la doctora nos dijo que nada de trotes ni golpes, y nuestra pequeña se mueve mucho en la cama como para dejarla dormir junto a mi, así que llora desconsoladamente, para tener casi 5 años era demasiado ingeniosa.

Contigo Hasta El Cielo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora