16.

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NARRA HUGO

*al día siguiente*

-No llores más.- Intento tranquilizar a Gael. -Papi está aquí contigo.- Lo mezo entre mis brazos pero se está haciendo complicando. -Ya corazón, mi bebé, ya está.-

-Hugo, dejame que lo coja.- Insiste Eva por cuarta vez. -Tráemelo aquí a la cama y yo lo vuelvo a dormir.-

-Eva, te encuentras mal, y no puedes con tu vida, deja que me encargue yo de Gael.-

-Pero no dormirá y aún despertará a Area.- Se incorpora en la cama y apoya la espalda en el cabecero.

-Toma anda, voy a ver si la niña sigue dormida.- Le doy al pequeño para que lo duerma y voy a la habitación de la princesa.

Area se estaba removiendo en la cama pero seguía dormida. Hemos empezado el día no muy bien, Eva se a despertado con dolor de cabeza y Gael no lo ha solucionado, al revés, lo ha empeorado, se a despertado llorando como un loco.

-La nena sigue dormida, aunque dudo que aguante mucho más.- Le digo a Eva mientras vuelvo a sentarme en la cama. -¿Has conseguido que se duerma?- Pregunto acercándome a ella.

-No, pero se ha tranquilizado.- Contesta ella.

-Dámelo, yo lo entretengo, tú duerme un poco más.- Digo estirando los brazos para que me dé a Gael.

-Amor, no pasa nada, déjalo, ahora está tranquilito aquí.-

-Ya pero tú tienes que dormir más, así que nada de excusas, dame al pequeño.- Me acerco aún más para poder cogerlo yo, porque sino Eva no me lo va a dar. -Ven con papi, ahora vamos a ver los dibus mientras mamá duerme.- Lo siento encima mía y enciendo la tele. -Le bajo el volumen para que no te moleste.- Le aviso a Eva.

-Gracias mi amor.- Deja un beso en mis labios, se da la vuelta para dormir un poco más y así aliviar el dolor de cabeza.

Pongo los dibujos en la tele y hago que Gael los vea tranquilito. Al rato escucho como la madera del suelo cruje, y eso es que Area viene.

-Area cariño, no hagas mucho ruido, ven con papá.- Ella rodea la cama y viene a mí lado.

-¿Porque mami sigue durmiendo?- Pregunta mientras se acurruca en mí pecho estirando su cuerpecito a lo largo de la cama.

-Le duele la cabeza, por eso hay que estar calladitos, para que no se despierte.- Ella asiente y se pone a ver las caricaturas.

Es increíble lo rápido que puedes hacer callar a unos niños, con unas simples caricaturas.

Nos pasamos un rato observando la tele, hasta que noto como Eva se revuelve entre las sábanas y abre los ojos con cautela.

-Buenos días mi amor.- Le digo besando sus labios apasionadamente.

-¡Huuugo!- Me dice apartándose un poco. -Pero bueno, ¿qué hace aquí toda la familia?-

-Estábamos viendo Caillou, pero en silencio para que no te despiertes.- Le contesta Area.

-¡Ay madre! Si es que eres maravillosa.- Dice dándole besos por toda la cara.

-Oye, ¿y nosotros qué? Nosotros también queremos besos.- Reclamo sentándome bien mientras pongo a Gael sentadito en mi regazo.

Gael ya se mantiene solo cuando se sienta, pero es cierto que hay que ponerle la mano detrás o muchas veces delante por si se cae.

-¿Les damos a ellos besos?- Le pregunta susurrando Eva a Area.

-Sii.- Le contesta de la misma forma.

-¡Al ataaaqueee!- Gritan las dos a la vez.

Después de ese grito de guerra, Area y Eva se lanzan encima de nosotros, pero siempre teniendo cuidado con el pequeño.
Gael ríe como loco junto a la niña, y para mis oídos esto es música celestial.

Contigo Hasta El Cielo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora