꒰ O6 ꒱

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bring happiness

Cuando hacemos cosas que no queremos o nuestra vida ve un camino base a malentendidos cualquiera podría frustrarse, para él solo estaba ahogando su propia tristeza en helado y películas de perritos que la gran mayoría no terminan bien.

Había estado así durante dos días, atendiendo a sus hermanas y sin salir de cada porque estaba muy decaído, sobre todo por el hecho de querer recibir el abrazo de alguien, pero no de cualquier persona.

Era alguien en específico que no tenía nada que ver con él. Pero aun así era quien esperaba para darle ese abrazo.

Solo limpió sus lágrimas cuando la escena del encuentro llegó, el dueño pudo ver a su perrito antes de morir y el perrito desafortunadamente quedó solo. Su corazón se oprimió y otra vez dejó salir aquellas lágrimas, no en regadera dramática solo allí comiendo mientras veía la película.

Estaba usando ese método para no llorar solo en las noches, porque ya era mucho para sí mismo.

Nayeon y Somi no estaban y eso era una fortuna para él, así de saber cuándo Somi iba regresar del encuentro con sus amigas podría atenderla y finalmente dormir. Nayeon ella regresaba luego de estar con Lisa, la gran mayoría de veces ya había comido por lo cual no tenía que preocuparse.

Y así iba ser hoy, porque no esperaba un cambio de rutina tan drástico, solo iba continuar hasta hoy con sus lloriqueos que no iban a solucionar nada y luego ya podría vivir normal. O bueno, eso es lo que espera y lo que quiere creer.

Tampoco es como si fuera quedarse amarrado a TaeHyung. Porque por más que su corazón lo quisiera, ya todo había terminado y era mejor dejarlo ir.

¿Sus sentimientos? Luego podría ver qué haría con ellos.

De alguna u otra manera la imagen de Rosé y TaeHyung agarrados era lo único que su mente podía proyectar, su concentración en la película fue nula porque ellos dos juntos era lo único que podía observar. Rosé es una chica linda, alta, tierna y es independiente con su propia marca de ropa.

Con razón TaeHyung puso su ojo en ella.
Ella es todo lo que él no tiene.

Cómo lo sabía era tan reemplazable, pero por lo menos saber que TaeHyung no lo necesitaba tanto a él como él lo necesita era un alivio. Durante su tiempo de relación la gran mayoría del tiempo vivía esperando que TaeHyung lo echará y ahora que finalmente llegó todo menos tranquilidad ha pasado por su mente.

Es obvio, lo ama, estar separados le duele.
Sobretodo ver cómo esa persona avanza y tú no puedes.

Eso duele más.

Tan solo hubiera querido abrazarlo una última vez esa noche, o si pudiera correr al día de la llamada y no decir nada. Mejor dicho, él ni siquiera hablaba de romper ese día.

Fue todo un malentendido.
Pero si TaeHyung quería soltarse de él no podía decirle que no o negarse, era mejor dejarlo ser libre.

Y él solo era tan desechable por los demás.

Sí, es verdad.

El timbre de su hogar sonó sacándolo de su mente, de su dañina mente; no esperaba a nadie y no era la hora de llegada para Somi, así que se paró confundido. Mientras no fuera algún vecino todo estaría bien, sí por favor.

Acomodó su cabello y sus lágrimas, viendo varias veces que sus ojos no se vieran cansados o con lágrimas secas; al final sus ropas y tomó el pomo de la puerta con flojera. Tal vez para JungKook un saludo algo más tranquilo hubiera sido más funcional, pero cuando los brazos reconocibles de alguien que no veía hace mucho tiempo, se posaron sobre su cuello supo que una gran dosis de energía que no había pedido llegó.

el novio de Kook² | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora