꒰ O37 ꒱

490 70 17
                                    

we should break up

La pequeña SomSom observó confundida a la persona que tenía enfrente de ella, ni siquiera pudo entender por qué TaeHyung estaba allí buscando a su hermano. Lo observó de arriba a abajo, con su ceño fruncido y sus mejillas algo abultadas.

El peli-menta solo se puso más nervioso ante aquella mirada, ya estaba allí y no podía dar vuelta atrás; pero tener a Somi en medio sin dejarle afrontar las cosas rápido hacía el sufrimiento peor.

Ni siquiera sabía por qué TaeHyung estaba allí cuando- Oh.

— Eh ¿No se supone que Jungkookie fue a verte? — preguntó alzando su ceja y sorprendida de la misma manera.

Ambos tragaron esas palabras como dos bombas de cañón y se miraron sorprendidos entre ellos, Somi por su parte sabiendo que el destino de su Jungkookie y TaeHyung era tan obvio que ni siquiera podía creerlo.

— Entonces ¿JungKook fue a verme? — preguntó para aclarar.

— Sí.

— Yo estoy aquí y él está allá.

— Ajá.

— Dios — suspiró y simplemente le dejó en la mano un rico postre que traía.

TaeHyung emprendió carrera hasta al auto luego de haberse despedido de la pequeña Somi, que siendo sinceros no era tan pequeña como antes. Realmente estaba apurado, la noche se hacía más oscura y JungKook estaba en su hogar lo más seguro esperándolo.

Ni siquiera tuvo idea de que él iba ir a buscarlo, de que iba tomar el primer paso. Pero al parecer ambos lo hicieron, ambos estuvieron dispuestos a ir por el otro para reparar las cosas. Lo que menos quería era que él se fuera de su hogar, en el auto no dudó en llamar a la persona que dejó para que cuidara su casa, todo fue tan apresurado que ni siquiera le dieron el tiempo de pensar.

Justo cuando iba a una calle alejada del hogar de su novio, la persona contestó y no pudo evitar sentirse aliviado en ese momento.

Lo que menos quería era una idea equivocada por parte de JungKook, de seguro le habrán dicho que salió a ver a alguien o no sabe qué. Sus manos se sentían sudorosas e incluso indispuestas para manejar, estaba escuchando las palabras de la empleada que sí había llegado un chico pelirrojo a su hogar y que todavía no se había ido. Suspiró de alivio, le pidió educadamente que podía volver a su hogar y dejarle las llaves, no quería que JungKook se moviera de allí para nada.

Sus hogares no quedaban tan lejos, pero no era un camino cerca. JungKook era más al centro y el al norte, eso no era tan conveniente en la perspectiva de cualquiera.

De alguna u otra manera sin dudarlo pisó el acelerador, lo de conductor responsable se estaba yendo a la borda, pero tampoco era tan tonto como para volar algo. Ciertos sentimientos extraños se han desarrollado dentro de él y aun así el miedo constante era algo resguardado en su sistema.

Como si no pudiera arreglarlo.
Como si estuviera pegado a vivir toda su vida con eso.

Porque de qué manera ha logrado mantener a Jungkook con él, no lo sabe, lo que ha pensado es que algún día todo se va romper entre ambos. Cuando él sea él mismo, cuando conozca quién es, cuando por fin se vuelva molesto e irritante.

— TaeHyung no es por mal, pero a veces puedes llegar a ser un poco molesto — comentó su mamá separándose de él luego de peinarlo.

Simplemente asintió cabizbajo, apretó su pequeño juguete y se bajó de la silla solo. Había estado hablando con su mami o bueno, insistiéndole en que quería una hermanita o hermanito, ella ya estaba cansada de escucharlo.

el novio de Kook² | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora