Esta es una historia que escribo sin fines de lugro, los derechos de los personajes no me perteneces, derechos a su respectivo creador.
Este es un Dramione, donde Draco como Hermaione deben estar juntos por su deber, pero Draco debe enamorar a Herm...
Ambos se unieron en un abrazo reconfortante que necesitaban, sin saber que el día siguiente sería uno que marcaría su relación, La noche no había resultado como debería, lucius se encontraba en su estudio sosteniendo una copa de whisky mientras dejaba que el frío de la ventana enfriara su mente, claramente la conversación con el parlamento había rebasado su propia pasienxia, su tranquilo momento fue interrumpido por la voz de aquel que había sido su amigo por años, el cual solo se sentó frente a el sirviéndose una copa también.
Snape: tan mal ha ido.
Lucius: claramente esto no ha podido ser peor.
Snape: escuché que Granger a dejado una fuerte impresión en el parlamento real.
Lucius: es una moggel claramente ni entiende nada sobre la sociedad mágica, además de que Narcisa ha desaparecido a no sé dónde.
Snape: a Milán, Zenobia se la ha llevado de compras, acaban de volver, me las he topado en el salón.
Lucius: a Milán, acaso a perdido la razón.
Snape: trajiste a Isabella a esta casa sabiendo muy claramente la opinión de Narcisa, Isabella no solo ha sido una amiga, sabes el alta estima que le tuvo tu padre, de no se porque su familia estaba en una mala situación en el pasado habrias acabado casado con ella.
Lucius: Severus sabes muy bien..
Snape: que tú compromiso con ella se rompió en cuanto su familia callo en desgracia, lo se, así como se que siempre fue Narcisa a quien tuviste en el corazón, pero para tus padres y para Narcisa siempre fue bastante obvio que Isabella era la perfecta Malfoy y aún después de tu boda tus padres siempre le recordaron que tenía un puesto muy grande que llenar, ya ella era solo un remplazo desde el inicio.
Lucius: porque me dices esto.
Snape: porque necesitas oírlo, Isabella es hermosa, poderosa y sobre todo soltera, los años la han echo una mujer envidiable en todo sentido, se ha casado tantas veces y acumulado tanto poder, poder que le da libertad de hacer lo que quiera, mientras Narcissa siempre ha vivido a su sombra, una dama perfecta para salvaguardar si puesto dentro de tu familia, una mujer ejemplar, una mujer bella solo para los estándares impuestos por su puesto, una mujer dedicada a guardar las apariencias, una perfecta madre y esposa, pero recuerda lucius cuando fue la última vez que la viste ser una mujer libre, y no hablo de ser soltera o independiente, hablo de verla ser capas de caminar descalsa, de equivocarse al hablar o al actuar, de reír en público, de disfrutar su postre favorito, de cantar en el jardín o de sonreír con un libro, empieza a abrir los ojos lucius porque si ella sigue viviendo con el miedo de seguir siendo la sombra de Isabella ella se convertida en una mujer marchita.
Sin más el pelinegro tomo el contenido de su copa y salio de aquel lugar, el rubio estaba frustrado más que antes, se dirigió a su alcoba solo para encontrarse con una vista que lo dejo anonadado
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