Capítulo VII

3.9K 496 13
                                    

N° 4 KaiSoo 

Sus manos se aferraban cada vez más a su sweater color borra vino, sus acorazonados labios se fruncieron de frustración, un profundo odio hacia la rubia oxigenada se hacía cada vez más grande, su "cita" había comenzando ya desde hace 40 minutos, pero no pudo especular, formular, ninguna frase o palabra desde que comenzó la maldita cita, ahora mismo odiaba sus cortas piernas, quería expresar toda su incomodidad y "odio" a JongIn, dándole una cálida pero potente patada en la pierna, quizás lo despertase de su amena plática con aquella chica ¿Por qué carajos le prestaba más atención a una zorra que a su mejor amigo? JongIn estaba ignorando olímpicamente a Soo desde que apareció aquella rubia siliconada, y para peor aquella oxigenada era una rival del Instituto, en todo lo que Soo hacia ella siempre quería superarlo, no entendía la rivalidad que ella tenía contra él, pero tampoco dejaría pisotearse, Kyung reconocía su "inteligencia", pero siempre que la veía ella lo fulminaba con la mirada y no sabía cual eran las razones, motivos contra él. 

Sin más remedio cogió la taza de café y poso sus labios sobre el borde de la taza, desvío su mirada hacia la ventana, sería más interesante mirar hacia la calle que a JongIn con su estúpida sonrisa de calentón hacia la chica, realmente odiaba esa faceta de su amigo, acostarse con medio mundo, aun no podía comprender por qué JongIn era tan caprichoso con él, si, porque eso era lo que Kyung sentía, que JongIn solo creía estar enamorado de él, que solo era una conquista difícil y que por eso JongIn se "encaprichaba" cada vez más, Kyung sería una presa difícil. Solo un reto.

Sus labios se humedecieron al sentir el cálido liquido dulce sobre ellos, sus fosas nasales se hundieron con el suave olor de la cafeína, sus ojos se cerraron tratando de inhalar más el suave pero dulce aroma de la cafeína, sus manos se calentaros rápidamente. 

 — Soo — el nombrado se asustó y rápidamente abrió sus enormes ojos y los dirigió a su acompañante. 

— Uhm — respondió un poco ya más calmado. 

— Te he estado llamando pero no contestaste...— dijo antes de darle un sorbo a su zumo de naranja. 

 — Lo siento... es que estaba tan "aburrido" que decidí mejor pensar que estoy en otro lado en vez de aquí — bufó molesto, JongIn sonrió, Kyung nuevamente desvío la mirada  buscado algo "interesante", ahora se sentían sumamente molesto. 

— Supongo que debes aguantarte, después de todo esto es un juego ¿No? — su tono cambio a serio, Kyung suspiro con pesadez. 

— Esto fue una mala idea... sabes mejor olvidemos todo esto, yo no quiero seguir con esto... yo le diré a los chicos — finalizó, dejó dinero en la mesa y sin mirar a JongIn se levantó, salió de la cafetería lo más rápido que pudo, Kyung comenzó a caminar sin mirar atrás, su pecho  dolía, Soo podía sentir que salgo se rompía en él, no quería hacer sufrir a JongIn, sabia la maravillosa persona que era, sacando la faceta de "Galán",  lo bueno que se comportaba con él, pero también conocía el amor que JongIn le guardaba o al menos eso veía Kyung, cierta parte le decía que aquel en verdad estaba enamorado pero otra parte no quería reconocer aquellos, JongIn no se merecía a que jugaran con su corazón, no era justo para el moreno pero tampoco podía aceptarlo... Kyung lo quería...  pero era solo un cariño de amigos, solamente eso, no podía fingir que lo amaba, JongIn necesitaba a alguien a su lado que lo quiera verdaderamente, que lo haga feliz, y ese no era Kyung... y lo sabía, ellos nunca podrían estar junto, aun tenía ese duda ¿Soy un capricho o en verdad está enamorado de mi? Esa duda no lo dejaba pensar con claridad, pero aun se lamentaba profundamente haber compartido una cama con aquel, nunca creyó que unas copas harían un estrago en su sistema hormonal, ahora se sentía culpable por haberle dado "esperanza" a JongIn, a pese que eso sucedió ya hace un año, su relación se había tornado muy incómoda luego de esa noche, trataba de todas las maneras posible evitar a JongIn, alejarse cuando se acercaba, siempre esquivándolo, la vergüenza consumía su cuerpo, pero las sospechas en el grupo se empezaron a levantar, no quería que NADIE supiese de esa noche, y sin más remedio tuvo que fingir que nada sucedió, ignorando los bochornosos recuerdos, los labios de JongIn recorriendo cada centímetro de su piel, su caliente lengua delineando su labio, sus enormes manos apresando su cintura, el tacto de sus pieles al rozarse, de los excitante gemidos de JongIn, de su enorme miembro penetrándolo con suavidad, el sudor que recorría sus cuerpos, su respiración entre cortada, su cálido aliento chocar sobre su cuello, los pequeños besos depositados en sus hombros hasta sus labios, su primera vez. 

Un contrato entre caballerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora