Capítulo IX

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POV AUTOR 


 
La semana comenzó "tranquila" demasiada tranquila, los doce adolescente se reunían como de costumbre, pero cada quien en su mundo, Tao ya no hablaba, solo se mantenía pensante, preocupado, Kris solo lo observaba pero no lo molestaba como de costumbre, se sentía absorto por todo lo sucedido, aun no entendía sus "sentimientos", que eran en verdad lo que sentía, o a qué pensamientos hacerle caso, no solo la confusión era constante sino que el enojo, y eso ocurría cada vez que "intentaba" iniciar una "pelea" con Tao, éste solo lo ignoraba de manera extraordinaria, ya no era como antes entonces, así dejó de insistir, también podía notar como aquel chico que se le confesó a Tao merodeaba a su alrededor, antes no se había percatado de su presencia pero ahora podía identificarlo, y a Tao pareciera no importarle y eso en cierto modo lo aun más enojaba. 

Luhan se mostraba participativo en algunas conversaciones del grupo, pero cada vez que Sehun aparecía, solo dejaba de hablar y se mantenía al margen de la situación, su sonrisa era forzada, era notable su incomodidad, pero nadie se atrevía a cuestionar o aconsejar nada, todos tenían sus propios problemas, nadie comentaba lo sucedido en la primer cita, solo se mantenían distante de algún detalle, pero en conclusión todos se sentían avergonzado por el beso, Luhan aun no podía creer que Sehun lo haya besado, que haya tomado la iniciativa, pero todo lindo beso tiene un sabor amargo, quería golpear a Sehun, a si mismo, por haberse enamorado, por haber aceptado la maldita apuesta o como se dijera, ahora más que nunca estaba dispuesto a olvidarlo, aun que significase arrancarse el corazón, por lo más doloroso que fuese lo haría, Sehun podía controlarlo, manipularlo a su antojo y Luhan no lo permitiría, no dejaría que un chiquillo manipulara su estúpido corazón, Sehun solo había jugado con sus sentimientos, aun que fue hermoso escucharlo decir; "Me gustas", pero como la palabra lo dice, es solo un interés, esa palabra era muy lejana a la que él en verdad quería escuchar; "Te amo". Eran simplemente palabras muy similares pero a su vez ambas contenían una gran diferencia, y por algo entendía que Sehun solo tenía un pequeño interés en él, por su apariencia, por ser un chico lindo, pero nada más, y se odiaba a sí mismo por solo interesarle a las personas por su rostro bonito, por cargar consigo el título de "Capitán", ahora entendía a su hermano, sus razones de ser alguien inquieto en las relaciones, su hermano habría sufrido mucho porque con las personas que salía nunca lo llegaban a amar o al menos intentarlo. 


Luhan entendía el sufrimiento de su pequeño hermano... y era doloroso.
 
BaekHyun ya no podía mirar a su gigante, y Chanyeol no podía entablar una buena conversación con su bonsái sin sentirse incomodo, lo sabían. su amistad estaba rota aunque su destrucción haya sido por algo que  para muchos serían "cosas que suceden, cosas sin importancias, accidentes, malos cálculos", sentía que no podía hablar como antes pero aun no podían creer que solo un beso, un roce de labios, un accidente provocó un giro de 360° grados a sus emociones y relación, Baek no dejaba de sonrojarse cada vez que su mirada se encontraba con la de Chanyeol, aun podía sentir los labios sobre los suyos, se sentía un estúpido total por recordar algo que solo sucedió por unos nanosegundos además de haber huido luego del incidente, pero en ese momento su mente no procesaba lo sucedido, el pánico recorrió cada parte de su cuerpo, manejando así sus pies, pero luego de las emociones, su rostro rojo paso a ser pálido, para luego brotar lágrimas, se culpaba así mismo por reaccionar de tal manera, ¿Solo fue un accidente? ¿No?, no estaba seguro, siempre había tenido a Yeol cerca de él, abrazándolo, jugando, tomándose de las manos, diciendo idioteces, demostrando su amor de amigos atreves de abrazos, durmiendo juntos, cuando se saltaban las horas de Literatura, ambos se escondían en el patio trasero del instituto, cerca de los arboles, y ahí dormían abrazados, a veces por su propio capricho Baek le pedía a Yeol  que le cantase, y aquel no se resistía a su amigo, todo en su relación era perfecta, no necesitaban parejas, se tenían ellos uno al otro, hacían esas cosas de parejas juntos, comer ice cream, salir a pasear, al cine. 

Un contrato entre caballerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora