Capítulo XIV

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PAREJA N° 6 KAISOO

La hora pasó volando, y eso era un alivio para todos, ya que el profesor estaba en su mal día y nadie quería soportarlo, ya que los comentarios fueron descartados, no querían soportar al amargado profesor de matemática.
KyungSoo se despidió de todos luego de haber terminado la clase, exceptuando a Tao, Minseok, Kris y Jongdae, ya que estos no aparecieron en la salida. Soo aún recordaba las palabras de Seok, ¿Por qué se ponía tan nervioso con JongIn a unos simples pasos?, no había estado así desde que ocurrió "eso", y ya había pasado un tiempo, pero ahora era diferente y lo sabía, aun que sólo se habían besado,  pero la situación era completamente diferente ya que Soo dio el primer paso para besarlo, ¿Pero por qué? ¿La situación influyó en sus acciones?, ¿Era por simple agradecimiento a lo que JongIn había hecho?, pero la diferencia de antes, es que Kyung lo recordaba, aun sentía el beso, además de que él había accedido a aquella acción sin quejas ni berrinches, olvidándose de la palabra amistad, dejando olvidado el concepto de lo bueno y lo malo, solo disfrutando del momento, dejándose llevar por las emociones, pero… ¿Qué eran exactamente esas emociones? ¿Qué carajos había olvidado? La palabra amigos ya había perdido su verdadero significado, comprendía que ahora no podía utilizar ese concepto para referirse a JongIn, porque de cierta manera él no lo veía así, JongIn estaba enamorado de él, y eso le dolía, Soo no podía corresponder a esos sentimientos, no podía, porqué no sentía eso, o tal vez no le daba realmente la definición correcta de su cariño, de lo que significaba amistad.
Kyung se sentía un idiota, ¿Por qué huía? No lo sabía, no paró en ningún momento su caminata, no quería hacerlo, o mejor dicho no podía, Soo tomó un camino diferente, un atajo, el mismo que había estado utilizando en estos días, camino que JongIn desconocía completamente, sus pasos estaban acompañados por leves suspiros, preguntas sobre su extraño comportamiento, Soo aceptaba que su manera de actuar era extraña, pero no podía evitarlo, no teniendo a él cerca. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de una campana, Kyung levantó la vista, un pequeña y acogedora cafetería estaba en frente, una enorme pastelillo estaba en la cabecera del local con un cartel que decía “El dorado”, el pequeño edificio estaba decorado con colores muy alegres, e infantiles pero sin ser bizarros sino todo lo contrario el lugar lucia adorable, Soo miró con tentación hacía el cartel de recomendaciones del día de hoy, no tardó de pensar y decidió entrar, al abrir la puerta un olor dulce invadió sus fosas nasales, a Soo le encantaba el café, los pasteles, las cosas dulces eran su pasión, adoraba la repostería, el lugar estaba algo vacio, solo había un hombre mayor bebiendo un café mientras se dedicaba a leer el periódico, cerca habían un pequeño grupo de adolecentes, y por sus uniformes Soo supo que aquellas iban al mismo colegio que él, Kyung caminó por lado de aquellas y se sitúo a unas pocas mesas de ellas, una mujer adulta lo atendió, Soo solo ordenó un café y una porción de pastel de frambuesa, la mujer se retiró y aviso que volvería en unos minutos, Kyung asintió y se relajo, se acomodo en su lugar, acomodo su mochila aún lado, y sacó su móvil, no pasaron más de unos minutos que la mujer trajo lo ordenado, Soo agradeció y empezó a comer, el café era exquisito, y el pastel único, no pasaron de unos minutos que el ambiente se volvió incomodo, aquellas chicas comenzaron a señalar a Soo y decir comentarios hirientes, Kyung trató de restarle importancia, pero aquellas agrandaban más su ego y sus voces, llamando la atención de los pocos clientes, Kyung comenzó asentirse nervioso, Soo re ojeo a esas chicas, y frunció el ceño al ver aquella oxigenada rubia, era la misma que interrumpió su cita con JongIn, la misma que lo trata de pisotear, Kyung no se dejaría insultar una zorra, y sonrió, aquellos enfureció a la mujer.


—  JongIn Oppa me dijo que aquel enano es horrible en la cama, que es una puta más. — dijo mientras señalaba a Soo con descaro, Kyung quedó en blanco, ¿Por qué ella sabía eso?, ¿Acaso JongIn había hecho eso?, Soo se encogió en su lugar. —  Pero dijo que solo le seguía hablando por lastima, y me aseguro que solo me ama a mí. — aseguró muy orgullosa, las amigas comenzaron a reír y felicitarla, Soo desvió su mirada a su taza de café, ¿JongIn en verdad le tenía lastima?, ¿JongIn no estaba enamorado de él? ¿Por qué duele? Su mirada comenzó a nublarse ¿Mierda por qué lloraría?... ¿Por JongIn?

— ¡Oh!, chicas miren. —señaló una a Soo. — la puta quiere llorar. — dicho eso todas empezaron a reírse, Soo no se había percatado de aquello, y trato de que las lágrimas no salieran, mierda, se sentía un perdedor… sentía que había perdido algo. 

— Nunca diría eso de Soo, creo que la puta aquí eres tú Krystal. — Soo levantó la vista al escuchar aquella voz tan familiar, su mirada se encontraron con cuerpo de JongIn, las adolecentes miraron al recién llegado, la nombrada quedó pálida.

— J-JongIn Oppa yo... — Krystal no fue capaz de terminar por que JongIn no la dejo.

— Te lo repetiré, no me interesas, eres solo una cama caliente, pero déjame decirte, nunca me satisficiste y Soo es en verdad a quien quiero. — confesó, la mujer frunció el entrecejo, se levantó y se fue, sus amigas la siguieron después. JongIn caminó hasta Soo y se sentó en frente de él con una sonrisa, JongIn tomó la cuchara y robo un trozo del pastel de Kyung.


— Está delicioso. — dijo saboreando el pastel, Soo asintió sin decir nada, JongIn dejó la cuchara aún lado y soltó un suspiro, luego miró a Kyung. — Perdón por lo ocurrido, ella ya no te molestara más — 


— ¿En verdad piensas eso de mi? ¿Realmente te gusto? — soltó haciendo que JongIn quedará estático pero en unos segundos el moreno se recompuso, y asintió.

 — Yo no te quiero Soo, yo en verdad estoy enamorado, desde mucho antes que sucediera eso… en verdad te amo KyungSoo. — las mejillas del nombrado se pusieron rojas, la manera de que JongIn dijo su nombre sonó tan bien, provocando que el cuerpo de Soo temblara. — Siempre me gustaste Soo… pero nunca fui capaz de decirte por miedo a que me rechazaras, a que dejaras de ser mi amigo, pero cuando sucedió eso, creí que era correspondido pero luego entendí que no, Kyung quiero que sepas que lamento si fui precipitado, no era mi intención intimidarte, pero estaba desesperado, he decidido renunciar a ti Kyung, creo que es el momento de que te deje de amar. — murmuro con amargura, Soo sintió que cada palabra eran una aguja que atravesaba en su pecho. — Quiero pedirte un favor ¿Puedo? — pidió inseguro, Soo asintió afirmando, no podía decir ni pronunciar ninguna palabra, JongIn se levantó e inclinó hacía Kyung, su mano derecha tomó la mejilla de Soo y se acercó lentamente, su respiración poco a poco golpeaba con más fuerza el labio de Kyung, sus narices estaban a unos poco milímetros, JongIn cerró sus ojos, pero no hizo ninguna acción, se mantuvo quieto respirando por última vez el aroma que Soo poseía, era simplemente único, cuando su aroma quedó grabada, JongIn avanzó y con delicadeza posó su labios en los ajenos, solo tocándose, Soo cerró sus ojos para poder sentir más de aquellos labios.


 

Un contrato entre caballerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora