La mañana siguiente comenzó con la misma rutina que los días anteriores, pero algo en el aire era diferente. El festival cultural se acercaba rápidamente, y la presión de hacer algo memorable empezaba a sentirse en cada uno de los estudiantes de la clase 1-A. A pesar de la preocupación que Izuku sentía por las sombras que lo acechaban, decidió enfocarse en los preparativos, buscando encontrar algo de paz en la camaradería de sus compañeros.
Izuku se despertó temprano, como era costumbre, y se dirigió a la cocina común para desayunar. Mientras preparaba su comida, notó que Kyoka ya estaba allí, revisando unas notas musicales con expresión concentrada. Aunque había un ambiente de tensión en el aire, también había una sensación de anticipación, como si todos estuvieran esperando que algo grande sucediera.
—Buenos días, Jiro. ¿Preparada para otro día de ensayos?
—Buenos días, Midoriya. Siempre estoy lista. Aunque, con lo cerca que estamos del festival, no puedo evitar sentir un poco de nervios. —Respondio con una sonrisa ligera—
—Nervios... supongo que todos los estamos sintiendo de alguna manera. —Penso de manera empatica el pecoso—
El día comenzó con los estudiantes reuniéndose en el aula de música. Las conversaciones giraban en torno a los últimos ajustes que debían hacerse para la presentación, los trajes, la coreografía, y, por supuesto, la música. A medida que pasaban las horas, el ambiente se tornaba más cargado, pero también más enfocado.
A lo largo del día, Izuku notó que Kyoka parecía llevar la carga de líder con una gracia silenciosa. Aunque su expresión era a menudo seria, había momentos en los que una sonrisa cálida aparecía en su rostro, especialmente cuando sus compañeros lograban superar un obstáculo o afinar una parte difícil de la canción.
—Jiro es realmente increíble. Ha asumido esta responsabilidad con tanta naturalidad. Me pregunto si ella también está lidiando con sus propios miedos, como yo.
En medio de uno de los descansos, Izuku decidió acercarse a ella, sintiendo que había algo que necesitaba decirle. La encontró revisando unas partituras en un rincón del aula, su expresión concentrada y su ceño ligeramente fruncido.
—Jiro, he estado pensando en cómo has llevado todo esto... el liderazgo de la banda, la coordinación con todos nosotros. Es realmente impresionante.
—Gracias, Midoriya. No es fácil, pero alguien tenía que hacerlo. Además, todos estamos poniendo nuestro granito de arena, incluido tú. Sin tu apoyo, esto sería mucho más difícil. —Con una mirada sorpendida—
Izuku sonrió, pero su mente volvía a sus propios desafíos. Sabía que no podía continuar ignorando lo que ocurría en su interior, pero tampoco quería cargar a Kyoka con sus problemas. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, la puerta del aula se abrió, y Aizawa entró con su característico semblante serio.
—Bien, clase. He venido a informarles de algunos detalles logísticos del festival. Aunque quiero que sepan que estoy al tanto del esfuerzo que están poniendo, también les recuerdo que deben estar preparados para cualquier contingencia. Este festival es una oportunidad para mostrar lo que han aprendido, pero no deben olvidar que la seguridad sigue siendo nuestra prioridad.
Las palabras de Aizawa cayeron como un recordatorio de la realidad fuera de los muros de la U.A. Aunque el festival cultural era un evento alegre, el mundo exterior seguía siendo peligroso, y cada uno de ellos debía estar listo para lo inesperado.
Después de la breve charla de Aizawa, la clase volvió a concentrarse en los ensayos. A medida que la música llenaba el aula, Izuku sintió una mezcla de emociones. Estaba emocionado por el festival, pero también había una inquietud creciente en su pecho, un presentimiento de que algo grande estaba por suceder.
El día avanzó rápidamente, y antes de que se dieran cuenta, el sol comenzó a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. Kyoka decidió dar por terminado el ensayo, permitiendo a todos descansar un poco antes de la gran presentación.
—Buen trabajo hoy, chicos. Mañana será un día importante, así que asegúrense de descansar bien. Nos vemos aquí temprano para los últimos ajustes.
Mientras todos comenzaban a recoger sus cosas, Izuku sintió una mano en su hombro. Se dio la vuelta y se encontró con Iida, quien lo miraba con una mezcla de preocupación y determinación.
—Midoriya, ¿puedo hablar contigo un momento? —Pregunto Tenya—
—Claro, Iida. ¿Qué pasa?
Ambos se apartaron del bullicio del aula y se dirigieron a un rincón más tranquilo del pasillo. Iida parecía estar buscando las palabras correctas, como si lo que tenía que decir fuera de gran importancia.
—Midoriya, sé que has estado lidiando con mucho últimamente. Y también sé que no siempre es fácil hablar de lo que sentimos. Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti, como tú lo estuviste para mí cuando enfrenté lo de mi hermano.
—Iida... eso fue diferente. Tú estabas en una situación realmente difícil.
—Lo sé, pero lo que quiero decir es que me ayudaste a ver las cosas desde una perspectiva diferente, me ayudaste a no caer en la oscuridad. Y quiero hacer lo mismo por ti. Sé que has estado distante, especialmente con Uraraka, y sé que algo ocurrió entre ustedes.
—Es complicado, Iida. Hay cosas que... que no puedo explicar. Pero te prometo que estoy tratando de manejarlas. —Con la mirada hacia el suelo—
Iida asintió, entendiendo que había límites en lo que Izuku estaba dispuesto a compartir. Sin embargo, antes de que pudieran seguir hablando, fueron interrumpidos por Kirishima, Todoroki, y Momo, que se acercaron con expresiones serias.
—Midoriya, también queremos hablar contigo. Sabemos que has estado pasando por un mal momento, y estamos preocupados. —Hablo Kirishima—
—No tienes que cargar con todo solo. Somos un equipo, y estamos aquí para apoyarte en lo que necesites. —Secundo Shoto—
—Entendemos que a veces es difícil hablar de lo que nos duele, pero queremos que sepas que puedes confiar en nosotros. No queremos verte caer. —Finalizo Yaoyorozu—
Izuku miró a sus amigos, sintiendo una calidez en su pecho que no había sentido en mucho tiempo. Aunque las sombras seguían acechando, se dio cuenta de que no estaba solo. Tenía amigos que se preocupaban por él, que estaban dispuestos a estar a su lado en los momentos más oscuros.
—Gracias... a todos. No sé qué haría sin ustedes.
La sinceridad en la voz de Izuku resonó en el aire, y por un momento, el grupo se quedó en silencio, compartiendo un entendimiento tácito de la importancia de la amistad y el apoyo mutuo. La conversación pronto se desvió hacia temas más ligeros, pero la conexión que se había formado entre ellos permaneció.
Esa noche, mientras Izuku se preparaba para dormir, no pudo evitar reflexionar sobre lo que había sucedido durante el día. Sabía que el camino que tenía por delante estaba lleno de desafíos, pero con amigos como los suyos, sentía que podía enfrentarlos con más fuerza y determinación.
Sin embargo, a medida que el sueño lo envolvía, las sombras volvieron a aparecer en su mente, más tenues esta vez, pero aún presentes. Sabía que la lucha interna no había terminado, pero también sabía que, con el apoyo de sus amigos y su propia fuerza de voluntad, estaba listo para lo que fuera que el futuro le deparara.
—No importa lo que venga. Mientras tenga a mis amigos y mi determinación, seguiré adelante. No voy a rendirme.
¡Fin del capítulo!
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Superior Deku
Science FictionDos caras de la misma moneda se unirán para librar la batalla más grande de sus vidas, algunos cuestionaran sus métodos otros lo admiraran pero al final a él lo único que le importa es salvar a todos sin importar si pierde la vida en el camino aun d...