Superior Deku

El Retorno y la Confrontación

El noveno día amaneció con una atmósfera tensa, presagiando el regreso de Izuku Midoriya a la U.A. después de una semana de entrenamiento y reflexión bajo la tutela de Oliver Queen. A medida que el sol se alzaba lentamente, iluminando las calles de Musutafu, Izuku sabía que el día de hoy sería crucial. No solo por el regreso en sí, sino por lo que significaba enfrentarse nuevamente a sus compañeros y, más importante aún, a su profesor, Shota Aizawa.

Izuku, después de despedirse de Oliver por la mañana, se dirigió hacia la U.A. con una mezcla de determinación y ansiedad. Los días de entrenamiento con Oliver lo habían fortalecido, pero también sabía que las consecuencias de su ausencia no serían fáciles de manejar. Mientras caminaba hacia la academia, su mente estaba ocupada con pensamientos sobre lo que vendría a continuación.

Antes de dirigirse al salón de clases, Izuku decidió regresar primero a los dormitorios. Su ropa estaba sucia y desgastada por el riguroso entrenamiento de la semana, y sabía que no podía presentarse ante sus compañeros y profesores en ese estado. Al llegar a su habitación, se dirigió directamente a la ducha, dejando que el agua caliente limpiara no solo la suciedad de su cuerpo, sino también la tensión acumulada en su mente.

Este es el momento. No puedo seguir evitando a todos. Tengo que enfrentar lo que viene, aunque sea difícil. —Decia para sus adentros—

Después de la ducha, Izuku se puso su uniforme de la U.A., sintiendo una mezcla de nostalgia y determinación al hacerlo. Miró su reflejo en el espejo por un momento, notando las pequeñas cicatrices y moretones que habían quedado de su entrenamiento. Pero más que las marcas físicas, lo que realmente destacaba era la mirada en sus ojos, una mezcla de resolución y una sombra de lo que había pasado durante esa semana.

Con su uniforme limpio y su mente más clara, Izuku salió de los dormitorios y se dirigió al salón de clases. Sabía que al llegar allí, las preguntas lo estarían esperando, y no había manera de esquivarlas. Al cruzar las puertas de la academia, notó que algunos de sus compañeros lo observaban desde la distancia, sus miradas llenas de preocupación y curiosidad.

Al llegar a la entrada del salón, Izuku encontró a Aizawa esperando, como si ya supiera que Izuku iba a presentarse. La expresión del profesor era inescrutable, sus ojos serios y penetrantes.

—Midoriya. Finalmente has decidido regresar.

El tono de Aizawa era frío, pero no hostil. Más bien, era la voz de un maestro que había estado preocupado y que ahora esperaba explicaciones.

—Lo siento, Aizawa-sensei. Sé que mi ausencia fue repentina y que causé preocupaciones, pero necesitaba ese tiempo para... encontrar respuestas y prepararme. No fue una decisión fácil, pero era algo que debía hacer.

Aizawa observó a Izuku en silencio por un momento, evaluando sus palabras y su comportamiento. Había algo diferente en el joven, una madurez que no había visto antes, pero también una sombra de lo que había pasado durante esa semana.

 —Tu ausencia no pasó desapercibida, Midoriya. Todos estábamos preocupados por ti, especialmente después de lo que ocurrió con tu madre y la desaparición de All Might. Pero lo que más me preocupa es cómo has manejado todo esto. Has estado alejado de tus compañeros, de tus responsabilidades, y eso no es propio de ti.

Izuku asintió, aceptando la crítica de Aizawa. Sabía que su profesor tenía razón, pero también sabía que lo que había hecho era necesario para su crecimiento personal.

—Lo sé, sensei. Y no tengo excusas para eso. Pero necesitaba tiempo para enfrentar mis propios demonios, para entender lo que realmente significa ser un héroe, y para aprender a confiar en mí mismo y en los demás nuevamente.