Prueba de Fuerza y Compromiso

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Día 6 

Izuku Midoriya caminaba a través de la desolada zona industrial con una mezcla de anticipación y nerviosismo. Las palabras de Oliver resonaban en su mente: "Hoy será un día difícil." Sabía que el entrenamiento que estaba por enfrentar no sería como los anteriores. Oliver había mencionado que esta vez, el desafío no solo pondría a prueba su fuerza física, sino también su capacidad mental y emocional para enfrentar situaciones extremas. Era consciente de que se le presentaría una prueba que iría más allá de lo que había experimentado hasta ahora.

La zona industrial donde se encontraban era una vasta extensión de fábricas y almacenes abandonados, un lugar que había sido olvidado por la ciudad, dejándolo desmoronarse en un silencio inquietante. Los edificios en ruinas se alzaban como gigantes dormidos, y el sonido del viento silbando entre las estructuras oxidadas era la única compañía en ese páramo desierto.

Oliver se detuvo en medio de la zona, observando el entorno con una mirada calculadora. Parecía estar evaluando el terreno, considerando cada detalle antes de girarse hacia Izuku.

—Este lugar es perfecto para lo que tengo planeado. Aquí no habrá tregua, ni lugar para esconderse. Deberás utilizar todo lo que has aprendido hasta ahora, cada lección, cada fallo, para superar lo que viene.

Izuku asintió, sintiendo que la tensión en el aire crecía con cada palabra de su mentor. No había duda en su mente de que el entrenamiento de hoy sería implacable. Aún así, algo dentro de él se sentía listo, preparado para enfrentar cualquier desafío que Oliver le pusiera por delante.

—Vamos a comenzar con un calentamiento. Corre por toda la zona, usa los edificios y las estructuras como obstáculos. Esto no es solo para que te prepares físicamente, sino para que te familiarices con el terreno. Lo necesitarás más adelante.

Izuku asintió una vez más y comenzó a correr. Sentía el aire frío golpeando su rostro mientras se movía con agilidad entre las sombras de los edificios. Saltó sobre escombros, esquivó vigas oxidadas, y se deslizó bajo tuberías rotas. Cada movimiento era preciso, controlado, usando su entrenamiento en parkour que había perfeccionado con Oliver durante la semana.

Mientras corría, no pudo evitar pensar en la conversación que había tenido con Oliver el día anterior, en el parque en ruinas. Ese lugar le había enseñado una valiosa lección sobre la importancia de adaptarse, de encontrar la fuerza no solo en la victoria, sino también en la resiliencia. Y sabía que hoy tendría que aplicar esas lecciones de manera práctica.

Después de un tiempo, regresó al punto de partida, respirando con dificultad pero sintiéndose más conectado con el entorno. Oliver lo esperaba, con los brazos cruzados y una expresión seria.

—Bien. Ahora que conoces el terreno, vamos a la siguiente fase.

Sin previo aviso, Oliver lanzó una ráfaga de flechas hacia Izuku. El joven héroe apenas tuvo tiempo de reaccionar, moviéndose a un lado y utilizando una de las vigas de metal como escudo improvisado. Las flechas impactaron con fuerza, pero Izuku mantuvo la calma, recordando las enseñanzas de Oliver sobre la importancia de no dejarse llevar por la adrenalina en situaciones de peligro.

Izuku (pensamiento interno): "Mantén la calma. Analiza el entorno. Encuentra una manera de contraatacar."

Izuku sabía que Oliver no le daría tregua, así que rápidamente se desplazó de su posición, moviéndose entre las sombras de los edificios para evitar ser un blanco fácil. Mientras corría, escuchó el sonido de las flechas zumbando en el aire, cada una dirigida con precisión hacia él. Su mente trabajaba a toda velocidad, buscando patrones en los ataques de Oliver, intentando predecir su próximo movimiento.

Finalmente, encontró una oportunidad. Mientras esquivaba otra ráfaga de flechas, Izuku vio un conjunto de tuberías colgando de una estructura metálica cercana. Sabía que si podía alcanzar esas tuberías, podría usarlas para crear una distracción. Con un rápido movimiento, se lanzó hacia ellas, usando su agilidad para trepar y colgarse de las tuberías, haciendo que se balancearan con fuerza.

Las tuberías golpearon contra las paredes metálicas de la estructura, creando un fuerte ruido que resonó por toda la zona. Oliver, al escuchar el sonido, desvió su atención por un breve momento, y eso fue todo lo que Izuku necesitó. Con una rápida maniobra, se deslizó por las tuberías y corrió hacia Oliver, lanzándose hacia él con un golpe que Oliver apenas logró esquivar.

—Eso estuvo bien, pero aún te falta mucho. No subestimes a tu oponente.

Izuku se levantó rápidamente, sabiendo que había cometido un error al asumir que Oliver estaría lo suficientemente distraído como para caer en su trampa. Pero no dejó que la frustración lo dominara. En lugar de eso, utilizó la experiencia para ajustar su estrategia.

La lucha continuó con una intensidad creciente. Oliver atacaba con movimientos precisos y mortales, utilizando cada rincón del entorno a su favor. Izuku, por su parte, se mantenía en constante movimiento, utilizando su conocimiento del terreno para evitar los ataques y buscar oportunidades para contraatacar.

El tiempo pasó, y la batalla se convirtió en un juego de desgaste. Ambos estaban agotados, sus cuerpos cubiertos de sudor y heridas menores. Pero ninguno de los dos estaba dispuesto a rendirse. Izuku sabía que esta prueba no se trataba solo de ganar o perder; se trataba de demostrar que podía adaptarse, que podía mantener la calma bajo presión, y que podía superar cualquier obstáculo que se le presentara.

Finalmente, en un momento de agotamiento mutuo, Izuku vio su oportunidad. Usó una combinación de parkour y su entrenamiento en combate para escalar una estructura cercana y lanzarse desde las alturas hacia Oliver. La sorpresa en los ojos de Oliver fue evidente, y aunque intentó reaccionar a tiempo, Izuku logró inmovilizarlo contra una de las vigas metálicas con una llave que había aprendido durante sus entrenamientos.

Ambos respiraban con dificultad, sus cuerpos temblando por el esfuerzo. Pero había una sonrisa en el rostro de Oliver, una mezcla de orgullo y satisfacción.

—Has pasado la prueba, Izuku. No solo has demostrado tu fuerza, sino también tu capacidad para adaptarte y superar las adversidades. Estoy orgulloso de ti.

Izuku se levantó lentamente, ayudando a Oliver a ponerse de pie. La sensación de logro lo inundó, sabiendo que había enfrentado uno de los desafíos más difíciles hasta ahora y había salido victorioso.

—Gracias, Oliver. Aún me queda mucho por aprender, pero siento que estoy en el camino correcto.

—Lo estás, Izuku. Pero recuerda, este es solo el comienzo. Lo que has enfrentado hoy es solo una pequeña parte de lo que te espera en el futuro. Sigue adelante, sigue creciendo, y nunca olvides por qué empezaste en este camino.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, observando el entorno destruido que había sido testigo de su intensa batalla. Izuku sabía que había aprendido más en ese día de lo que podría haber imaginado, no solo sobre el combate, sino sobre sí mismo y sus propias limitaciones.

Cuando finalmente abandonaron la zona industrial, el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, bañando todo el entorno en un resplandor dorado. Era como si el mundo entero estuviera en calma después de la tormenta, y ese momento de paz era un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, siempre habría esperanza.

Esa noche, mientras Izuku descansaba, no hubo batalla interna, no hubo figura misteriosa esperando para atacarlo. Solo había paz, una calma que le permitió dormir profundamente, sabiendo que el día siguiente traería nuevos desafíos, pero también nuevas oportunidades para crecer.

¡Fin del capítulo!

Superior DekuWhere stories live. Discover now