Cementery Drive - Watermour

II

"Fall Away"

—Syd, no quiero seguir así, no quiero caer lejos...—

—Pero si lo hicieras, entonces yo caería contigo— sonrió y tomó su mano con confianza.

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Hace días que no veía al chico de ojos azules. Y no entiendo por qué lo extraño.
¿Por qué llegó justo ahora? Es más, ¿Por qué me abrazó?

Me frustra pensar en eso, me frustra sentir tantas emociones a la vez siendo que fue un simple abrazo, que seguro nunca más volvería a tener.

Quiero dejar esos pensamientos de lado, pero no puedo, ese chico vuelve siempre a mi mente.

Creo que necesito una cerveza.

Fui hacia el mueble donde mi padre guardaba todo tipo de alcohol, solo tomé una botella.
Le había prometido a Syd que no volvería a consumir alcohol en mi vida.

Pero las promesas siempre se rompen, ¿no?

Bebí hasta más no poder, y caí dormido en el suelo.
Y tuve un sueño extraño.

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—¿Dónde estoy?— pregunté mirando a los lados. Todo era negro.

—En algún lugar...— esa voz... ¡Era Syd!

—¿Syd?—quería encontrarlo, más no veía a nadie más aquí.

—Sí, Roggie, debo pedirte algo— su voz sonaba angustiada. —Olvídame—

—¡¿Qué?! ¿¡Cómo quieres que haga eso!? Eras y eres la única persona que he amado— dije, mirando a todos lados.

—Ahora amarás a alguien más, Roger. Él te salvará.—

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—Pero, ¿hay alguien que pueda salvarme?— me miré en el espejo.

—No lo creo—

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Estaba de nuevo en el cementerio, esta vez callado, tenía esperanzas de encontrarme con el chico que me abrazó.

Esperé un par de horas, sin embargo él no apareció.

Así que decidí irme a casa, me levanté y mientras caminaba por el cementerio avisté una conocida cabellera teñida.

Era él.

¿Qué hacía él aquí? ¿También habrá perdido alguien?
Me acerqué sigilosamente por detrás y ví el nombre de la lápida en la que estaba el chico.

"Douglas Gilmour"

¿Quién era ese hombre?

Traté de irme sin hacer ruido, pero me escuchó.

—Hey, chico — se levantó y me miró.
Sus ojos estaban rojos.

—Uh, yo no quería...— estaba avergonzado.

—Da igual, está bien— sonrió triste.

Verlo así me destrozaba aún más, pero le devolví la sonrisa.

—Creo que ahora tú necesitas un abrazo—

—¿Yo? No...— no lo dejé terminar y lo abracé. Me lo devolvió rápidamente y dejó su cabeza en mi hombro.

Estuvimos así por un largo tiempo, no sé por cuánto, hasta que él se separó.

—Muchas gracias, en serio— esta vez me mostró una sonrisa sincera junto a un lindo sonrojo que se formó en sus mejillas.

—Yo debería haberte agradecido por lo del otro día, lo necesitaba—

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Y el tiempo pasó, conversamos toda la tarde, perdiendo la noción del tiempo, no me importó, podría escuchar su voz toda mi vida, ver sus azules ojos o simplemente observarlo.

Su nombre es David.

Y siento que estoy protegido con él.

—¿Crees que podremos salir bien de todo esto?—

—Claro que sí, Roger, tienes que creer en ti, y en mi, porque me quiero quedar a tu lado—

—¿Y si llego a caer lejos?—

—No pienso caer contigo...— suspiró y me miró a los ojos.

—Yo te salvaría de esa caída.-