XII: Jungkook

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–Jimin, ven a probar– Jimin se levantó del sillón y caminó hacia la cocina que era el lugar de donde Yoongi lo estaba llamando. A los pocos segundos él llegó a la sala con una cuchara en la mano, caminaba con cuidado para hacer que no se cayera nada.

–-Di aa–Jimin acercó la cuchara hacia mi boca y me miró con emoción. Dudé un poco pero abrí la boca, eso estaba totalmente delicioso. Hacía mucho tiempo que no probaba la comida de Yoongi, cuando nos conocimos solía hacerlo a menudo. Había tenido que aprender todas las tareas de una casa ya que decidió venir a Seúl por sí solo cuando apenas había cumplido la mayoría de edad. –Delicioso, ¿verdad?–preguntó Jimin esperando mi respuesta emocionado.

–¿Te gusta la comida de Yoongi?–Él asintió emocionado

–Yoon, cocina delicioso. Cuando estaba allá la comida no sabía a nada. Todo era muy malo– Su mirada se había ensombrecido y me arrepentí de haber preguntado. Estaba por disculparme pero él tomó mi mano y me miró. –Gracias por ayudarme, por dejar que me quedara a pesar de que no sabías quién era. –Se acercó a mi demasiado rápido y luego besó fugazmente mis labios.

–¿Que- Qué fue eso?¿Quién te enseñó eso?– Estaba completamente atónito, él estaba agradeciendo y de un momento a otro...

–¿Esta mal? No sonreíste– Jimin abultó sus labios y su mirada lucía entre triste y decepcionada. –Lo vi, hace uno días en la televisión, ella le agradeció así al chico que la dejó quedarse en su casa por mucho tiempo. Él se veía feliz luego de lo que ella hizo–

–Entiendo, es que eso de dar besos en la boca lo hacen los adultos que se quieren mucho y quieren estar juntos. Con que solo me dieras las gracias era suficiente– revolví su cabello para animarle un poco y le sonreí.

–Pero yo te quiero mucho y quiero quedarme aquí contigo y con Yoon.–

–Te vas a quedar por mucho tiempo, aún te falta mucho por conocer.– Ambos sabíamos que estaba mintiendo pero no quería que él se fuera. Los meses que llevaba con nosotros habían sido completamente agradables y memorables. Incluso podía olvidarme de la rutina y de quién era, me sentía libre como si a la vez que él descubrió lo que la Tierra le regalaba yo descubría aquellas cosas que me hacían felices y que hace mucho tiempo me había olvidado de sentir. Jimin se acercó una vez más pero solo me abrazó fuertemente mientras temblaba en mis brazos.

– El almuerzo está listo– Yoongi se asomó hasta la sala. –Ronda de abrazos y no invitan, eh– Se echó a reír mientras retiraba los guantes de cocina. Jimin se alejó de mí y sonrió hacía Yoongi, ambos nos levantamos y nos sentamos a comer. Se sentía completamente agradable como si los recuerdos de la escuela secundaria se hicieran presentes. Me sentía feliz de tenerles, en especial de haber conocido a alguien tan puro y genial como Jimin. Esperaba y deseaba  que se quedara con nosotros mucho tiempo más.

El timbre de la casa resonó mientras terminamos de limpiar lo que se había ensuciado. Todos nos miramos por un rato y Yoongi me hizo una seña para que fuera abrir la puerta.

–Naaaam– Tan pronto abrí la puerta sus brazos pasaron por mi cuello y él se pegó a mi, abrazándome.

-Jungkook, ¿Qué haces aquí?– correspondí su abrazo a pesar de estar sorprendido.

–Te extrañaba, han pasado algunos meses y no has ido a la compañía ni nada.

–Estoy de vacaciones. Por eso no me he presentado.– le respondí

–¿Quien es, NamJoon?– Volteé para ver a Yoongi caminar en mi dirección.

–No sabía que habías venido con Yoongi– comentó Jungkook y entró para saludar a Yoongi. – Tanto tiempo sin verte Yoongi–  Yoongi lucía igual de asombrado que yo. Este lugar era exclusivamente para mi ¿cómo lo había encontrado? Él sabía que tenía una casa en la playa pero habían varias como iba a saber cuál era la mía.

Ojos de Luna ( PJM Y KNJ) NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora