Cap. 4 Tutora

2.6K 128 80
                                    

Los días han pasado, y no he vuelto a ver esa sonrisa de Edgar, lo cual me pone algo triste y mal porque en serio me agradó mirarlo en ese estado.

He intentado acomparñarlo a todos lados, y he notado que él hace lo mismo, pero lo hace de manera más indirecta. Hay veces en las que él se va a charlar con otros chicos y yo lo veo a lo lejos.

Muy pocas veces nos detenemos a hablar un poco, pero nos gusta así. En mi diario le hice una página con su nombre de título y lo único que he escrito de él es que me agrada. Quisiera escribir más sobre él, pero es muy cerrado e incluso distante y me complica más saber de cómo es.

Papá, por otro lado, ha estado más animado y por lo que tengo entendido, sigue saliendo con Violette.

Me alegro por él.

Es bueno que siga adelante con su vida y que quiera sentir amor otra vez.

Me pregunto... ¿Qué se sentirá cuando estás enamorado?

- ¡Colette! -me llamó papá desde la cocina porque estaba en mi habitación- ¡ven!

- ¡Ya voy! -grité desganada y fui para la cocina- ¿sí? -pregunté en cuanto llegué.

- Hoy estaré afuera como por una hora por trabajo -miró hacia la izquierda indicándome que estaba mintiendo.

- Muy bien, sal con Violette. Yo iré a pasear un poco -dije burlona y mi papá se sonrojó.

- Y-yo no he dicho que voy con Violette...

- Papá... ¿Hoy trabajas? -asintió- ¿en domingo?

- Ah... ¿Sí? -sonó más como duda que afirmación.

- Espero que te vaya bien en tu "trabajo" -hice comillas con mis manos haciendo que se sonroje de nuevo- nos vemos -fui a mi habitación y me cambié de ropa para salir.

Salí de mi casa y caminé por el parque. Miré a mi derecha y me encontré con un centro comercial. Sonriendo entré y busqué algo que me llamara la atención, miré una blusa blanca que me encantó y traté de tomarla, pero alguien también la tomó- ¿qué dem... ? -dijo y ambas nos miramos.

- Cindy, ¿ya encontraste lo que querías? -preguntó Maite acercándose- ¿Colette?

- ¡Suéltala! -exclamó Cindy arrebatándome la blusa- ¡yo la vi primero!

- Bueno... -dije extrañada- quédatela, voy a buscar otra...

- Oh no -me detuvo Maite sosteniéndome del hombro- nosotras dos debemos hablar.

- ¿De qué quieres hablar con una loca? -dijo Cindy con una mueca de asco.

- De Edgar -dijo obvia y Cindy asintió dándole razón- aléjate de él. ¡Sé que te gusta!

- Por favor... -dije rodando mis ojos- no empecemos con este cliché. Tú me dices: "aléjate" y yo contesto: "no, yo lo amo... Bla, bla y bla" -abrí y cerré mi mano haciendo como si hablara- Edgar y yo solo hablamos de vez en cuando. Además si él y yo fuéramos "otra cosa" no les sería de su incumbencia -les di la espalda y Cindy me detuvo poniéndose frente a mí.

- Nunca dijimos que fueras algo más de él... -dijo caminando haciendo uqe retroceda un poco- ¿lo son?

- No les incumbe -repetí y corrí de ahí escapando de la situación- pff... ¿A mí? ¿Gustarme Edgar? No me hagan reír... -dije ya caminando más tranquila- admito que me agrada y me pongo algo roja cuando sonríe, pero hasta ahí.

Al siguiente día, desperté y bueno, ya saben mi rutina de siempre. Así que caminando hacia la escuela, como ya había tomado costumbre, me hallé con Edgar y caminé a su lado- buenos días -lo saludé sonriente.

- Buenos días -puso sus manos en el pantalón de su uniforme y caminamos en silencio por un rato, hasta que decidió hablar- niña, ¿me repites tu nombre? -lo miré confundida- es que... -habló antes que le preguntara- en estas dos semanas te he tratado como "niña" pero no recuerdo tu nombre y sé que ya me lo dijo el profesor cuando llegué, aunque ya lo olvidé.

- Y es cuando notó todo el aprecio que me tienes 'Edgar' -enfaticé al decir su nombre.

- Si te tengo aprecio, ¿sino por qué crees que te pregunto tu nombre?

- Descúbrelo tú mismo, 'Edgar' -él rodó los ojos.

- Lo aré, no te preocupes niña -le guiñé el ojo y volvió a rodar los ojos.

Cuando llegamos, nos sentamos en nuestros lugares y puse mi cuaderno en mi escritorio- Colette... Es bonito el nombre -miré mi cuaderno y noté que mi cuaderno tenía mi nombre.

- Hay que idiota soy... -murmuré y me miró con sorpresa.

- Niña, qué boquita... -rodé mis ojos. 

- Oh vamos... Tú has dicho peores palabras -él se encogió de hombros.

- Pero no te había escuchado a ti hablar así -suspiré cerrando mis ojos- ¿qué tal te va en matemáticas niña? -preguntó de pronto.

- Pues me va bien, pero no soy la mejor en esa clase -aclaré y asintió.

- ¿Serías mi tutora? -lo miré sorprendida y lo pensé unos segundos.

- Sí, ¿por qué no? -dije sonriendo amablemente- nunca he sido tutora, así que será interesante.

- Ok, nos reunimos en el parque -alcé mi ceja confundida.

- ¿Por qué no en mi casa o en la tuya?

- Porque cerca del parque está la biblioteca, y supongo que hay libros de matemáticas ahí, ¿no? -asentí dándole razón- ya está entonces. A las 4:00 pm.

- Muy bien -en ese momento, llegó la profesora Rosa y la clase empezó.

Hermanastros (Edgar x Colette) [BS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora