Hermanastros (Edgar x Colette) [BS]

Cap. 11 Adiós Violette, adiós Edgar

Nuestros labios se separaron y seguí viendo sus ojos que me tenían ahí, casi hipnotizada porque no me quejaba que estuviéramos en esa posición.

De mi boca solo salió un leve suspiro sin saber qué decir en esos instantes. Él me dedicó una sonrisa y puso su mano en mi espalda levantándome del piso mientras que yo me apoyaba de su cuello. Volvimos a besarnos, pero con más firmeza y cerramos los ojos haciendo que nuestras bocas hicieran pequeños ruidos al chocarse entre sí.

De pronto, la luz se encendió haciendo que ambos nos separemos- ¿qué es todo este escán...? -dijo mi papá mirándonos en el piso. Me puse de pie y Edgar hizo lo mismo.

- Ho-hola... -dije tartamudeando- vine porque quería tomar algo y me... Encontré a Edgar... Creo que ya es muy tarde así que me voy... -intenté irme, pero me tomó del brazo.

- Yo creo que también me voy Byron... -Edgar trató de huir, pero papá también lo tomó del brazo.

- ¡¿Qué demonios estaban haciendo los dos a estas horas de la noche?! -exclamó enfurecido. Violette no tardó en llegar y nos sentamos todos en el sofá.

- Papá... -dije suplicante y me miró mal- perdón... -bajé la mirada y vi mis manos cerradas.

- Aún no entiendo qué es lo que pasó -dijo Violette confundida.

- Lo que pasa, es que TU hijo se estaba besando con mi hija y tuvo el descaro que hacerlo aquí, en el mismo lugar en que yo estoy -papá se cruzó de brazos y Violette nos vio boquiabierta.

- ¿Como pudiste...? -susurró.

- Madre... No es la mayor cosa... -dijo Edgar rodando los ojos.

- No tú, ella -me señaló a mí- ¡¿cómo pudiste besar a tu propio hermano?!

- Alto, alto, alto... -la interrumpió papá- estoy seguro que quien empezó ese beso fue tu hijo, no mi hija.

- Mi hijo no es inapropiado...

- ¿Estás diciendo que mi hija es inapropiada?

- No, no es eso... Escogí mal las palabras... -ella suspiró- ambos estuvieron mal, y nosotros estamos muy decepcionados de ambos. ¿Cómo pueden verse con otros ojos?

- En mi defensa... -agregó Edgar- nosotros no somos hermanos legalmente.

- ¡Sí! -exclamé- no somos hermanos.

- Pero si son hermanastros -corrigió mi papá.

- Eso lo verían muy mal mis amigas... ¿Te imaginas qué dirían nuestros parientes, Edgar? -el mencionado gruñó y se puso de pie.

- ¡Me importan una mier** lo que piensen de mí esos hijos de pu**! -gritó y se encerró en su cuarto cerrando la puerta con un golpe.

- ¡Edgar! -gritó también Violette y luego suspiró- no puedo con esto... Resuelve tus problemas con TU hija -le dijo a mi papá y ella se fue a su habitación.

Mi papá se sentó a mi lado mientras que jugaba con mis dedos apenada- hace tiempo... -empezó a hablar- me enamoré perdidamente de una mujer muy hermosa y me casé con ella... Tuve una hija también muy hermosa y...

- Ya conozco esa historia -dije suspirando- papá... Sé que tu historia de amor no fue de lo mejor y que termina mal... ¿Por qué mi primera historia de amor tiene que terminar mal?

- ¿Qué quieres decir?

- Me dirás: "a veces las cosas no salen como tú quieres y al amor verdadero llegará tarde o temprano" -dije fingiendo una voz grave- "y ese amor no es Edgar". Pues te diré algo: no quiero acabar mi primer amor mal...

- Yo tampoco quiero eso para ti... -él suspiró- mañana hablaremos con Violette y Edgar.

Volví a mi habitación sin entender las palabras de mi papá, pero al final casi no pude dormir pensando en que por fin había besado a Edgar y que todo había acabado mal...

Lo dije una vez y lo repito: ¿alguien puede tener más mala suerte que yo?

Al amanecer el desayuno fue tenso, ninguno hablaba y se sentía un aura pesada viniendo de papá y Violette quienes parecían haber discutido la noche anterior.

- Edgar -llamó su atención mi papá y pude ver que Edgar se puso nervioso. Levantó la vista despacio y miró a mi papá con algo de miedo- estuve hablando con tu mamá anoche, y no llegamos a nada. Así que te diré lo que pienso...

- Byron... -dijo Violette con su ceño fruncido.

- Yo puedo con esto, querida -mi papá aclaró su voz y miró serio a Edgar- sé que mi hija está enamorada de ti y sé que tú también lo estás -ambos nos sonrojamos- y no traten de negarlo, se les nota a ambos. Traté de ignorarlo por un tiempo, pero los dos actúan extraño cuando se hablan el uno al otro...

- Basta Byron -volvió a interrumpir Violette.

- Deja que termine -suspiró- por mi lado... Está bien que salgan juntos, después de todo no son hermanos.

- ¿En serio papi? -pregunté emocionada y miré a Edgar quien tenía una tierna sonrisa. Mi papá asintió por mi pregunta- ¡ah! ¡Gracias, gracias, gracias! -le di un beso en la frente y lo abracé.

- Por mi lado está muy mal -dijo Violette haciendo que me separe de mi papá- no voy a dejar que mi hijo esté con su propia hermana.

- Violette... -papá volvió a suspirar- no podemos negarle el amor a dos jóvenes, además no creo que duren mucho...

- ¡Papá! -exclamé.

- Ok, ok, solo jugaba -rió entre dientes- no quiero discutir con mi hija, y mucho menos contigo Violette, así que mejor... Dejémosle, ellos tienen derecho a amar -sonreí algo melancólicamente.

- Pues allá tú si contemplas a tu hija, porque yo no. Y si vas a seguir así mejor lárgate con tu hija -papá se puso rojo de la ira y se fue unos minutos y regresó con unas maletas.

- Colette, nos vamos -dijo con firmeza.

- Bueno... -me puse de pie sin discutir y fui detrás de él.

- ¡Ni creas que voy a dejar que esa niña esté con mi niño! -gritó ella.

- Sí, sí, sí... -le siguió la corriente papá y salimos de la casa, no sin antes lanzarle una mirada triste a Edgar...

Adiós...