Me pasé el resto del finde hablando con Miguel, él es simplemente perfecto y en cosa de unos días me empecé a enamorar de él. Quedábamos todas las semanas al menos una vez para ir a hacer surf juntos, y entonces un día mientras esperábamos sentados sobre las tablas a que llegara una buena ola...
MIGUEL: Kalea, ¿podemos hablar?
Esa frase siempre me daba miedo.
YO: C-Claro, ¿que pasa?
MIGUEL: Me voy a ir a Edimburgo un par de días, quizás semanas, por el trabajo de mi padre...
YO: ¿¿Qué?? ¿Y cuándo te vas?
MIGUEL: Mañana, me lo dijeron ayer pero no sabía como decirtelo...además de que...
YO: ¿Qué?
MIGUEL: Nada, déjalo... no tiene importancia.
YO: Nonono, ahora no me vas a dejar con la incógnita.
MIGUEL: Pues si te la dejaré porque ahí viene una ola
Tan pronto como acabó la frase empezó a remar dispuesto a cogerla. Y lo consiguió. Llegó hasta casi la orilla con una perfección increíble sobre la tabla. Decidí coger la siguiente y llegar hasta él.
YO: ¿Me lo dices ya?
MIGUEL: Vale...pero primero tendrás que cogerme.
Echó a correr como una bala por toda la playa dejando la tabla sobre la arena, hice lo mismo y le perseguí. Él era rápido, pero yo más. Aunque me resultó difícil al final le atrapé, salté sobre su espalda y le tiré a la arena. Acabamos el boca arriba y yo encima.
YO: ¿Ahora?
MIGUEL: Pues que te quiero, desde el primer instante que vi tus preciosos ojos azulados me empecé a enamorar de ti y poco a poco conseguiste enamorarme del todo. Sinceramente creo que te amo Kalea.
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Aloha
Ficção AdolescenteElla se llama Kalea y con tan solo 16 años debe hacer que su vida dé un cambio inesperado, cruzar el charco y empezar una nueva aventura llamada vida en otra ciudad diferente a la que está acostumbrada. Nacida en Hawaii, amante del surf, alocada ad...