Capítulo 14

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Me pasé el resto del finde hablando con Miguel, él es simplemente perfecto y en cosa de unos días me empecé a enamorar de él. Quedábamos todas las semanas al menos una vez para ir a hacer surf juntos, y entonces un día mientras esperábamos sentados sobre las tablas a que llegara una buena ola...

MIGUEL: Kalea, ¿podemos hablar?

Esa frase siempre me daba miedo.

YO: C-Claro, ¿que pasa?

MIGUEL: Me voy a ir a Edimburgo un par de días, quizás semanas, por el trabajo de mi padre...

YO: ¿¿Qué?? ¿Y cuándo te vas?

MIGUEL: Mañana, me lo dijeron ayer pero no sabía como decirtelo...además de que...

YO: ¿Qué?

MIGUEL: Nada, déjalo... no tiene importancia.

YO: Nonono, ahora no me vas a dejar con la incógnita.

MIGUEL: Pues si te la dejaré porque ahí viene una ola

Tan pronto como acabó la frase empezó a remar dispuesto a cogerla. Y lo consiguió. Llegó hasta casi la orilla con una perfección increíble sobre la tabla. Decidí coger la siguiente y llegar hasta él.

YO: ¿Me lo dices ya?

MIGUEL: Vale...pero primero tendrás que cogerme.

Echó a correr como una bala por toda la playa dejando la tabla sobre la arena, hice lo mismo y le perseguí. Él era rápido, pero yo más. Aunque me resultó difícil al final le atrapé, salté sobre su espalda y le tiré a la arena. Acabamos el boca arriba y yo encima.

YO: ¿Ahora?

MIGUEL: Pues que te quiero, desde el primer instante que vi tus preciosos ojos azulados me empecé a enamorar de ti y poco a poco conseguiste enamorarme del todo. Sinceramente creo que te amo Kalea.

AlohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora