Capítulo 17

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Enical

"Tienes cara de Gabriel, como el ángel" ¿Cómo le pude decir una bobería así?

Bueno, es que en ese momento no es que pudiera razonar muy bien...

-¿Se te viene algún nombre a la mente?- preguntó distraído.

-Se me viene otra cosa- intervino la Pinky con una sonrisa sugerente.

-Ya contrólate, me das asco- bramó la Dark indignada, quería patearla, pero sólo la empujó mientras la Pinky se reía.

No podía pensar con esa pelea y solté lo primero que se me ocurrió antes de decir algo peor.

Según Antonio soy una extranjera que radica en España desde hace 3 años, justo al cumplir la mayoría de edad, esa era mi nueva historia.

En los días siguientes Augusto me acompañó a sacarme fotos para la identificación, aproveché en estudiar y ponerme al corriente, tengo un par de cosas frescas, pero con los últimos acontecimientos creo que olvidé otro par, ayudaba a no llorar la mayoría del tiempo que estaba sola, a un paso a la vez empecé a ver la luz en el túnel y el ordenador se convirtió en mi mejor amigo, perdón Adrián, pero es más útil que tú.

Morelia es mi única compañía femenina, una adorable chica de 15 años, la ayudaba con sus tareas y merendábamos charlando un poco, esquive las preguntas sobre mi pasado, no quería mentirle, al parecer ella tampoco sentía mucha curiosidad o no quería que yo le preguntara el suyo, así que fue un pacto implícito.

Al menos con ella podía pensar sin 4 obstáculos en mi mente, con Antonio era otro cuento, todas se ponían a pelear como adolescentes en pijamada y me ponía cada vez más nerviosa y estúpida, creo que estoy batiendo récords.

Morelia estaba acomodando sus cosas para irse a la escuela cuando escuchamos la puerta principal abrirse con un traqueteo de llaves, Antonio no suele aparecerse a estas horas, pero ahí estaba la cabellera de rulos a toda prisa cruzando el pasadizo.

-Hola chicas, olvidé algo de la oficina, llevo algo de prisa- anunció sin mirarnos entrando a su estudio, salió con una carpeta respirando más tranquilo.

Ahora sí se nos acercó en la cocina, se dirigió a Morelia y ello le sonrió ampliamente al verlo, esa sonrisa...así no me sonríe a mí...y el sonrojo en sus mejillas acompañado por su tartamudeado "Buenos días" fue suficiente para saber que pasaba allí mientras ellos intercambiaban un par de frases cordiales.

-Yo dije que era gay- advirtió la Dark jugando con una pelotita anti estrés, sonriendo como si hubiera ganado una apuesta.

-Yo digo que es un ciego idiota, es hombre, apuesto a que ni lo sabe- indicó con obviedad la Floja cruzándose de brazos y encogiendo sus hombros.

-¿Y por qué le dio un beso en la mejilla a ella y no a nosotras?- protestó la Pinky con un tono de resentimiento, todas nos quedamos calladas, como si le diéramos la razón, lo notamos y empezó el pánico.

¿Lo pensaron todas? Es decir que ya no es sólo una parte de mi, son las cuatro. ¡Mierda! ¿Me importa algo así? ¡No, no puede!

-A nivel cultural europeo, España e Italia acostumbran dar besos en las mejillas a las personas con las que comparten una interacción directa como amigos, familia, etc. Mayormente se da entre hombre-mujeres o mujeres-mujeres- acotó la Nerd a la defensiva sintiéndose nerviosa como las demás.

-Oh eso explica que se nos esté acercando- advirtió la Dark alertando a las demás mientras Antonio invadía mi espacio personal, ni siquiera lo noté hasta que ya era tarde, nunca me ha saludado así.

Estaré a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora