Yeonjun
Soobin estaba obsesionado con el tiempo; lo contaba, lo anunciaba, lo media y luego lo maldecía. Para Yeonjun era confuso, pues el tiempo no representaba para él un problema, no se fijaba en él y no le daba importancia.
—Así se rige el mundo—le dijo Soobin mientras le enseñaba a sostener la cuchara.
—¿Por qué?
—No sé, yo no hice las reglas, ni el mundo. ¿No deberías saber tú?—preguntó el humano—. Estás más cerca de él que yo.
—Yo no conocía los minutos, no los entiendo, él no lo inventó, yo creo que es invento de ustedes. No sé porqué lo usan, solo los hace sufrir—Yeonjun logró llevarse la cuchara a la boca por sí solo y sonrió.
—No podemos cambiar siglos de historia y costumbres ahora, pequeño ángel. No hay nada que hacer.
—¿Aunque seas infeliz?—preguntó Yeonjun, no tenía sentido para él.
—No venimos aquí a ser felices.
Esa frase quedó en su mente; nunca le dijeron a que iban los humanos a la tierra, estaba claro que no todos eran felices y los problemas que experimentaban no ayudaban en mucho. El propósito de los humanos en la tierra era igual de misteriosos para él, un ángel, que para los humanos.
Los días siguientes, Soobin lo dejó recostarse en una cama, Yeonjun descubrió que le gustaba dormir y lo hacía muy seguido. También le daban comida, muchos días ero lo mismo, pero no sabía mal y no sufría de hambre. Además aprendió a usar algo llamado tocadiscos, aún con sus ojos vendados, y se dio cuenta que la música era una de las pocas cosas que los humanos podían hacer mejor que los ángeles.
Le agradeció a Soobin por todo, el humano solo le acarició el cabello y le preguntó porqué era rosa. Ambos descubrieron que los humanos ven menos colores que los ángeles, y lo que era un color para Yeonjun era otro para Soobin.
Una noche, Soobin dijo que era de noche, el humano llegó y se dejó caer en la cama, nunca hacía eso y le sorprendió a Yeonjun. Luego notó la respiración agitada.
—Tú que eres un bonito ángel—dijo entre jadeos—, ¿qué pasará con mi alma cuando muera?
—Irá a otro cuerpo—respondió Yeonjun—. ¿Estás herido?
—Puede que la sangre sea por eso—Soobin rio como si fuera muy divertido—. ¿Cómo que mi alma irá a otro cuerpo? ¿Voy a reencarnar?
—Creo que así le dicen. Todo lo que hagas ahora va a repercutir en tu vida futura. Lo malo que hagas será un mal para tu misma alma.
—El que vivió antes de mí era un grandísimo hijo de puta—dijo Soobin.
Las manos de Yeonjun buscaron buscaron a Soobin, las sábanas tenían una textura diferente.
—Enserio, ¿qué carajos hizo para que me pasara esto?
—Algo muy parecido a lo que haces ahora—soltó Yeonjun sin pensar, buscando con las manos a Soobin.
El ambiente cambió un poco, la respiración de Soobin era más lenta y dejaba soltar uno que otro quejido. Yeonjun tocó lo que parecía ser la herida, el cosquilleo empezó, pero lo apartaron.
—No, no quiero que veas—susurró Soobin.
—Pero estás herido.
—Voy a estar bien—le dijo, Yeonjun lo intentó de nuevo, pero no lo dejaron—. Enserio, no fue bonito, no mereces verlo.
—Pero...
Una mano le tocó la mejilla, Yeonjun no se apartó.
—No me voy a morir hoy, tengo una conversación pendiente sobre el alma.
La puerta se abrió, Yeonjun apretó un poco la mano de Soobin.
—Carajo—dijeron.
—Tranquilo—le susurró Soobin—. Kai no me matará.
—Aún—dijo Kai—. Tengo que curarte.
Yeonjun no volvió a dormir; se preguntaba qué pasaría. Era irónico, jamás se preocupaba por el después si tenía un presente para vivir, pero estaba en la tierra, las cosas se regían diferente. Él se regía diferente.
-
En lo que pareció una eternidad, incluso una más grande que su existencia, Soobin regresó sin sangre, pero cansado.
—Te dije que volvería—se acostó de nuevo en la cama, suspirando—. Ahora, condenaste mi alma cuando parecía estar a punto de morir, eres un pequeño angelito cruel.
—Yo no condené nada.
—Dijiste que lo que hizo el de antes es parecido a lo que hago, ¿pero lo que hago no es culpa del anterior?—Soobin tocó sus alas con cuidado. Yeonjun pensó en lo que le enseñaron.
—La situación sí, cómo reacciones depende de ti, del que es del presente.
—Pero si el anterior hizo... cosas malas, eso significa que me van a tocar a mí. ¿No es un círculo vicioso?
—No; siempre puedes elegir cómo reaccionar, eso no solo ayuda al del futuro, también al de ahora.
—¿Qué?
—Atraes lo que eres y lo que haces, en presente y futuro—dijo Yeonjun con un suspiro, acomodándose.
—Oh.
Yeonjun suspiró y se dejó arrullar por los dedos gentiles de Soobin.
—¿Tu cambiarás de cuerpo?—preguntó el humano.
—En el cielo creía que no, pero ahora siento de todo, y no estoy seguro.
—¿Y... cuándo vamos al infierno?—preguntó Soobin, aún acariciaba sus alas.
—Ya estás en él—Yeonjun respondió, casi dormido.
—¿Qué?
—Los arcángeles le pusieron infierno por cómo se volvió.
—¿Y el diablo?
—¿Quién?
No escuchó nada más, porque cayó dormido entre los brazos de un alma que sangraba desde hace mucho tiempo.
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Cadere [Soojun]
FanfictionUn ángel condenado. Un hombre solitario. Dos destinos entrelazados y un peligro. El presente de Yeonjun cayó por un crimen de su futuro, el de Soobin se construyó con las cenizas de un pasado escarlata. Los ojos de los ángles cambian de color cuand...