II

658 73 7
                                    


Como ninja estaba costumbrado a que los atisbos de sorpresa por cualquier cosa inesperada no surtieran efecto, pero esta vez era totalmente diferente.

Sakura Haruno, había cambiado, fumaba, eso me sorprendió, pero se me callo la mandíbula hasta el suelo cuando soborno a los guardias de la entrada para que pudiéramos pasar, aunque la situación era desconcertante, me parecía divertida y hasta un poco excitante, sakura se mostraba muy segura de sí misma y que decir de su trasero rendo, me pusieron como pocas veces.

Llegamos a la torre hokage, la cual estaba prácticamente vacía, a este punto ya había dejado de llover. Sakura nos guio al techo de la torre hokage, y no había rastro de Tsunade.

Shikamaru apareció y le puso una capa a sakura, una capa hokage, era casi idéntica a la de Tsunade, pero esta tenía inscripciones diferentes.

-Necesito saber los motivos por los cuales están aquí- mis ojos no podía creer lo que estaba pasando, ¿sakura hokage?, ni en sus peores pesadillas, tal vez era una broma- soy la nueva hokage, quieren hablar con ella, los escucho.

Todos nos reímos, joder, que buena broma.

-Por qué no mejor voltean- entre risas voltee y ante mis ojos, apareció la cara tallada de sakura en el monte hokage, ahora si me calle y al parecer no fui el único.

-Konoha sí que callo bajo al escogerte como hokage- sasuke trataba de hacer enojar a sakura.

-Te pido que tengas un poco más de respeto hacia mi mujer, no solo estás hablando con la hokage, estás hablando con la futura matriarca del clan Nara- shikamaru tomo la mano de sakura y fue ahí cuando me di cuenta de la sortija que se encontraba en la mano izquierda de sakura.

Esto tenía que ser una jodida broma, sakura no amaba a nadie más que a sasuke.

-Gracias, pero no necesito que me defiendas- sakura se posiciono enfrente de shikamaru- soy la máxima autoridad en esta aldea, espero y me traten como tal, su condena y permanencia en esta aldea la decido yo, no sean imprudentes- sakura camino hasta la puerta para ingresar de nueva cuenta a la torre- síganme.

Mi mente está hecha un lio, si sakura era hokage algo malo había le pasado a Tsunade, al parecer el hogar que yo recuerdo ya había cambiado mucho.


Guie a los chicos a mi oficina, me senté en la silla e inmediatamente me puse a buscar una cajetilla de cigarros, los cuales, personalmente me había encargado de guardar en los cajones.

-Joder con ese maldito hijo de perra- me sobe las sienes, ya sentía el dolor de cabeza.

La puerta fue abierta y entro Hikari corriendo mientras lloraba, shikamaru y yo nos miramos, ella no debería estar aquí.

-Mamá, papá, ¿Por qué quieren que me valla? ¿acaso ya no me quieren?

Sonreí por primera vez en el día. Abracé con fuerza a Hikari.

-Nosotros siempre te vamos a querer, nunca dudes de eso pequeña, pero necesitamos que te vayas durante un par de semanas, en lo que las aguas se calman- shikamaru tomo entre sus brazos a Hikari y le empezó a dar besos por toda la cara hasta que se calmó, me pare y me uní a shikamaru.

-Llévatela- ya había sentido la presencia de los AMBUS que se encargaban de la seguridad de mi hija, les iba a cortar las bolas, no podía poner en riesgo a Hikari, y ellos la habían descuidado, el infierno sería un regalo de dios en comparación a lo que yo les haría sufrir.

En un chasquido se encontraban arrodillados ante mí, y el comandante tomo la palabra.

-Hizo una distracción, y logro escapar.

- ah, no me había dado cuenta- podía escuchar el corazón latiendo desenfrenadamente de mis AMBUS- solo les di una puta orden, y era sacar a Hikari de la aldea, ahora no solo eso no va a pasar, sino que tendré que encargarme de darles un jodido castigo, ¿me ven con el humor para manejar este tipo de errores? – todos negaron – lárguense antes de que de verdad les corte las pelotas.

Joder, no me podía permitir este tipo de errores, iba a hundir a Danzo el día de hoy, no debería haber fallas, una falla mía es un motivo para que él pueda escapar, tomé una bocanada de aire y me senté de nuevo.

Una bola de humo salió a mi derecha, mi guardia personal, la persona que me quito mis cigarrillos. Dragon, su nombre de agente AMBU, puso su mano derecha en el respaldo de la silla, una advertencia silenciosa, su mano izquierda fue a su porta kunais y ahí se quedó. Le di mi mano para que me diera las cajetillas que me había quitado, dudo un momento antes de entregármelas, un poco menos molesta me dirigí a los desertores.

-Los escucho- Karin fue la primera en tomar asiento en frente mío y los demás siguieron su ejemplo.

-Vine por algunas respuestas, eso definirá lo que haremos después- sin duda los Uchihas no tenían el don de la palabra.

-No soy una jodida adivina, se mas especifico.

-Hmp, necesito que me des acceso a los archivos de la masacre Uchiha.

-No- este suspiro y me miro tratando de matarme- esos archivos están fuera de la ecuación.

-Es eso o nos vamos

-Adiós, pero yo creo que ya no se podrán, ya les sellé el chakra, podría cobrar la recompensa por su cabeza, después de todo son criminales.

La sala quedo en silencio hasta que kakashi hablo.

-Dijiste que no nos darían acceso a los archivos, deduzco que es por nuestra situación de criminales- asentí- si fuéramos ninjas de konoha otra vez, abría una posibilidad de que pudiéramos tener esos archivos.


SolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora