XIII

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Dragon y yo salimos al amanecer, directo Amegakure, donde fue el lugar donde se dio el reporte de Itachi, en el que casi me aseguraron que era el, así que, por obvios motivos, aquí estábamos, no quería dejarle el trabajo alguien, sabía lo que le había pasado a Itachi, así que lo más probable es que alguien este usando su identidad.

Llegamos después de tres días de solo haber dormido un par de horas y no hacer ningún descanso hasta la hora de dormir, no podía dejar tanto tiempo sola a la aldea. Después de registrarnos nos fuimos directamente al centro de operaciones, la torre más alta de toda la aldea, antigua base de akatsuki. Solo dos personas podían entrar a la torre, Dragon y yo, todavía están los archivos de las misiones que hizo akatsuki, y bastantes rollos de técnicas prohibidas, eso sin contar que varios miembros de akatsuki habían dejado por escrito como realizar sus técnicas especiales, siendo Konan, nagato, kisame y sasori, esto serial un desastre si técnicas así llegaran a caer en manos enemigas, por tal motivo estaba restringida su entrada.

-Sácale toda la información que puedas- Dragon se marchó y me quede sola en la torre, fui directo a su biblioteca, a pesar de que han pasado tres años y tenga acceso, nuca podría terminar de leer los archivos. Mi deber como hokage no lo permitiría.

Saqué un par de libros y me dirigí a la antigua oficina de Pain, que prácticamente ahora era mía, era grande y básica, solo tenía un escritorio, una silla y tres libreros que adornaban la totalidad de las paredes, excepto una, la cual era prácticamente un balcón, en donde se podía ver la totalidad de la aldea, estaba bastante bien disimulado por las figuras de Konan y Pain hechas una estatua.

Sin pensarlo dos veces me dirigí allí y observé la ciudad, tan tranquila y pacífica, justo como el rostro de las estatuas. Coloqué chakra en la planta de mis pies y subí directamente a la cabeza de Pain.

Le había prometido traer la paz al mundo, ¿realmente podría hacerlo?, no podía con mi vida y ahora tendría que cargar con el peso del mundo entero y bueno la promesa no solo fue a Pain, sino también a Konan en su debido tiempo.

Después de la muerte de Pain, Konan sello el cuerpo de nagato y se lo llevo, realmente no sabía qué hacer, mis maestros habían caído en coma y mis problemas parecían haber aumentado, no había nadie que pudiera detener a danzo, así que le conté todo a Konan y ella me tendió la mano, si, la misma criminal rango S, es la misma que me ayudo a querer continuar con vida el tiempo necesario para que yo pudiera cumplir con mi promesa a Pain. Así que aprendí de ella, me enseñó a ocultar mis sentimientos, a sus propias palabras "la gente no puede usar tus sentimientos en contra de ti, si no los tienes".

Konan se volvió mi mentora, me enseño varios justus de su propia colección, claro está que no era tan habilidosa como ella, pero sin duda el simple hecho de saberlos me convirtió en un enemigo más que formidable, dado que no disponíamos de tanto tiempo para que yo aprendiera, escribió la totalidad de sus técnicas, junto con las de nagato, así es como podía hacer que lloviera para poder localizar a alguien. Cuando supimos el verdadero objetivo de akatsuki, Konan peleo con tobi, al saber cuál era su objetivo, Konan me pidió retirarme de la pelea y sellar los ojos de nagato.

-Sakura, vete, sella los ojos de nagato, yo me hare cargo de tobi- la inexpresiva mirada de Konan por fin mostro un sentimiento, suplica.

-Me quedare, tú tienes que sellar los ojos, no yo- ella negó y puso una mano en mi hombro.

-Al final del día la responsabilidad es mía, yo tengo que hacerme cargo.

-Konan-chan, es de muy mala educación hacer esperar a la gente, tobi se está aburriendo- Konan me lanzo una patada, rodé varios metros y una última mirada me hizo desistir de ayudarla, ella solo necesitaba tener la seguridad de que los ojos jamás caerían en las manos de tobi, le di un asentimiento.

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