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Abrí los ojos, divise a dragón durmiendo a mi lado, los rayos de sol entraban por la ventana, mire el reloj y eran las doce del día, realmente había descansado, me volví acostar, no quería salir del cuarto y volver a ser la hokage de konoha, solo por unos minutos.

-Traeré el desayuno- asentí y me pare de la cama, dragón me había dejado ropa, un traje AMBU junto con los protectores, me aliste y salí a parar mis compañeros de equipo, pero grande fue mi sorpresa al ver que mi equipo estaba tratando de apagar el fuego de la cocina.

-Suiton elemento agua gran ola de agua- apareció una ola de tamaño medio que inmediatamente apago el fuego y empapo a mi equipo- no lo vuelvan hacer- solo me senté y esperé a que el agua se dispersara, inundar un departamento no es la mejor de las ideas.

La comida llego y nos pusimos a comer, los chicos trataban de hacerme platica, pero los ignore, realmente no solía platicar mucho, hoy no iba a ser la excepción.

Llegando a la oficina, me encontré un amitsu y una nota. "Espero te guste, shikamaru", solo tire la note y me puse a comer el amitsu. La historia entre el amitsu, shikamaru y yo, era bastante, cuando tenía tres años, los niños me molestaban por mi frente y mi cabello, hasta que un día apareció shikamaru, me consoló y me dio el amitsu que el traía, desde ese día el amitsu se convirtió en mi comida favorita y habíamos empezado una clase de amistad, tal vez no jugábamos todos los días, pero estábamos cuando las cosas se ponían feas, como cuando lo consolé por la muerte de Asuma o cuando el me ayudo con la traumática muerte de mis padres.

Suspire, no sabía si perdonar a shikamaru, no solo por lo que me dijo y lo que me hizo, la verdad yo también tenía bastante la culpa, no debí gritarle, yo también debería disculparme.

Hice un clon y lo deje haciendo el trabajo, salí para buscar a shikamaru, estaba en su oficina, queda a lado de la mía. Shikamaru me dio el paso y entre.

-Te quiero pedir disculpas, no debí gritarte- me miro sorprendido y se paró de su silla.

-Disculpas aceptadas- hizo amago de abrazarme, pero lo esquive, me sentía herida, que me disculpara por lo que le dije no borraba el hecho de que las cosas estarían bien de la noche a la maña, shikamaru era de las pocas personas que sabían lo que había pasado durante mi secuestro, y lo uso para hacerme sentir mal, ¿y si lo vuelve a usar contra mí?, ¿realmente podría confiar en el de nuevo?, salí de la oficina y me fui al cementerio.

Mis padres no tenían una tumba o un lugar en el cual pudieran descansar, danzo los había incinerado después de matarlos y dejo que sus cenizas se las llevara el viento, si, enfrente de mí, mi único consuelo era saber que ellos ya no estarían sufriendo. Me quede hasta que se empezó a oscurecer.

Fui a la torre, desaparecí al clon y me lleve de nueva cuenta a mi equipo al departamento, le pedí a dragón que agendara las citas para mi equipo, ellos realmente necesitaban alguien con quien hablar.

La rutina fue la misma, durante ocho días más, shikamaru dejaba un obsequio en mi escritorio, generalmente con una nota de disculpas o algún juego de palabras que seguramente me haría reír.

Un clon me ayudaba con naruto, había empezado a regularlo, si quería ser hokage tendría que estudiar, y mucho.

A kakashi le di unos libros de Jiraiya, edición limitada y con sasuke, bueno, el solía pedir libros de ciertos intereses, principalmente fuinjustu.

Con dragón las cosas eran distintas, cada que podía, lo involucraba y orientaba en la política, deseaba que el tomara el puesto de hokage si lady Tsunade ya no quería volver al puesto, ella tenía que pasar tiempo con Jiraiya y su hija, Dragon conocía los dos lados de la moneda, solo alguien que estuvo en la oscuridad sabría que la sombra más oscura nace de la luz más brillante. Era perfecto para el puesto.

Ya habíamos llevado a cabo el juicio de danzo, él sería sellado en un pergamino especial, que lo mantendría con vida, tal vez para siempre, pero eso no era todo, en el pergamino había un sello que provocaba dolor, mientras más tiempo pase el dolor aumentara, y no podrá morir, su condena sería ser torturado por la eternidad, un castigo justo para los crímenes que cometió en vida. Lo sellaríamos dentro de tres días, por ahora Ibiki está probando nuevos métodos de tortura en Danzo.

SolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora