XXI

187 27 2
                                    

La mañana llego con un rico aroma a pasto, ahora que había perdido la vista, mis demás sentidos estaban a su máximo esplendor. Agradecía haber dormido bastante, mis reservas de chakra estaba un poco más estables, al menos podría regresar a la aldea.
Con cuidado de no hacer mucho ruido, salí de la cueva y deje salir mi chakra, tal vez no podría ver, pero al menos tendría una idea de donde están las cosas.
Me empecé a mover hacia los arboles.
-Necesitas algo Obito- pare al sentir su presencia.
- ¿Qué vas hacer?
-Ir a la aldea- me cruce de brazos, no sabia a donde quería llegar.
-Tu equipo...
-Una vez que llegue a la aldea, daré la orden de que los capturen y voy a subir el precio de sus cabezas en el libro bingo, no habrá lugar en el mundo donde estén y no los encuentre. Si se entregan, los voy a encarcelar de por vida, pero sino, los voy a matar.
-No crees que es un poco excesivo- bufe enojada, a pesar de lo que habían hecho todavía hay gente que los defiende.
-No, de hecho, tienen suerte de que en estos momentos no tenga mis ojos o los hubiera matado en el instante en el que desperté.
-Pero...
-Sus cargos son deserción clase A, infiltración, traición, asociación con Akatsuki, afiliación con jinchuriki, asesinato clase s por Orochimaru y secuestro a un kage, los primeros cargos tienen condena perpetua, el ultimo es muerte inmediata, estoy siendo totalmente justa- suspire, hablaba con la verdad.
-Si, supongo que antes fueron bastantes condescendientes con su castigo- asentí- bueno, supongo que esto es todo.
-Ven conmigo a konoha- ofrecí.
-Ahh- Obito se quedo estupefacto.
-A pesar de que fuiste un miembro de Akatsuki, estabas ahí en contra de tu voluntad, si das la información que sabes, te quitaran todos los cargos.
-Yo... no se
Me encogí de hombros y seguí avanzando, pero el pelinegro me detuvo al poner su mano en mi hombro.
-Si no voy contigo, ¿Qué va a pasar?
-Te casare de la misma manera que voy hacer con mi equipo- sentí como su chakra se alteró.
-Voy contigo, solo tengo una condición- bufé, esto no es una negociación- yo me encargo de kakashi.
Lo estaba considerando, pocos shinobis eran capaces  de darle pelea a kakashi, a pesar de mis ganas de atraparlos, jamás permitiría que mis shinobis cayeran por mi capricho.
-Esta bien, pero si alguien lo mata antes de que tu lo encuentres, no es mi problema.
Ambos empezamos a caminar, me relaje un poco al escuchar el canto de los pájaros.
-No he escuchado tu respuesta.
-Oh es cierto, se em olvidaba de que no puedes ver, lo siento, no quise decir eso, es solo que yo asentí a tu pregunta y no me acordaba de tu situación.
Me reí un poco antes de responder- Déjalo, no me ofendes, solo ten en cuenta de que no puedo ver tus acciones.
Caminamos torpemente durante la próxima hora ya que ni podía caminar más de tres pasos sin caerme por las raíces de los arboles.
Podría mandar pequeñas ondas de chakra al suelo, pero si resultaba herida o entraba en combate inevitablemente quedaría sin chakra, era mejor perder la poco dignidad que me quedaba a arriesgarme y ponerme al borde la muerte si algo llegara a pasar.
- ¿Te puedo hacer una pregunta?
Me mofe de obito- ya la hiciste- me reí- bueno, pregunta.
-En el primer enfrentamiento que tuvimos, ¿ Como supiste que era yo?
-El rinnegan y el sharingan tienen la capacidad de guardar recuerdos; yo vi los recuerdos de nagato, así supe quien eras tu.
-Me alivia saber eso, por un momento pensé que tal vez tú tenías un super poder extraño que te permitía ver todo de todos o algo por el estilo.
Me reí con ganas- ¿Super poderes?
- Si, ya sabes, como en esos cómics donde la protagonista es super poderosa y tiene una habilidad especial y siempre salva el día.
-Y que poder pensaste que tendría
-No sé, tal vez clarividencia o algo por el estilo.
-Dame la mano- espere que un poco antes de que me diera la mano, era cálida, pero áspera, por tantos años de uso rudo, al igual que la mía.
-No dudo que mis AMBU nos encuentren dentro de poco, creo que los llegue a sentir, pero no estoy segura, mientras no te despegues de mi, vas a estar bien.
-Oh que mal y yo aquí pensando que eran mis encantos masculinos los que te hicieron pedir mi mano.
-En tus sueños Uchiha- ambos nos reímos con ganas.
-Los sueños se hacen realidad Haruno- sentencio y asentí, tal vez solo se cumplían los sueños de algunas personas, no de todas, porque si ese fuera el caso, mis padres seguirán con vida y el cielo sería color rosa; aunque tal vez el problema es que sueño cosas imposibles.

Una sensación cálida se extendió por todo mi cuerpo y fui incapaz de moverme.

-Que coño te hicieron esos hijos de puta - reconocí la inconfundible voz de shikamaru.

Me encogí de hombros, era bastante obvio- Obito, el chico que tienen imposibilitado, esta de nuestro lado, suéltenlo- ordene.

-Sakura no... 

-Desde cuando cuestionas mis ordenes shikamaru - inquirí.

-Suéltenlo - añadió.

-Súbete - como pude ubique la espalda de shikamaru y en un brinco mis pies quedaron aferrados a su torso.

- ¿A cuanto tiempo estamos de konoha? - el aire azotaba mi cara por la velocidad a la que me llevaba mi consejero.  

-Seis horas, pero necesito que descanses, así que serán diez - asentí satisfecha y cerré mis ojos, no tenia sueño pero la cabeza estaba a punto de reventarme, la ira solo se iba acumulando poco a poco.




Un brusco movimiento me obligo abrir los ojos, era incapaz de saber donde estaba.

-Shh... tranquila, todo esta bien - la suave voz de Tsunade resonó en mis oídos.   

-Tengo que...

-Sakura Haruno, como te atrevas a salir de esa camilla, te prometo que soy capas de meterte a la cárcel.

Bufé, tenia que ir lo más rápido que pudiera a Ame, ahí estaban mis ojos, los necesitaba para poder pelear.

-Hagamos un trato, me quedare en el hospital cuatro horas descansando, después de eso, me daré el alta - ofrecí. 

-Que sean seis y quito la orden de que te dejen salir de la aldea.

-Tu, como pudiste - la acuse, no era una niña pequeña como para escaparme de hospital.

-Medidas de precaución.

-Mididis di priciiciin - como tenia ganas de rodar los ojos.

-Me estas confirmando lo que ya se 

Me voltee y la ignore, me negaba rotundamente a seguir con su provocación.           

SolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora