Sola

VII

Ino sabía muy bien que el equipo siete se encontraba en la oficina de sakura, no por cualquier cosa era la hija de Inochi Yamanaka, así que cuando ella salió de su despacho, no dudo en colarse.

Sus conjeturas fueron correctas, ahí estaba el equipo siete. Rápidamente le di una cachetada a los tres, me miraron feo y un AMBU me tomo del hombro y lo empuje.

-USTEDES, no sé cómo se atreven a pararse aquí después de lo que hicieron, no me interesa si regresaron y están muy arrepentidos, se lo pueden meter por el culo.

-Que te pasa Yamanaka- no les tome importancia a las palabras de sasuke, tenía un objetivo y lo cumpliría.

-Solo les voy a decir una cosa, si se van a ir, es mejor que lo hagan ahora, antes de que toda la aldea se entere, no, mejor aún, antes de que vuelvan a hacerle daño a sakura.

-No nos puedes decir que hacer Ino- espeto kakashi y me jale los pelos de desesperación, son unos idiotas.

-Si les voy a decir que hacer, porque no fueron ustedes los que se quedaron con sakura, se fueron, ¿saben quién se quedó a su lado?, yo. A mí me toco ver a sakura llorar y gritar de la impotencia y de tristeza, así que antes de que vuelvan a destruir a sakura, quiero que se vallan, por una maldita vez, piensen en el daño que le hacen en los demás.

-Ino-chan, no nos vamos a ir, recuperaremos a sakura-chan y nos quedaremos- los ojos de naruto ardían como llamas.

-NO, NO, TIENEN DERECHO. A USTEDES NO LES TOCO REPARAR EL CORAZON DE SAKURA, ¿SABEN COMO LE DECIAN EN LA ALDEA?, LA ABANDONADA DEL SIETE, TODO POR USTEDES, PORQUE NO FUERON CAPACEZ DE QUEDARSE Y SER FUERTES, SE FUERON POR EL CAMINO FACIL Y DEJARON QUE TODOS LOS DEMÁS REPARAN TODO LO QUE USTEDES DESTRUYERON- las lágrimas ya habían empezado a salir y no las contuve- Ella nunca volvió a ser la misma, nunca volvió a sonreír y sus ojos nunca más brillaron.

Me deje caer al suelo, ya no podía más, tenía que sacarlo.

-Me hice amiga de sakura, porque me gustaban las cosas bellas, y cuando la vi, no pude evitar hablarle, porque mis ojos nunca jamás vieron una cosa tan hermosa como lo era sakura. Ahora no puedo evitar pensar que fueron ustedes los culpables de que ella se marchitara, solo quiero a mi amiga de vuelta.

Una mano se posó en mi hombro, era sakura, me tendió la mano y acepte. Y por primera vez desde hace tres años, la vi, ten hermosa, tan llena de vida, solo para mí, y no pude evitar pensar que su brillo se compara con el mismísimo sol, mi sol, porque para mí eso es sakura un inmenso sol, tan cálido y hermoso, que cuando lo vez te ciega.

-No tienes que pensar en eso Ino, ya estoy aquí- me sonrió y no puede evitar llorar más, la estreché entre mis brazos, no quería que se fuera- perdón, no lo sabía- solo negué.

-No lo sabias- se lo susurre.

-Perdón

-Solo si comemos unos dangos- sakura se separó y empezó a limpiar mis lágrimas.

Naruto sentía mucha vergüenza, ingenuamente pensaba que las cosas volverían a ser lo de antes, pero, ya no.

Observe como sakura e Ino se abrasaban, cuanto no daría yo por un abrazo de sakura, de hecho, esperaba que, al vernos, me recibiera con una cálida sonrisa y un abrazo, pero no hubo nada, sobre todo de aquella sonrisa que había jurado proteger. Nunca había sido una persona violenta, pero la idea de matar a danzo, realmente no sonaba mal, no después de haber tocado a sakura, el pagaría, así eso significara morir o estar encarcelado toda su vida, no quedaría impune lo que él hizo.