XVII

267 27 1
                                    

En vez de maratón decidí hacer un capitulo más largo de lo normal, son tres en uno, que lo disfruten.

Vienen escenas fuertes, no me hago responsable por nada.

Dios, no quería levantarme de la cama, tenía mucha vergüenza en mi interior, bese a naruto y le toque el culo a kakashi, en definitiva, había tenido mejores días, me negaba a verles las caras después de eso, si era necesario los mandaría un par de días a prisión para evitar que siquiera recordaran el altercado.

Como hokage tenía un deber, una parte de ello es ver que drogas se pueden catalogar como ilegales, esta sin duda no sería prohibida, a pesar de la vergüenza que hizo pasar, no tenía efectos negativos, la mandaría analizar para ver qué tan adictiva era, dependiendo se eso, la aprobaría enseguida.

Los brazos de Itachi me envolvieron- deja de moverte y vuelve a dormir, son las cinco de la mañana, le hice caso y dejé que la calidez que me transmitía me envolviera y callera dormida.

Un golpe sordo me despertó, mis instintos se activaron, rodé de la cama y lacé un kunai.

- ¡Ahh, que haces sakura-chan! – claro, el idiota de naruto, solo a le se le ocurre despertar dos shinobis altamente capacitados para matar asustándolos.

Me levante de muy mal humor, sin duda podría haberme quedado en la cama un par de horas más, me bañe y arregle lo más rápido posible, tenía bastante papeleo atrasado y muy probablemente varios problemas que resolver.

-Itachi asegúrate de llevarlos a la torre, te veo allá, no es necesario que lleves la máscara- me despedí de todos con una señal y me encaminé a un puesto de dangos que esta en la esquina de la torre hokage, eran los mejores dangos de la ciudad.

Con el estomago lleno, me fui a la torre donde Tsunade se encontraba esperándome.

- ¿Cómo es posible que tengas el rinnegan? – cerré la puerta de mi despacho.

-Buenos días a ti también, gracias por peguntar- me senté en el sillón y la rubia siguió mi ejemplo.

-Sakura Haruno no estoy para juegos, responde mi pregunta

-Se que quieres respuestas, pero no estoy preparada para dártelas, solo pido que confíes en mi- abrace a Tsunade, hablar de lo que paso con Konan y el cómo obtuve el rinnegan, no era cosa fácil, me pertenecía, a mí y a nadie más, solo quería guardarlo para mí el mayor tiempo posible.

-Seré de las primeras en enterarme- asentí efusivamente.

- ¿Cómo esta Hikari? – estos días no había podido ir a verla, ya la extrañaba, pero entendía que era una niña que solo quería estar con sus padres, si yo estuviera en su lugar, no desaprovecharía el momento, me encargaría de monopolizar todo su tiempo solo para mí.

-No se quiere separar de nosotros, dice que tiene miedo de que volvamos a caer en coma, pero cambiando de tema, quiera que nos vengas a visitar, Jiraiya quiere hacer una fiesta a lo grande- me reí, claro que Jiraiya haría algo así para su hija.

-Ahí estaré.

Tsunade vacilo antes de hablar- quiere que vallas junto con tu equipo- sí, lo suponía.

-Ahí estarán- me pare y tome un archivo de mi escritorio- es un amigo de sasuke, quiero que trabajes este caso junto a Jiraiya y la división de a cargo del caso- le di el expediente- se que quieres pasar tiempo con tu hija, así que tienes mi permiso para trabajar solo dos veces a la semana el caso.

-Gracias- nos paramos y la despedí con un abrazo que fue correspondido.

Una hora después llego Itachi con los chicos, si, Itachi, porque no traía su mascara.

SolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora