XI

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Estaba terminando de leer unos documentos, cuando a mi oficina entro el constructor, había terminado lo que le pedí, y estaba realmente feliz, esto marcaría un antes y un después en la historia de la aldea.

-Mayumi- mi secretaria entro a la oficina- necesito a todos los gennins disponibles en mi oficina en dos horas, llévate a sasuke, puedes hacer lo que se te antoje con él, y quiero a gato aquí a la brevedad.

Sasuke me miro interrogante- no te quiero aquí- solo me dio una fría mirada y se marchó con Mayumi.

Rápidamente llego gato y se llevó a naruto, no sin antes noquearlo, pensó que lo íbamos a encarcelar y finalmente se fue Dragon con kakashi, no quería a ninguno de ellos cerca para lo que estaba planeando.

Me llevo un par de horas la organización, pero se pudo solucionar todo para mañana. Estaba realmente satisfecha.

En la noche nos reunimos todos de nueva cuenta en el departamento, sabía que dragón tenía muchas ganas de preguntar que había estado haciendo, pero por no lo preguntaría, en cambio naruto fue lo primero que pregunto en cuanto me vio, ni quiera un hola, pero estábamos hablando de naruto. Evadí el tema como una experta y nos acostamos a dormir.

Al día siguiente, a primera hora, ya tenía a mi secretaria, en la puerta de mi casa con el desayuno y unas cuantas cosas más.

Desayunamos rápido, yo tenía más cosas que hacer, así que deje a los chicos con Mayumi. Teniendo todo preparado me dirigí al departamento, me bañé y me puse un vestido negro (mofuku) para el funeral, al salir, tanto naruto como kakashi ya estaban preparados, con un traje y corbata de color negro, el único que faltaba era sasuke. Pasaron varios minutos hasta que sasuke se dignó hacernos compañía, me reí para mis adentros, venia con Mayumi y ambos estaban sonrojados, ahh los Uchihas.

Al salir nos dirigimos a la parte norte de la aldea, después de pasar los campos de entrenamiento había un pequeño sendero por el cual había muchos árboles y después un pequeño riachuelo.

Unos pasos antes del pequeño riachuelo, estaba una tela de color gris de apariencia extraña, me acerque y quite la tela, apareció una escultura, esta era el kanji de la paz y en la parte de abajo estaban tallados los nombres de cada persona que fue secuestrada por orochimaru.

Las personas empezaron a llegar, estaban a la expectativa de lo que tendría que decir, así que tome la palabra cuando un AMBU me hizo una señal, la cual indicaba que ya estaban aquí todos.

-Nos reunimos aquí el día de hoy para darle la paz que se merecen los difuntos- mucha gente empezó a cuchichear hasta que volví a tomar la palabra- hace varios años, antes de que orochimaru desertara de la aldea, empezaron a haber varias desapariciones, la gran mayoría fueron cometidas por orochimaru, hace un tiempo descubrimos quienes fueron los individuos secuestrados, así que el día de hoy los honraremos para que su alma pueda descansar en paz, y que las personas que aún esperan su llegada, al fin puedan encontrar el consuelo que tanto se merecen.

Un AMBU tomo del brazo a un hombre y lo puso ante mí, era un hombre de aproximadamente unos 68 años, la edad ya se le notaba en el cuerpo.

-Mika Huminare- el hombre frente a mi empezó a llorar.

-Era mi hija- un nudo se formó en mi garganta, pero no permití que las lágrimas salieran, ambos nos acercamos a la orilla del rio. Tome dos palitos y los puse en forma de cruz y con un hilo rojo los uní, en la intersección de los palitos pegue la vela y la prendí, el hombre a lado mío lo tomo con manos temblorosas lo tome por los hombros y me miro.

-Suéltalo cuando sienta que lo puede dejar ir- asintió mientras las lágrimas corrían libremente por su rostro.

Volví a parame enfrente de los demás y se repitió el procedimiento, acabamos hasta en la noche, cundo la luna se alzaba arriba de nosotros, con un brillo increíble, casi como si supiera lo que pasaba el día de hoy.

El río quedo iluminado, daba un espectáculo increíble, lleno de paz.

-Esto que hicimos el día de hoy, es algo que se tiene que recordar, ¿saben? Siempre he pensado que estamos destinados a cometer los mismos errores de nuestros antepasados si no aprendemos de ellos, y tenemos que aprender de esto, tengo esperanza de lo que se hizo hoy, aquí, marque un antes y un después en la vida de cada uno de nosotros, por un futuro mejor, un futuro en donde el fin no justifiquen los medios-Tome aire y me posicione a lado de sasuke- y para eso también necesitamos saber algo más. La masacre Uchiha fue una orden dada por Danzo, aprobada por el consejo y el tercer hokage- sasuke se tenso y la muchedumbre empezó a cuchichear, alce mi voz antes de hablar- se pensaba que los Uchihas querían tomar el control del pueblo, si esto ocurría, hubiera ocurrido una guerra civil, con incontables bajas, así se le dio la orden a Itachi Uchiha, junto con otros AMBUS, el eliminar a su clan, este acepto, pero había una condición, su hermano menor sería el único sobreviviente y se tendría que garantizar su seguridad.

La gente estaba estupefacta y me dirigí a sasuke- me pediste la verdad, es esta- ahora venia la otra parte, la más difícil.

-Hay algo más que necesitan saber- la gente se calló, expectantes a lo que fuera a decir- creemos que Itachi Uchiha esta vivo, si esto resulta ser verdad, se le perdonara por sus crímenes cometidos, y también serán perdonados los crímenes de su hermano, Sasuke Uchiha.

La gente volvió a rumorear- es todo, están despedidos- le gente se empezó a marchar y solo quedo el equipo 7 y dragón.

Empecé a caminar, pero sasuke tomo mi brazo, me voltee para verlo, esperaba que digiera algo.

- ¿Es verdad lo de Itachi? – me miro tratando de adivinar lo que diría.

-No lo sé, ayer recibí un reporte donde se describían con exactitud las características de Itachi, pero dado que tu lo mataste, probablemente estaban usando su identidad, investigare el caso.

-Si es el Itachi verdadero, quiero ir- me negué.

-No te dejare- apretó más fuerte mi brazo, no iba a ceder, lo mire, no dejaría que me intimidara.

-Sakura- el agarre se hizo más fuerte, estaba a punto de romperme el brazo.

-Suelta a la hokage- dragón intercedió poniendo un kunai en el cuello de sasuke, así que me soltó.

La atmosfera quedo llena de tensión e incomodidad, y yo no iba arreglar eso. Camine hasta llegar al departamento, abrí la puerta y deje que mi equipo pasara.

-Dragon- le hice una seña y nos adentramos a mi habitación, puse uno sellos para evitar que los chismosos de mi equipo escucharan.

-Arregla todo con Mayumi, nos vamos hoy a la aldea de la lluvia partimos al amanecer.

SolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora