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Al día siguiente no quise levantarme, había tenido una actitud muy impulsiva por intentar besar a Yuzu aun sabiendo que ella no iba a corresponderme, intentaba reintegrarme a la familia, a una que yo rechacé, una vida a la cual puse límite y sin embargo aquí estaba de nuevo, intentando parecer una familia y tratando de besar a la chica la cual rechacé innumerable de veces, no soy ciega, mucho menos tonta, sé que ella preferiría estar con ése chico que parece querer que conmigo.

Aun sabiendo aquello, no puedo evitar sentir esa enorme necesidad en mi interior, era una ansiedad abrumadora por querer sentir aquella textura sobre mis labios. Está de más decir que me había dolido su rechazo conociendo de antemano el resultado pero aun así decidí probar suerte, tal vez no tengo tal privilegio.

Controlar los impulsos y los sentimientos eran cosas difíciles, ella siempre fue tan transparente con sus sentimientos que ahora puedo asegurar cómo ella se sentía cada que la apartaba, de haber supuesto cuanto dolía le hubiese tratado mejor, y la hubiese apreciado un poco más, pero de ser de esa forma, también el irme iba a doler aún más.

Estaba segura de ello, no iba  a renunciar a mi familia aun sabiendo lo que iba a ocurrir, y aun peor no iba  a detenerme a no romper le el corazón, ya que era el siglo de las cosas.

Mi manera egoísta de pensar y actuar la lastimó, sinceramente no sé qué es lo que me hace capaz de creer que puedo mantener su corazón, de poder protegerla y mantenerla a mi lado como debió haber pasado mientras estábamos en la preparatoria.

Apuesto todo lo que tengo a que ella es la mujer que mejor me conoce en la vida, sin importar el tiempo siento que ella sigue conociéndome, ya que sus ojos transmiten infinidades de cosas que hacen a mi interior estar ansioso y en calma a la vez.

Ahora que puedo y he aceptado el amor que siento por ella siendo un poco tarde ya que tal parece que a ella no le sirve de nada aquello. Irónico, esa  era la palabra de la vida, de mi vida. Alguien la quiere y muestra afecto, la trata como se merece y la hace sonreír y cuida de ella, lo peor de todo es que tienen una conexión tan fuerte que en el ambiente se puede sentir.

Aquello no me  gusta ni un poco, pero parece que a ella sí, es molesto. Cuando regresé me evitó por un tiempo, y aunque lo niegue, yo sé que es así.

Supongo que tengo que ofrecer una disculpa por lo de anoche, sé que no puedo hacer que su corazón me corresponda de nuevo, pero tal vez lo pueda intentar. La mirada que me daba anoche era diferente, no me miró como solía hacerlo, aunque sus ojos eran los mismos, había algo diferente en ellos como si me analizaran.

Se estaba haciendo más tarde, era extraño que no saliese de mi habitación para desayunar, solo que… sentía un poco de pena por ver a Yuzu, aunque anoche no dijo nada después de que traté de besarla sé que se sintió muy incómoda con ello.

No podía demorar más en mi habitación, cuando llegué a la cocina estaban por terminar de desayunar, o al menos es o que sus platos medio vacíos me decía.

-Buenos días.

-Buen día Cariño/hija/Mei (saludaron todos).

-Siéntate hija, ahora te sirvo.

-Gracias madre.

-¿Qué tal han estado las cosas en la academia hija?

-En realidad un poco ajetreado  y complicado, pero no es nada que no pueda solucionar.

-Recuerda tomar descansos y comer a tus horas, no queremos que descuides tu salud.

-Gracias madre y sí estoy cuidando de mi salud.

-Qué bueno hija.

Era muy afortunada por tener una familia como la que tengo, me aman y se preocupaban por mí, incluso esperaron a que terminase de desayunar para que se ocuparan de los platos sucios.

Una vez que terminamos de desayunar vi que Yuzu se dirigió a la sala, no dudé ningún segundo, pero tuve que esperar algunos segundos para que no se viera tan obvio, cuando llegué ahí ella estaba sentada en el sofá.

Era momento de hablar, o de lo contrario se irá a su habitación y pierda la oportunidad.

-¿Podemos hablar?

-Claro, dime, ¿ocurre algo?

-No… bueno sí, quería disculparme por lo de anoche… es solo que… no lo sé… no pude reprimir el impulso por hacerlo y…

-Está bien (interrumpió) sólo no lo vuelvas a hacer, recuerda que estoy saliendo con Andrew.

Enojo y distancia, eso denotaba su matiz.

-Sí, lamento haberte incomodado después de lo que hiciste por mí ayer.

-¿A qué te refieres?

-Ayer realmente necesitaba un descanso, y haber aceptado tu oferta me relajó y ayudó a despejarme  un poco.

-Bueno, no te preocupes por ello, mamá tiene razón es importante que descanses y te alimentes bien todas tus cosas que pertenecen a un segundo plano pueden esperar, si tú estás bien, los demás también lo estarán.

-Gracias.

Sólo pude recibir un asentimiento un poco desinteresado de su parte, a veces no parece ser quien yo conozco, y en otras se vuelve un poco extraña.

-Y bueno… ¿ya tienes planes para hoy?

-Amm… sí

¿Me mintió?

-Tengo que salir en un par de horas y regresaré por la tarde como a las 3 o más, ¿por qué?

-Me gustaría que saliésemos a algún lugar a pasar el rato.

-No creo que podamos.

-¿Por qué no?

-¿Tu abuelo no me está vigilando y siguiendo para que se aproveche de una salida contigo?

Ayer no tuvo problemas cuando me lo sugirió, pero ahora parece ser una de las cosas que se encuentran en lo último de su lista de “cosas por hacer “.

-No lo creo, bueno… no es que ahora pueda confiar un 100% en él después de que haya confesado que te investigó, supongo y tienes razón con aquello.
-Ustedes los Aihara son personas muy decididas y comprometidas cuando quieren alcanzar sus objetivos, tu abuelo es así, tu padre también, y tú tampoco te quedas atrás, tus antepasados tampoco son la excepción ya que gracias a sus esfuerzos han edificado todo lo que tienen ahora, si uno de ellos hubiese fallado con aquello no vivirías en las condiciones que ahora vives, pudo ser mejor o incluso peor, pero creo que es un poco enfermo.

-¿A qué te refieres exactamente con “enfermo”? (le hablé con ligera molestia).

-No me refiero a eso, no es que sea malo venir de una familia tan comprometida, pero es que por lo que he visto suelen entregar tanto hasta estar enfermos usando meramente la palabra literal en ello, como aquella vez cuando tu abuelo me había expulsado de la academia, o cuando te desmayaste en el pasillo, incluso he visto a tu padre en esas condiciones en algunas ocasiones, mi madre ha intentado que no pase cada que se llena de trabajo, le regaña, incluso discuten un poco por ello aunque al poco rato se disculpan y se relajan.
He visto como mi padrastro pasa en vela sus noches por las responsabilidades  que carga, y cómo estas lo suele consumir poco a poco, sin embargo agradezco que nuestros padres se tengan el uno al otro y sean el equipo que tienen que ser para cuidar uno del otro. Es aquello a lo que me refiero, no es mi intensión ofenderte a ti o a tu familia.

-Desde el inicio he sabido que me he perdido de mucho, pero al parecer no he contemplado muchas cosas obvias, gracias por hacerme analizar esto, lo tomaré como un consejo.

-Recuerda que puedes hacer lo que desees Mei, eres una mujer madura, adulta, independiente y libre, no hay presiones.
-Entonces será mejor no arriesgarnos de momento, averiguaré que es lo que planea.

-De acuerdo.





-Cuando esté de regreso de mi salida pasaré al supermercado a hacer las compras, ¿te gustaría algo en específico?

-Tal vez un helado.

-De qué sabor te gustaría.

-De menta está bien.

-¿Deseas algo más?

-No, es todo.

No pude decirle nada más, ya que sólo se retiró de donde estaba y se fue a su habitación, será difícil recuperarla, pero por el momento hay cosas de las cuales ocuparme, tal vez y ella tenga razón con lo del abuelo de cualquier manera me mantendré pendiente.

No pasó mucho para que yo hiciera lo mismo, ya que aún quedaba papeleo sin embargo no pasó mucho tiempo que analizaba estados de cuestas cuando mi padre llamó a la puerta de mi habitación.

-¿Pasa algo padre?

-No, simplemente quería saber qué era lo que hacías, pero pareces un poco ocupada.

-Sí, algo así, cuando mucho me demoraré un par de horas.

-¿Es demasiado?

-Sí, algo así.

-¿Puedo revisar contigo? Para que sea más ligero y no demore tanto.

-Mmn, no lo sé, ¿no estás ocupado con algo ya?

-No.


-Vamos Mei, no soy ningún espía, en el pasado hice lo mismo que tú antes que me fuera, confía en mí.

-… Está bien pasa.

Poner al corriente sobre la situación actual académica y financiera a mi padre demoró poco, y lo que iba a ser  toda una tarde de revisiones acabó siendo un par de horas de consejos y soluciones a posibles problemas, mi padre tenía una visión muy amplia con respecto a los negocios y soluciones sociales, sus palabras visionarias fueron de gran ayuda mientras revisábamos el papeleo.

-Ahora es más sencillo, ¿no lo crees?

-Sí, gracias padre.

-No es nada hija, puedes contar conmigo para lo que desees.

-De acuerdo padre, lo tendré en cuenta.

-Muy bien, antes de que tu madre nos llame para comer ¿necesitas ayuda con otra cosa? O quieres  hablar sobre algo, sobre tu abuelo o el compromiso que quiere pactar, lo que quieras.
-...

-Está bien hija no te presiono, no tardes demasiado en salir que si no tu madre vendrá por ti y te arrastrará hasta la cocina para comer.

-Está bien.

Cuando mi padre se retiró, sólo guardé los documentos y me recosté para poder tomar un descanso.
No pasó mucho tiempo y mi madre me  llamó para ir a comer, sólo íbamos a ser los tres, Yuzu no nos iba a acompañar debido a su salida con una de sus amigas, se llamaba Maya, es lo que mi madre había dicho.

Para ellos, muchas de las cosas que hace Yuzu es correcto, por otro lado yo no opino como ellos, no digo que esté mal, simplemente siento que hay algo que no puedo descifrar.



Para cuando Yuzu volvió, Mei se encontraba tomando una siesta en la sala, así que sólo pasó de largo en silencio para no despertarla.

La hora de la cena había llegado y todos ya se encontraban aseados, Yuzu parecía un poco más seria que de lo de costumbre y aquello lo notaba la pelinegra sin embargo decidió no decir nada, no iba  a comentar algo equivocado ya que parecía un poco arista  a las situaciones.

Ya una vez acabada la cena sus padres recibieron visitas, y ninguna de las dos quería quedarse a socializar, así que mientras iban por el pasillo hablaron un poco.

-Lamento haber olvidado tu postre, vine un poco dispersa y no pasé al súper por ello.

-No te preocupes, es sólo un postre.

-Quieres salir a comprar lo?

-Ahora, pero es de noche?

-Irías conmigo, y la noche parece agradable, si estás cansada lo entiendo.

-No,  está bien sólo me iré a cambiar.

Al parecer Yuzu no se acuerda de lo que me habló por la mañana sobre lo de salir juntas a algún lado, parece muy dispersa, será mejor acompañarla.

Pov. Yuzu.

Cuando íbamos por la calle, sólo se escuchaba el sonido de los autos pasando de rato a rato. No tenía ganas de decir nada, sólo quería salir a algún lado.

Y se sentía un poco extraño, es como si fuese sola a caminar, aunque aún me encuentre un poco preocupada por lo que pueda pasar estando con ella y su abuelo, me siento de alguna forma tranquila, porque sé que estoy tomando las mejores decisiones para mí, incluso hasta para mi relación con Andrew.

-Yuzu!

Cuando sentí la mano de Mei en mi brazo salí de la burbuja de pensamientos en la cual me había sumergido y sólo así pude voltear  a mirarla.

-¿A dónde vas?

-Pues a la tienda ¿no?

-Ya la hemos pasado y te he estado llamando desde entonces ¿Te encuentras bien?

-Sí, lo siento regresemos a la tienda.

-De acuerdo.

Al parecer estoy muy dispersa, al menos alguien me acompaña en éste momento para que no fuese a ocurrirme nada malo.

Cuando entramos nos fuimos directamente al área de lácteos, Mei escogió del que quería y yo tomé 3 más aparte del mío, algunas frituras, galletas y jugos para consumir en algún día.

Después de pagar regresamos a casa de nuevo en silencio, ésta vez estaba más concentrada en el entorno que nos rodeaba, no podía cometer errores.

Cuando llegamos, acomodamos las cosas en la alacena y cada quien se fue a su cuarto. No hablamos de nada, sólo nos fuimos, y mis padres al parecer habían salido con las visitas

Cuando llegué  a la habitación sólo me tiré a la cama para mirar el techo, encendí la luz de neón y apagué la principal, sólo puse un poco de música para poder relajarme y ya no pensar en nada y así fue, me desconecté tanto de mí misma que cuando llamaron a mi puerta respondí con un pase.

Cuando alguien dejó la puerta entre abierta causando que la luz del pasillo entrara, reaccioné de manera inmediata, olvidé que mi madre no estaba y la única que podía estar ahí era Mei, me senté para observarla, y aunque no estaba del todo oscuro podía ver cómo ella se fijaba en mis paredes y todo lo que tenía en mi habitación.

Mierda, no quería que ella entrase a mi habitación, pero ya era tarde, y sacarla sería descortés, se supone que ella no debía entrar por nada aquí, sólo quedaba actuar de forma natural para que no se diera cuenta que era una intrusa aquí.

-Necesitas algo Mei?

Rayos no pude evitar que mi tono saliera algo molesto, pero al parecer ella no lo escuchó, ya que no respondió nada, así que sólo esperé a que terminara de husmear con la mirada para preguntarle de nuevo.

Después de unos minutos vi que no estaba cerca de acabar con su inspección, así que decidí cortarlo cuando la volví a llamar, pero ésta vez un poco más fuerte.

-¿Si?

Me miró.

-Te me has ido, pero te preguntaba si necesitabas algo?

Qué bueno… mi voz salió normal.

-Ah… no, bueno sí, quería preguntarte si estabas ocupada o podríamos seguir mirando la serie un poco más.

-Ahh era eso, no, no estoy ocupada, pero ahora no tengo ganas de mirarla, otro día será.

-De acuerdo… tu habitación luce increíble.

-… gracias.

-¿Lo decoraste tú?

-Sí

-Es impresionante.

-Eso me han dicho.

Y de nuevo se perdió en la decoración de aquí y sólo se podía escuchar mi música de fondo, supuse que como ya le había respondido, sólo se iría y cerraría la puerta detrás de ella, así que sólo me volví a recostar mirando el techo esperando que terminara de observar todo lo que tenía y se fuese.

Pero me equivoqué, ella no se marchaba así que supuse que iba a querer algo más, así que volví a sentarme en la cama y me estaba observando de marea intensa.

-¿Pasa algo?

-No.





No hice más que suspirar profundo, ella quería lo que todo el mundo, quedarse en mi habitación, así que sólo le pedí que cerrara la puerta, no tocara nada y que tuviese cuidado con mis cosas.

Y así lo hizo, cerró detrás de ella e iba pasando cerca de las paredes, cuando llegó a mi familia en mármol, se quedó observándolo por mucho tiempo, y yo estaba atenta a su movimiento estando ella cerca de lo más valioso que había hecho.

Estaba segura que por la fluorescencia de la luz no podía ver bien lo que ahí tenía, y lo confirmé cuando levantó la mano para tocarlo.

-No toques.

Le advertí causando que se frenara su acción, pero lo intentó de nuevo y estaba tan cerca de tocar a mi familia, así que fui hacia ella de manera enojada a detener ésa mano que me estaba causando molestia.

-Mí cuarto, mis reglas, sino respetarás algo tan sencillo te pido que te retires.

No te metas con mis cosas Aihara, no puedes hacer tu voluntad en mí sitio, mi molestia era tan grande que sólo podía imponer respeto y mirarla amenazante.

-Lo siento, no quise que te disgustaras.

Me miró arrepentida, así que sólo le solté la mano y esperé a que retrocediera de ahí. Y lo hizo mirando al suelo avergonzada, sin embargo yo seguía igual de seria.

-Ya puedes dejar de mirarme así, ya entendí lo siento.

No respondí nada, sólo pasé por su lado regresando a la cama a recostarme para mirar el techo, mientras que su mirada sólo me siguió, y en algún momento ella tomó valor para sentarse del lado de los pies de la cama y seguir observando.

Ambas estábamos en silencio, y sólo podíamos escuchar el tono de la música de fondo y mientras seguía observando el techo ella me volvió a mirar por un buen rato.

Yo simplemente finja que su mirada no estaba  en mí, así el ambiente se volvía menos pesado, pero ella decidió recostarse a mi lado mirándome, yo sólo me moví lo más que pude al otro extremo para no estar tan cercana.

Y justo cuando su mirada me empezaba a incomodar y planeaba decirle cambió la dirección de su rostro viendo al techo igual que yo y duramos así por unos minutos hasta que de la nada volvió a hablar.

-Hoy te has mirado muy dispersa, ¿todo está bien?

-Sí todo está bien, sólo he pensado en unas cosas que necesito acabar.

-Espero y puedas solucionar lo pronto para que tengas paz.

-A pesar de tener algunas preocupaciones estoy en paz.

-Ya veo.

-Has cambiado mucho Yuzu.

-Los cambios son necesarios.

-Eso creo.

-Tú también has cambiado de alguna manera.

-Lo sé, y me siento mejor de ésta manera.

-Eso es bueno.

-Lo es.

..

..

-Quisiera hablar contigo adecuadamente sobre lo que ocurrió en el pasado con lo nuestro Yuzu, y no he tenido mejor oportunidad que ésta.

-…Ya no importa, está en el pasado.

-Sé que ha quedado en el pasado, eso no podré olvidarlo jamás, pero creo que sería bueno cerrar con ése capítulo de nuestras vidas y avanzar a uno nuevo, ¿no crees?

-… Supongo que tienes razón... aunque no quiera y lo fuese a evitar será mejor acabarlo de una vez.





¿Ahora se quedará callada?, aunque tenga razón en muchas cosas, como el que me encuentro muy dispersa y será lo mejor, ahora que mi corazón se encuentra disperso y sin emociones es la mejor oportunidad, sin embargo tengo que ser muy cuidadosa con ella, ya que desconozco lo que es capaz de hacer o sus objetivos.

-Y bien… te escucho Aihara.

Sentí que iba a ser más fácil si no la miraba o estaba cerca, así que hice el hueco entre nosotras aún más grande obligándome a estar en la orilla de la cama y cerré los ojos imaginando que ésta era una de las muchas platicas que pudiésemos tener antes que ella volviera, sólo iba a ser el acto final  el cual había ensayado cientas de veces en mi cuarto.

-Lamento tanto haberte tratado muy mal en el pasado. Estaba tan mal y equivocada con muchas cosas, y a causa de ello te lastimé… he tratado y cambiado la persona que solía ser por mi bien y de las personas que me aman. Tú eras la única persona que en ése entonces quería que me diera cuenta de todas las cosas que me rodeaban… tú eras la única persona que se preocupaba tan genuinamente y me acompañaba siempre. Y de algún modo… el cariño que sentíamos se intensifico tanto.

Tanto que besarte era de mis partes favoritas del día. En su momento no lo admití porque era tan obvio y no iba a gastar tiempo para explicarlo, a causa de ello seguí hiriéndote haciendo lucir nuestra relación como algo meramente unilateral.

Quería más de aquello, quería más de ti y de nuestro tiempo, pero nuevamente mis decisiones y yo intervinieron poniéndome un gran peso sobre cualquier cosa que pudiese anhelar. Entonces nos hicieron conocernos y le pedí que lo mantuviese en secreto para que pudiese disfrutar de mis últimos momentos contigo, después te escribí y dejé esa carta sin tener el valor de hablarlo contigo porque era la manera más fácil de hacerlo. Y después de lo que te hice no he dejado de pensar que pude hacer algo por ti como lo hiciste conmigo en su momento y que fuiste todo lo bueno en mi vida por el tiempo que determiné para mí, ya  después de ello la vida se convirtió en algo rutinaria  y lleno de soledad con muchas preguntas que sólo me causaban incertidumbre y ansiedad.

Ahora te estoy mirando y de cierta forma estoy un poco aliviada, pero vacía al sentir tu distanciamiento hacia mí, no poder conectar libremente con tus ojos me causa insatisfacción, ver que otras personas te abrazan tan libremente, te sonríen y les correspondes me hace sentir fuera de lugar, verte con Andrew sentirme celosa y llena de impotencia, sin embargo éste es el resultado de lo que decidí para mi.

-Tienes razón en que me trataste injustamente y me heriste… pero me heriste aún más con tu rechazo y abandono, no te daré detalles sobre ello ya que no me siento orgullosa ni segura para contarte, mi pasado me pertenece a mí y te pediré que no hagas preguntas acerca de ello, respeta eso y estaremos bien. Y por todo lo demás también puedes dejarlo en el pasado que ya es hora que ambas avancemos. Y te perdono.





-¿Es todo lo que me dirás?

-No ocupo muchas palabras para decir “te perdono” y esperar a sentirme al fin libre.

-En serio que has cambiado, pero no puedo evitar pensar que mientes.

-¿En qué miento?

-No me estás perdonando de verdad, lo estás haciendo por compromiso.

-No lo hago.

-Sí lo haces, o de otro modo voltearías hacia mí, abrirías los ojos, me mirarías y lo resolverías conmigo.

-… no olvides que no hay nada qué resolver Aihara.

-Deja de llamarme por mi maldito apellido, mi nombre es Mei, y quiero que siempre me llames así y no de la forma tan fría en la que mencionas Aihara, sé que puede que nos odies pero estoy aquí para disculparme y pedirte otra oportunidad.

Sólo suspiré porque su voz se oía rota y giré un poco a mi costado para mirarla.

-No te odio, yo no odio a nadie, no creí que tu apellido te molestase tanto. Y realmente te perdono por todo, te lo digo de corazón y no por compromiso como crees, no tenemos ningún problema es por eso que no hay nada qué solucionar y si deseas que te llame por tu nombre, simplemente lo haré.

-Sigo sintiendo que no me eres totalmente honesta.

Sólo me encogí de hombros.



-Quisiera poder tener otra oportunidad contigo.

-Ya la tienes o de otro modo no estarías aquí.

-No quiero ser tu hermanastra, quiero el lugar de Andrew, recuperar mi lugar.

-… No puedo ofrecerte más que lo que tienes.

-Por favor, déjame demostrarte que ésta vez podré ser todo para ti.

-Lo dudo.

-No lo dudes, déjame demostrarte.



-Concédeme ésta oportunidad Yuzu, déjame demostrarte que te trataré mejor que cualquiera y que puedo ser digna de tu corazón ya que no seguiré ocultando que sigo enamorada de ti y que te amo.

-Eso no es amor Mei, es sólo agradecimiento, tú lo has dicho y no lo necesito, no necesito que ése agradecimiento disfrazado me arruine el corazón, el progreso o mi relación con Andrew, soy feliz con lo que tengo, por favor Mei, avanza, sigue tu camino.

-No es así, sé lo que siento y no lo estoy confundiendo, sé que puedo parecer que soy la última persona a la que le confiarías tu corazón, pero ahora no tengo miedo, y he estado avanzando hacia el camino que quiero, tú eres mi camino Yuzu.

-Basta.

-Eres la mujer perfecta para mí Yuzu, eres el amor de mi vida y para mi vida, así que siempre trataré de recuperarte.

-Vete de aquí.

-No lo haré, ves esto? (le enseña el anillo que se había sacado del cuello desesperadamente) esto es lo que me ha mantenido viva, tú me has mantenido viva, tu amor me mantuvo con vida todos éstos años y me ha ayudado a soportar todo, si no te hubiese amado no hubiese conservado la sortija que me diste y no la hubiese atesorado tanto como lo he hecho.



-Lo ves?...

-… por favor, sólo sal de aquí, ya hablamos y te he dado una respuesta.

-Y no la aceptaré.

-Necesito que salgas.

-Me quedaré contigo.

-Entonces quédate sola, me largo.

Y justo cuando ya iba escapando de mi habitación, me jaló hacia ella con fuerza abrazándome y dejándome congelada.

-Lo siento tanto… me he precipitado demasiado y he ignorado tus sentimientos, quédate, es tu habitación, yo me iré de ella, pero no salgas que es muy tarde.

Y después de un par de segundos más así, me dio un beso en el hombro y las buenas noches para después salir. Yo solo pude acercarme a la puerta, poner los seguros y regresar a la cama para olvidar sus palabras de amor rebuscadas de la novela más cliché que pudo haber leído.

Al día siguiente Mei fue a tomar el desayuno antes de salir hacia la academia, pero lucía desanimada, así que sólo tomó el desayuno en silencio y salió rumbo al trabajo.

Sus padres notaron inmediatamente que algo había ocurrido entre sus hijas, y por lo tanto Ume salió disparada hacia la habitación de su solecito para cerciorarse que estuviera bien.

Y cuando abrió la puerta cola llave de seguridad y repuesto que sólo ella podía tener la vio concentrada pintando, que cuando su hija volteó a verla se extrañó al ver a su madre entrar de una manera un tanto desesperada.

-Buenos días mamá, ¿ha pasado algo?

-Yuzu…

Se acercó a ella para abrazarle y darle muchos besitos en la cabeza.

-Estaba preocupada por ti, Mei se ha ido muy desanimada al trabajo y tu no bajabas a desayunar, creí que habían tenido una pelea ayer, justo cuando empezaban a llevarse bien y temí lo peor por ti hoy, lo siento.

-Está bien, y ella y yo hablamos de pasado… dice que me ama y que quiere estar a mi lado, pero también se disculpó. Ayer Maya me dijo que cuando estuviese lista para cerrar con ella lo sabría y hablaríamos. Creo que ya estoy sanando mami.

-Ooh.. cariño, me alegra tanto saber que estás saliendo hacia adelante.

Permanecieron unos minutos más abrazadas, y después fueron a la cocina para poder desayunar.

Entonces Yuzu le habló a su padre y madre de una manera más detallada del día de ayer y sobre Mei. Dejando a su padre un tanto preocupado ya que no quería que su otra nena pase por lo mismo.

Pero le prometió cuidarle, ser prudente y decirle la verdad a Mei cuando se sienta preparada.

Ésa misma tarde después de haber llegado de la universidad, buscó a su hermana para poder hablar con ella nuevamente de una forma más calmad y decidida.

La encontró en su habitación revisando papeleo, y se sorprendió el ver que quería hablarle.

-Anoche no pudimos terminar de halar debido a que nuestros sentimientos y emociones nos dominaron, pero hoy es un nuevo día y creo que será mejor acabar con la charla pendiente.

Le dijo parada desde el marco de la puerta esperando a que Mei aceptara. Y así fue, la invitó a sentarse en la cama y ella a su lado, aunque los nervios las estén taladrando a ambas en diferente nivel.

-Como dije Mei, ambas nos alteramos un poco, y tienes razón, hay que arreglar esto si queremos vivir en paz. Agradezco que fueses sincera conmigo, agradezco tus sentimientos hacia mí y que creas que merezco el mejor trato del mundo, así como el amor más grande del mundo, pero no podemos estar juntas e intentarlo, así como mucho menos puedo llegar a ser tu camino Mei.

-Yuzu… yo.

-Por favor, déjame terminar, anoche te di respuestas cortas porque era sencillo decir que tenías razón, que no solo tú sino hasta yo me equivoqué y que nuestro pasado, el que compartimos juntas fue hermoso, ambas sufrimos por ello, pero éramos aún muy jóvenes, ahora hemos madurado y somos personas distintas a la que conocíamos y éramos.

Andrew y yo estamos saliendo, y lo quiero. Te pido por favor que apoyes mi relación aunque no sea de tu agrado, aunque no lo quieras o desees, por favor.

-No puedo, Yuzu, no es justo.



-No me pidas aquello, otra cosa menos aceptar que otro te ame de una forma liberal. No quiero ver cómo disfrutas de tu vida con alguien más, no puedo.

-Sé que te puede parecer doloroso y complicado. Pero es lo correcto.

-Déjame amarte, déjame enseñarte por favor.

-Lo siento, pero no ocuparás ese lugar de nuevo en mi corazón.

-Por favor… confía en mí.

-No puedo hacerlo.

-Yo tampoco.

-No cederé Mei…he pasado por mucho y he necesitado un cambio de corazón, tú misma lo dijiste cambié, y no puedo dejar que te crees falsas expectativas con ello no es correcto.

-Yo tampoco cederé Yuzu, te guste o no, trataré de recuperarte cada que pueda.

-Te guste o no, ésta es la decisión que he tomado para mí. En el pasado elegiste para ti misma por encima de nuestra relación, y por mucho que quise e intenté no me dejaste, sólo acepté de mala manera todo lo demás y seguí adelante. Te pido que te resignes a ésa idea que tienes, respetes mi decisión y sigas adelante.

-Lo sé, lo sé, me equivoqué y me arrepiento tanto de ello, fue de las peores equivocaciones que pude cometer, es por ello que aún menos permitiré que cometas el mismo error que yo.

-Por favor Mei, recapacita, y si estoy cometiendo un error como dices, déjame estoy avanzando y madurando más, cometer errores es parte de la existencia.

-No puedo Yuzu, te amo.

-… con más motivo y razón debes dejarme ir, por favor es lo único que pido.

Negó cabizbaja.

-Me lo debes.

Ya no se movió ni la miró, mientras que Yuzu, sólo suspiró.

-Mamá quiere que salgas a cenar, yo saldré y me quedaré con Harumin unos días. Espero y recapacites un poco de lo que hemos hablado. Cuídate.

Y después de eso se paró y le acarició un poco la cabeza para después salir de una forma relajada, dejando a su hermana en una especie de shock.

Yuzu por su lado, entró a su habitación, tecleó un mensaje y lo envió para poderse arreglar y salir otra vez.

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Muchas gracias por leer, pasen buena noche.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2021 ⏰

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