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Mientras me iba a cercando hacia la puerta, podía sentir como los nervios y la emoción aumentaban en mí, esa sensación quería que me detuviese y no diera un paso más para poder llegar hacia la puerta se intensificaba cada vez que me acercaba.

Podía sentir el rubor incrementarse nuevamente, cuando llegué a la puerta, no pude evitar tomar una bocanada de aire para poder alivianarme un poco y entonces abrí.

Y entonces le vi, estaba parado en la puerta, cuando me vio su sonrisa se hizo instantáneamente e hicimos conexión y poco después pude notar que combinábamos a la perfección en vestuario, Andrew llevaba un traje elegante de color gris con la corbata de color verde, un verde que casi igualaba el tono del vestido.

-Hola.

-Hola.

-Te ves hermosa.
 
-Gracias tu también te ves muy bien, estás muy guapo.

-Gracias.

-Estás lista?

-Sí, vamos.

Andrew le tendió el brazo para que Yuzu entrelazara el suyo y bajaran por el ascensor, cuando bajaron llamaron a un taxi para que los llevase, ambos estaban un tanto nerviosos, pero en los ojos de ambos se podía notar un pequeño brillo cada que se miraban, era inevitable no poder mirarse a escondidas y cuando se descubrían sonreían como un par de enamorados que apenas estaban formando un camino hacia su propio paraíso para después mirar hacia el frente y hacer lo mismo durante el resto del camino. Pasaron unos veinticinco minutos más y llegaron al restaurante y una vez que bajaron Yuzu notó que era un restaurante italiano.

-Un restaurante italiano?

-Sí, dijiste que algún día visitaríamos Italia y que mejor manera para empezar a familiarizarte con sus cultura desde ahora.

-En serio me llevarás algún día contigo a Italia?

-Pues claro.. te he dado mi palabra no?

-Sí, eso me encantaría bastante, y es un gran detalle tuyo al ser tan atento (respondió un tanto tímida y con una sonrisa que se le escapaba de los labios).

-No es nada (sonrió) ya entramos? (preguntó para dejar algunos temas para hablar adentro).

-Claro, vamos (y se colgó nuevamente de su brazo mientras le sonreía y caminaban).

Cuando llegaron a la recepción pidieron su reserva y la señorita que estaba en el recibidor los acompañó hasta la mesa que les correspondía, en el camino ambos pudieron sentir las miradas fijas de los demás comensales y la intensidad con que algunos los miraban, cuando llegaron  el mesero en seguida los atendió con mucha cordialidad.
Los minutos en el restaurante pasaron volando, todo iba de maravilla pero aun podían percibir un par de miradas intensas que causaban que el ambiente fuese un tanto diferente al que ya estaban acostumbrados entre ambos, pero lo ignoraron y siguieron con lo suyo.

-Entonces por cuanto tiempo te irás con tu familia?

-Estaré con ellos alrededor de un mes más o menos, necesito cancelar todo lo que mi padre ha planeado, quizás le diga que estoy contigo y me dé una oportunidad.

-No podemos decirles a nuestros padres que nos hemos casado en una noche de diversión, al menos no podemos decirle sobre el matrimonio por ahora.

-Lo sé, lo entiendo, pero que ellos entiendan de verdad espero que no sea un problema.

Como En Las VegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora