Como En Las Vegas

cap 2

-Hoo... no...

Con toda la agilidad que pude coordinar mi cuerpo, salí de la bañera de manera desesperada y cambié como pude para poder ir por mi teléfono y marcarle a Harumin para que me explicase, estoy segura de que tiré con tanta fuerza mi teléfono hacia mi porque el enchufe se había desprendido, la violencia con la cual lo había bañado me sorprendió un poco, yo no suelo ser una persona violenta pero eso no importaba tanto en éste momento.

Me sentía torpe y desesperada por conseguir alguna respuesta; al encender mi teléfono mi impaciencia por respuestas aumentó al mirar el fondo de bloqueo. Se trataba de una foto mía con un chico que estaba detrás mío abrazandome y ocultando su rostro, si esto era una broma de mal gusto, pues al bromista le estaba saliendo bien la broma.

Sí, es eso, sólo una broma de mal gusto que de seguro Matsuri me está jugando.

Miré la foto, era bonita, es como si ubiecen fotografiado a un par de enamorados, mis ancias por respuestas aumentaban y con ello mi miedo por saber las, observé mejor la imagen. El chico estaba por de tras abrazando mi cintura con su mano derecha entrelazando sus dedos con mi mano izquierda, dejando a la vista para cualquiera que mirase a la vista; ocultando en la parte trasera de mi hombro su rostro, haciendo que su alborotado y castaño cabello cayera por delante, y yo sonreía con los ojos entrecerrados mirándole como una adolescente enamorada.

¿Qué carajos significaba aquello?¿por qué tenía éste fondo y en qué momento lo cambié?¿en qué momento de la noche me saqué ésta foto? Y lo más importante¿quien era ese chico?

Traté de recordar quien era, quizás y podría ser Andrew, pero no, éste chico tiene un aspecto más alborotado y no vestía como Andrew, recuerdo que el vestía con una camisa de tono vino y no una sudadera amarilla y Andrew no se ve que sea del tipo de chicos que sea desarreglados, entonces ¿quien era él?

Hooo noo... Mi respiración se volvió agitada otra vez y empezaba a hiperventilar nuevamente..

...

...

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Mientras tanto, en otro lado de la ciudad, se encontraba una pareja de chicas caminando tomadas de la mano para llegar a la casa de la más joven, se sentían cansadas y un poco desanimadas también se podría decir que caminaban cabizbajas.

Al parecer habían tenido problemas en el paraíso.

Habían salido y tratado de divertirse un poco dejando aún lado los problemas, habían reído y jugado un poco e investigado un par de cosas importantes para ambas.

Una vez que llegaron en el departamento de Matsuri, se desparramaron sobre el sofá quedando abrazadas una de la otra; Harumin tenía apoyado la cabeza sobre el pecho de Matsuri mientras que ésta acariciaba su cabello tiernamente, mientras hablaban sobre que harían de ahora en adelante, habían quedado en un acuerdo sospechoso y si alguien preguntaba sobre el qué había pasado en esa noche, ambas contesttarian con la misma historia, todo estaba planeado a la perfección, sabían que medidas tomar ante ésta situación y ninguna se negó a las soluciones, sólo era cuestión de esperar y un poco de suerte para que todo esté solucionado, era el momento en el que más tendrían que estar unidas y lo sabían.

Ambas un poco desepcionadas de sí mismas estaban disfrutando de un cálido silencioso y amoroso abrazo, hasta que el sonido del teléfono de Harumin interrumpió ese momento, quizás y estaban esperando una llamada importante, sólo se miraron a los ojos por los cinco segundos más largo de sus vidas y suspiraron pesadamente y fue entonces que Harumin se separó del lado de Matsuri lleno por su teléfono que estaba en la mesita aún lado del sillón, y sin mirar el nombre del contacto quien llamaba respondió.